Obreros metalúrgicos: Ninguna expectativa en la nueva dirección en la UOM nacional

El recambio en la dirección de la UOM nacional se produce en el marco de la necesidad que tienen las patronales de seguir asestando fuertes golpes a la clase trabajadora. Hay que tener en cuenta que los trabajadores metalúrgicos, así sea parcialmente, tienen tradición de lucha, por eso para contener, Antonio Caló ya no les servía, estaba completamente  desprestigiado en la base (aunque también en sectores de la burocracia). Ahora con Abel Furlán en el marco de la tremenda crisis que se está viviendo, pretenden contener todo atisbo de lucha que se presente de manera independiente de la burocracia y de las patronales. 

En realidad, desde que asumieron ya se encargaron de demostrar lo que son, terminaron de soltarle la mano a los compañeros de Gri Calviño de Florencio Varela, y ante la lucha que dieron los metalúrgicos de Rio Grande, los mantuvieron aislados, con el objetivo de que el aumento que perfora las paritarias nacionales, no se contagie al resto de los metalúrgicos del país. En ese sentido han dicho abiertamente que van a mantener el acuerdo firmado por Caló que llega de casualidad a un 45% en 3 tramos, o sea muy por debajo de la inflación que se espera para este año. 

La “nueva” conducción nacional ya dirige en varias seccionales, y siempre han jugado a favor de las patronales y de sus propios intereses como burócratas.  Furlán hace rato que dirige la seccional de la UOM en Zarate, y tiene fuertes vínculos con Paolo Rocca a través de la planta de Siderca en la que tiene su base política. Antes de asumir firmó sin despeinarse en Tenaris Campana por un bono de $40.000 anual no remunerativo condicionado a la producción y a las ganancias, es decir, con el objetivo de las patronales para avanzar en los ritmos de producción y la sobreexplotación laboral.

Naldo Brunelli que secunda a Furlán, dirige la seccional de San Nicolás hace décadas. Es de lo peor de la burocracia sindical. Ha dejado pasar cientos de despidos y acuerdos de flexibilización laboral. La más grande de todas fue la gran entregada a principios de los 90 en la privatización de SOMISA. El mismo Brunelli, como lo hacen varios burócratas sindicales, maneja empresas tercerizadas que le brindan “servicio” a Siderar y a otras patronales siderúrgicas. Otro es Antonio Donello de la UOM Rosario que se ha encargado de reventar toda lucha de los trabajadores metalúrgicos de la región: Allocco, Mahle, Liliana, Mefro, etc. Sin olvidarnos que fue quien mandó golpear con una patota a un grupo de trabajadores en Electrolux que estaban protestando contra los despidos. 

Por eso nada va a cambiar por arte de magia ni de un día para el otro, somos los trabajadores los que nos tenemos que organizar aprovechando las grietas que puedan dejar las diferentes alas de la burocracia, pero no esperar nada de ninguno de los bandos. Las disputas entre ellos son solo para mantener sus prebendas y las ganancias del gran capital y de la burguesía en su conjunto. Por eso no queda otra que reunirnos, charlar de política, sacar las conclusiones necesarias y empezar a organizarnos. Es algo que se empieza a ver de manera incipiente en algunas fábricas.

La inflación, la guerra, la pobreza, la descomposición social es el síntoma de un sistema capitalista que agoniza, por eso toda organización sindical, tiene que orientarse con una estrategia que luche por un gobierno de los trabajadores que expropie a los capitalistas. En ese sentido desde La Causa Obrera creemos que mientras construimos el partido revolucionario, debemos organizarnos política e independiente de los partidos y agrupaciones sindicales pro patronales formando agrupaciones clasistas en las fábricas y talleres. 

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ACINDAR, Villa Constitución: La patronal avanza con la flexibilización laboral

Mientras la patronal de Acindar- Arcelor Mittal sigue amasando super ganancias, los trabajadores con la inflación creciente siguen perdiendo el poder adquisitivo de su salario. Pero si la inflación es el piso que se sube, el impuesto a las ganancias hace que el techo quede cada vez más bajo. Los Fernández hunden cada vez más a los trabajadores y para eso tienen la complicidad de la burocracia sindical.

Desde el mes pasado, tanto la Directiva de UOM Villa Constitución como la Comisión Interna de Acindar dejó pasar  la política de la patronal que busca redoblar el régimen de flexibilización laboral aumentando la explotación haciendo trabajar 12 horas sin descanso modificando el día compensatorio. Este día es una modalidad de trabajo que consiste en que cuando la patronal le pide a un obrero que vaya a laburar un franco, automáticamente deben devolverte el día de descanso que le corresponde. Esto en la realidad, significa que los trabajadores, y más aún los nuevos, por miedo a represalias o despidos, opten por trabajar el día compensatorio con horas al 400% sin agarrar su descanso. Alguno puede decir que la moneda hace que valga. Pero estamos hablando de jornadas que hasta ahora son de 3 días y durante doce horas a ritmos de arduas líneas de producción en condiciones paupérrimas para la salud física y mental. 

Para empeorarlo más aun, la patronal implementó la modalidad de los días de laburo y descanso para que los trabajadores tengan dos días de franco activo, y solo uno de pasivo. Esto en jornadas de 3 días de trabajo por 2 de descanso por franco activo, exige que la patronal te haga laburar esos dos días francos activo, completando así jornadas de 5 días a 12 horas, dejando un solo franco pasivo. Esta situación complica aún más la vida de los compañeros que viajan de otras localidades. 

Durante estas semanas donde la patronal montó esta ofensiva, tanto la comisión interna como la directiva, no realizó ninguna asamblea para discutir lo que implicaba esta política, dejando correr en los hechos el ajuste de la empresa. Simplemente avisaron del arreglo vía WhatsApp, generando confusiones e intrigas entre los trabajadores. 

De la comisión directiva que está encabezada por Pablo “Piparra” González, no nos extraña nada, son parte de la nueva lista ganadora de UOM bien alineado con los nuevos dirigentes nacionales Furlán y Brunelli. Del grueso de la comisión interna, tampoco. Uno de sus dirigentes, el “facha” Acosta, es militante del PCR/CCC, que también es parte del Frente de Todos. Pero sí nos llama la atención de Cristian Miguez que es un dirigente de Política Obrera quien no ha salido a despegarse públicamente de este nuevo acuerdo flexibilizador que impone la patronal. Llama la atención el silencio de Política Obrera ante este derrape y adaptación a la burocracia reformista del PCR/CCC.

No se puede esperar nada de los actuales dirigentes. La base debe tomar la responsabilidad de su propia suerte y empezar a organizarse, para a futuro tener una agrupación propia que represente los intereses de la base, y no tenga miedo a los ataques de la patronal. Pero una agrupación con esta tenacidad solo es posible organizarla junto con un partido marxista y revolucionario, no con los pro patronales y reformistas que hoy dirigen la CD y CI en Acindar y la seccional de UOM de Villa Constitución. 

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Con paro y asamblea los metalúrgicos de Rio Grande obtienen un 65% de aumento salarial y un bono de $45.000. 

Los últimos días de marzo, los metalúrgicos de la seccional de Rio Grande rechazaron el aumento miserable del 45% de Caló, que la nueva dirección de Furlán dijo respetar. Allí se encuentran las ensambladoras de electrodomésticos con BGH, Mirgor y Radio Victoria.

Los trabajadores organizados en asambleas votaron paros escalonados de 24, 48 horas. Ante esto la patronal nucleada en AFARTE hizo una nueva propuesta, que tampoco fue aceptada por los trabajadores. 

Posteriormente el gobierno a través del Ministerio de Trabajo, implementó la conciliación obligatoria. En estos días las cámaras empresarias mejoraron la propuesta ofreciendo un 30% en abril, 15% en julio y 10% en octubre. Más dos sumas fijas, una de $25.000 en mayo, y otra de $20.000 en el mes de junio, incluyendo una cláusula de revisión para el mes de noviembre. Pero en una nueva asamblea los trabajadores volvieron a mantenerse firme rechazando la propuesta y votando el paro por tiempo indeterminado; según lo que plantean varios informes de diferentes medios periodísticos, la directiva regional a cargo de Martínez tenía la posición de agarrar. 

Ante la firmeza de los trabajadores, la patronal respondió enviando telegramas amenazando con despidos para quebrar la huelga y el Ministerio extendió 5 días más la conciliación. Finalmente el día lunes 9 la patronal hizo un nuevo ofrecimiento esta vez aceptado por los trabajadores y por la dirección de UOM regional. 

Es un 65 % acumulativo con lo que ya se otorgó en la paritaria 21-22 firmada por Caló. Se pagará en tres partes, 35% retroactivo al mes de abril, un 15% en julio y el restante 15% en octubre. Además los trabajadores recibirán un monto remunerativo de 45 mil pesos dividido en dos partes, 25 mil en mayo y 20 mil en junio. Además recibieron la promesa de la aplicación de una cláusula de revisión en noviembre. 

Está más que claro que ante la inflación creciente el aumento es insuficiente, pero al haber superado el acuerdo firmado por Caló y aceptado por Furlán, permite romper el techo paritario nacional. Está claro que cuando los trabajadores se organizan y están firmes a la patronal se le hace más difícil imponer sus condiciones. 

Por eso más allá del aumento paritario, lo más importante es que los trabajadores han avanzado en organización. Esa es la principal conclusión que tenemos que sacar, es decir, que a pesar de tener dirigentes vendidos a la patronal, los trabajadores podemos organizarnos para luchar contra el capital. De las luchas surgirán los nuevos dirigentes clasistas para que la clase obrera empiece a dirigir su propio destino. 

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Paro en John Deere planta Rosario

Los trabajadores llevaron adelante un paro, después de 50 años, en esta empresa multinacional. Esta es una planta de maquinaria agroindustrial de aproximadamente 600 trabajadores (donde el 50% son contratados). En los últimos años del boom sojero, ha facturado millones de dólares. 

La patronal había hecho un ofrecimiento paupérrimo, el cual cayó muy mal dentro de los obreros, lo que obligó al sindicato de fábrica (Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Tractor) a rechazarlo. Implicaba una miserable suba del 18% para abril pasado y 12% en junio. Además de una cláusula de revisión en septiembre y un aumento del subsidio del transporte. 

En el cierre de esta nota los trabajadores han vuelto a sus tareas porque el Ministerio de Trabajo volvió a dictar la conciliación obligatoria, pero según nos cuentan, la bronca con la dirección del sindicato es muy grande porque hacen todo para aceptar el acuerdo de la patronal. 

Sin embargo que haya conflicto en una fábrica donde hace muchísimo tiempo que no lo había, indica que la situación económica en la clase trabajadora se está haciendo cada vez más insostenible y si no revienta por todos lados es porque la burocracia sindical se encarga de frenar todo principio de lucha y principalmente porque a los trabajadores les falta organización y decisión para pasarlos por arriba. Pero nada es eterno, tampoco lo es la pasividad de los trabajadores y los metalúrgicos empiezan lentamente a levantar cabeza. 

Metalúrgicos del PCO 

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