Exigimos a la conducción de Amsafe Rosario: Asamblea y ¡Paro ya! para frenar este retorno criminal a la presencialidad
La vida y la salud están primero
Con niveles altísimos de contagios, con una ocupación aún del 90% en las UTI, y con la confirmación de la llegada de la nueva variante “Delta” a nuestro país, el gobierno quiere abrir las escuelas.
Esta decisión no obedece a necesidades educativas, y mucho menos a necesidades sanitarias. Y su ejecución pone en riesgo la salud del conjunto de la población, y potenciando el desarrollo de una tercera ola de contagio en medio del invierno.
Como hemos dicho a principio de año la presencialidad escolar aumenta exponencialmente la circulación de la población y su contacto. No solamente al reunir a los niños de diferentes familias en las aulas y a sus padres en las puertas de las escuelas, sino que también provoca un movimiento y circulación menos vistoso pero muy importante en el transporte público, en los comercios, en el traslado de los niños a casas de otros familiares. O sea, la presencialidad rompe las burbujas familiares al tiempo que genera una circulación social de miles de personas diariamente.
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Por eso sostenemos que los docentes debemos ser claros: la presencialidad significa más contagios, más camas ocupadas, más muertes. No negamos la necesidad de la presencialidad, pero en estas circunstancias no es posible. El derecho a la vida debe estar por encima del derecho a la presencialidad.
Para garantizar el derecho a la educación, el gobierno tiene que desdoblar los cursos para que la atención de los estudiantes sea más efectiva, dándole trabajo a todos los docentes reemplazantes. Así como proveer de internet en todos los barrios e instrumentos tecnológicos para que realmente la educación virtual sea para todos.
Por eso sostenemos que es necesario esperar para abrir las escuelas a que haya inmunidad de rebaño (70% de la población vacunada), y que pase la peor estación: el invierno.
El gobierno y los dirigentes sindicales están decididos a seguir ejecutando la criminal política de “la presencialidad cuidada” que ya nos está provocando más muertes que las que tuvimos el año pasado. El ajuste mediante inflación y congelamiento salarial se siente día a día. El empeoramiento de las condiciones de trabajo y la sub ocupación o desocupación de los reemplazantes se vuelven insoportables. Ante esta situación los dirigentes de Amsafe Rosario van a la rastra del gobierno y la Comisión Directiva Provincial sin plantear medidas efectivas para repeler los ataques. De nada sirven sus declaraciones hipócritas, ambiguas y demagógicas. Cada vez más compañeras y compañeros los ven paralizados frente al gobierno. Ante este cuadro advertimos que la desafiliación no es una salida ya que solo fortalece a los que nos ajustan y exponen a la sociedad al virus.
La salida es la organización desde las bases y la lucha. Por eso le exigimos a conducción de Amsafe Rosario que convoque a una Asamblea urgente para discutir un PARO y plan de lucha para frenar el retorno criminal a la presencialidad; así como para conquistar trabajo para todos los reemplazantes, conectividad de los estudiantes, un salario con un cargo igual a la canasta familiar (hoy calculado en $100 mil) indexado según la inflación, el fin de la destrucción del IAPOS y todas las demandas que exprese la base desde las escuelas.