9 de julio, ¿día de la qué?

La foto del 9 de julio es muy interesante. Es el día de la independencia, en el que “nació la patria”. La escena montada por AF representa cual es “la patria” para el peronismo, y quienes son los que tienen el verdadero poder. El gobierno de los CEO, decían en relación a Macri y su gabinete de ministros, ahora parece que pasamos al gobierno sin máscara y directo de los dueños del capital. De los dueños de los medios de producción y de cambio. Los dueños de las fábricas, los bancos, las tierras, los grandes comercios. La clase capitalista estaba plenamente representada, y en el centro su representante político AF, que intenta ser el árbitro que conjugue los intereses de todos los sectores de la burguesía y el imperialismo. 

Queda al descubierto cual es el verdadero gobierno, y cuánto vale la “democracia” en el régimen burgués. Casi inmediatamente desde que asumió AF y CFK, con el argumento de la pandemia el parlamento quedó suspendido. El órgano parlamentario por excelencia adonde se “sientan” los que supuestamente “representan al pueblo” para deliberar y votar leyes, quedó prácticamente anulado. En su lugar, funciona la maquinita de emitir DNU´s del presidente. Por supuesto que esos DNU, es decir las principales resoluciones políticas, no las toma AF solo. Pero ahora queda muy claro y evidente con quienes las discute. Los representantes políticos de la burguesía quedan a un lado, y las deliberaciones se hacen directamente con los dueños del circo.

¿Para qué nos hacen votar cada dos años a los parlamentarios? Para continuar con el engaño, con la vana ilusión de que “el pueblo decide”. Pero lo único que decide el pueblo es que sector político va a representar los intereses de la burguesía más fuerte en capital. Es sólo un cambio de gerentes.

¿Qué esto ocurre en todas las crisis? Sí, es verdad. Cuando la situación aprieta dejan de lado los intermediarios políticos y pasan a primer plano los representantes directos del capital. Ahora parece que se va a llamar “Consejo Económico y Social”. No importa el nombre que le pongan, lo que demuestra es que en las crisis profundas lo primero que se cae es la careta “democrática”. Y queda en evidencia que “la democracia” no es más que la cobertura, la careta “democrática” del verdadero régimen que nos gobierna, la dictadura del capital. Y cuando esa dictadura no puede imponer sus intereses por medios pacíficos, los impone por medio de la violencia, recurriendo al aparato armado que está a su servicio, las FFAA y de seguridad, como ocurrió en el ’76 y en menor medida en cada lucha reprimida. 

Como dice la editorial: “Y la foto del 9 de julio en Olivos no incluyó a quien realmente termina definiendo el asunto: el capital financiero imperialista”.

Hubiera sido demasiado chocante, sentar en alguna de las sillas, en la primera fila, al embajador de EE-UU, la principal potencia imperialista, justo en la conmemoración del “día de la independencia”. Aunque hubiera completado el cuadro real del carácter de Argentina como país semicolonial, dependiente de las potencias imperialistas y del capital financiero en general. Pero la negociación con los fondos de inversión y con Black Rock en particular que el gobierno haya tenido que recular con varias “ofertas” aceptando cada vez más condiciones, refleja cual es la realidad. Que AF haya hecho su primera gira internacional a Israel, para demostrar sumisión al sionismo. Que luego haya ido a besar el anillo del Papa y las manos de los gobiernos de las principales potencias imperialistas europeas, que rinda examen en el Council de las Américas, y que con sus declaraciones sobre Venezuela se oriente por el mismo sendero de sometimiento a EE-UU., esas son las demostraciones crudas y palpables del verdadero carácter semicolonial de la nación argentina, y del carácter de sometimiento al imperialismo de la política del peronismo, en todos sus matices, que una tras otra va bajando sus banderas, que antes levantaban en los discursos, y ahora ni siquiera eso pueden. 

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Está visto que las ilusiones de muchos honestos compañeros trabajadores en que el peronismo pueda llevar a “la nación” a una situación de justicia social y soberanía nacional, es tan ilusoria, como la táctica de “copar” el Estado para imponerle condiciones a “los grupos concentrados”. El falso “Socialismo del Siglo XXI” de Chávez, el “Capitalismo Andino” de Evo Morales y Alvaro García Linera, la “Revolución Ciudadana” de Correa, los tibios progresismos de Lula, Pepe Mujica y ahora de Andrés Manuel López Obrador, todos han terminado abriéndole paso a la derecha. La “vuelta” del kirchnerismo, puso en el poder, conscientemente a un “dialoguista” y operador de los “grupos concentrados”. Así como antes, para las elecciones de 2015 habían puesto como candidato al “neoliberal” Scioli. ¿Esta es la alternativa al macrismo? Por supuesto que los más fervientes defensores de AF-CFK dirán que la culpa la tiene la pandemia. Pero si no les alcanzó la nafta ni para una expropiación trucha de Vicentín, ni para cobrarle un alto impuesto a la riqueza, menos que menos para terminar con la dependencia del capital imperialista, ni con el extractivismo minero de las grandes corporaciones, etc.

Algo que es elemental. La clase capitalista vive y acumula su capital explotando a la clase trabajadora. Como podría un partido como el peronismo, que es un partido que defiende el orden capitalista, sostener un programa que vaya contra el capitalismo. Una cosa fue el período de postguerra en el cual hubo un crecimiento mundial que duró 20 años y dio lugar al llamado “Estado de Bienestar” en los países con cierto desarrollo. Las condiciones geopolíticas y económicas de la postguerra le permitieron al peronismo hacer concesiones a los trabajadores, para contar con su apoyo al ubicarse como árbitro entre la burguesía nacional y el imperialismo yanki. Pero hace rato que el bienestar de la postguerra (creado sobre millones de cadáveres de trabajadores) se terminó. Y ya en los ’70 el peronismo con Perón vivo incluso, ya demostró que sólo podía ser el reflejo reaccionario del capitalismo en decadencia. De ilusiones también se vive, pero duran poco. La ilusión de una vuelta al peronismo del 46, sólo muy limitadamente encontró ciertas condiciones favorables tras la gran crisis de 2001 y apenas duró hasta el 2007-8. Pero fue sólo un estertor. Ahora la crisis capitalista que ya se deslizaba por la pendiente hacia otro abismo, fue apurada por la pandemia que le dio el empujón que le faltaba. Ahora lo que viene no es la postguerra, sino que estamos atravesando la crisis profunda como la de los ‘30 que nos lleva a una nueva guerra, mucho más terrible que las dos anteriores. En este marco el peronismo y el kirchnerismo como corriente interna, se someten al programa del capital, que solo trae reacción política, miseria y desocupación.

Solo la clase trabajadora puede imponer la justicia social y la soberanía popular, porque es la clase que produce, y es la clase explotada por el capital. Y por eso la “liberación nacional” sólo poder ser conquistada por la clase que no tiene ningún interés ni vínculo con el imperialismo. Para derrotar a la gran burguesía no se puede andar con medias tintas. Las luchas parciales son inevitables. Con uñas y dientes debemos pelear para defender lo poco que nos queda de condiciones de trabajo, salud y salario. Pero esas luchas parciales frecuentemente son derrotadas porque se enfrentan a un comando capitalista centralizado en el Estado. Por eso, los trabajadores tenemos que organizar nuestro partido, nuestro comando de lucha centralizado, y poner nuestra mira estratégica en la lucha por el poder estatal, para expropiar a los expropiadores que han amasado su capital a costa de nuestra explotación y de los sufrimientos del pueblo. Con las palancas de los medios de producción en manos del Estado Obrero, los trabajadores produciremos en base a un plan económico elaborado por nosotros mismos, para satisfacer las necesidades del pueblo trabajador y no las de los chupasangres capitalistas. Rompiendo las cadenas políticas y económicas que nos atan al imperialismo, la “liberación nacional” será una espada para revelar a los trabajadores de todo el continente, hasta alcanzar el socialismo, la única “justicia social” posible en esta época.

AB 18/7/20

1 comentario en «9 de julio, ¿día de la qué?»

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