¡No a las clases presenciales!
Después de un verano donde los medios masivos pusieron como centro de la escena a “las fiestas clandestinas” en playas turísticas, para decir que los contagios eran producto de la “nocturnidad” y de la “juventud irresponsable”, ahora parece ser el turno de la educación.
¿El dilema es: “El gobierno quiere clases, los docentes no”? Para nosotros este dilema es falso. Si el año pasado, en marzo, cuando aún no circulaba prácticamente el virus suspendieron las clases para evitar el colapso del sistema de salud… ahora, con un contagio que se “amesetó”, con el sistema de salud por encima del 60% de ocupación… y con circulación comunitaria del virus, ¿es momento de retomar la presencialidad? Nosotros decimos claramente que no.
Durante el primer año en pandemia el ajuste en educación fue evidente. El gobierno provincial -como el gobierno nacional- no ha invertido lo necesario para mantener, arreglar y adaptar los edificios escolares a las necesidades epidemiológicas. También “ahorraron” en salarios, ya que el porcentaje de “aumento” otorgado en cómodas cuotas durante 2020 ronda el 25%, mientras que la inflación fue del 40%. Otra parte del “ahorro” fueron los $ 500 millones por mes destinados a los reemplazantes, dejando a miles de compañeros en el desempleo. La receta del peronismo en el poder no se diferencia del macrismo: salarios de pobreza, desempleo y abandono de la educación y salud pública. Este ajuste no lo podrían haber llevado adelante sin la ayuda de todas las alas de la burocracia sindical.
Veamos lo que está pasando en el hemisferio norte (EEUU, México, Europa, Rusia) mientras cursa su invierno. En el caso de Europa los gobiernos retornaron a la presencialidad escolar llevando adelante el mandato de los capitalistas -para volver a la “normalidad” de la explotación-. El fin era terminar con “el gasto” de las licencias de los padres que cuidaban a sus hijos, presionar para terminar con las licencias de los trabajadores con comorbilidades de cada fábrica o empresa y reactivar la circulación de mercancías (“el consumo”). El resultado fue que las curvas de contagio se dispararon velozmente y los gobiernos tuvieron que cerrar nuevamente las escuelas -junto a otras restricciones- debido a los cientos de miles de contagios y a las decenas de miles de muertes (todas ellas evitables). Podemos sacar una lección de esto: a diferencia de lo que nos dicen los gobiernos, las oposiciones y todas las alas de la burocracia sindical satisfacer las necesidades de los capitalistas y cuidar la salud de los trabajadores son asuntos completamente incompatibles. Si esto pasó en Europa, que disponen de una mayor infraestructura sanitaria que la nuestra, aquí -que somos un país semicolonial, sin la infraestructura necesaria, con escuelas con precariedad edilicia, con un sistema de salud en crisis por el ataque del gobierno- proponernos abrir las escuelas sólo traerá un aumento exponencial de contagios, internaciones y muerte. Por su parte el proceso de vacunación viene muy lento en casi todo el planeta debido a la especulación de los laboratorios. Algunos estudios sostienen que en Argentina podría culminar en 2023. Para que la vacuna haga efecto se necesita que el 70% de la población este vacunada. Volver a la presencialidad antes de concluido este proceso sería una catástrofe sanitaria. Los docentes y asistentes del PCO decimos claramente que hasta que el proceso de vacunación no esté concluido no podemos volver a la presencialidad ya que el sistema educativo es un gran propagador del virus.
Las burocracias sindicales nos mandan al matadero: la dirección de Amsafe Rosario es una de ellas.
El frente patronal está unido en el mismo objetivo, todos ellos quieren que vuelvan las clases presenciales. Ellos son las cámaras o entidades patronales, el gobierno del Frente de Todos, la oposición de Juntos por el Cambio (PRO-UCR) y los tres sectores en los que está dividido el Partido Socialista (el de Lifschitz, el de Bonfatti y el de Di Pollina-Balagué). A estos se suman todas las alas de la burocracia sindical: la dirección celeste de AMSAFE Provincial, las direcciones de SADOP, de ATE y las direcciones de los departamentos “opositores” de AMSAFE Rosario, Belgrano, Caseros y Gral. López. En el comunicado del 05/02/21 (www.amsaferosario.org.ar) que sacaron conjuntamente las direcciones de estos departamentos no llaman a explícitamente a rechazar la vuelta a la presencialidad, ni proponen un plan de lucha para organizar a la base y enfrentar el brutal ataque del gobierno al conjunto de la clase trabajadora; solo se limitan a pedir una Asamblea Provincial para “lograr condiciones apropiadas para la vuelta a las clases presenciales”. Declaraciones en el mismo sentido han realizado Gustavo Teres o Gabriela Meglio cada vez que un medio los entrevisto en las últimas semanas.
Ante esto decimos que para imponerle algo a la burocracia provincial hay que organizar a la base, cuestión a la que se han negado sistemáticamente estas direcciones. La otra discusión es que no hay ni va a haber “condiciones apropiadas” para la presencialidad, esto es así por la naturaleza misma de la pandemia. Estas direcciones lo saben, pero como están subordinadas al Frente de Todos o a algún sector del PS son incapaces de levantar una postura favorable a los intereses de la clase trabajadora.
Tanto la dirección de Amsafé Rosario, como las agrupaciones docentes del FIT que la integran hacen el mismo jueguito que la burocracia Celeste: “los docentes queremos volver, con condiciones y protocolos”. ¿Acaso estos dirigentes no leen los mismos diarios que podemos acceder nosotros por la web de noticias del resto del mundo?
En España, por ejemplo, que está viviendo los efectos de la segunda ola, el sitio “El País” titula: “Los alumnos confinados por covid en Madrid se duplican en una semana: de 12.051 a 25.540” (El País, 04/02/21). Por su lado los centros de estudiantes la semana pasada anunciaban una huelga por la crisis de contagios. Otro medio español –El Mundo- reproduce declaración de estudiantes pidiendo a los gremios docentes un paro total producto del aumento de los contagios: “Vamos contra reloj, las altas cifras de contagios que se están alcanzando entre los miembros de la comunidad educativa y la pasividad que muestra la Conselleria de Educación al respecto nos lleva a plantear una huelga general ya…” (El Mundo, 29 /02/21).
Un gobierno nacional y antipopular
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En este contexto ¿Los dirigentes sindicales de Amsafe, que se dicen opositores, solo tiene para decir que quieren “condiciones y protocolos” para el regreso? ¿Opinan que sin organizar y coordinar a la base de los distintos gremios de la CTA se va a poder enfrentar el ataque y “defender el salario”? Claro está que su política de negarse a organizar a la base, de negarse a coordinar por la base a los empleados públicos, de dividir titulares de reemplazantes, de subordinarse al “reglamentazo” de Alesso y de negarse a impulsar una lucha autónoma regional le sirve al gobierno y al PS, pero no a los trabajadores. Su política es sencillamente dejar que la política del gobierno nacional y los provinciales avance. Total, después la mayoría de esos dirigentes durante las elecciones llaman a votar abiertamente o por abajo de la mesa a algún sector “progre” del peronismo o del “socialismo”.
Perotti-Cantero: más kirchneristas que nunca
El gobierno de Santa Fe -siguiendo la receta nacional y de Kicillof- anunció el comienzo de clases con “bimodalidad”. En realidad, nadie sabe bien como será esta modalidad, pero del “marketing” que anunció la ministra Cantero, se puede entender que sería con una parte de los estudiantes presencialmente y otra con tareas en el hogar. Esto alternándose semanalmente. Fuera de que representa una sobrecarga laboral, deja en claro que están dispuestos a cumplir esta criminal política a fondo.
Que proponemos
Hay que plantear claramente la NO VUELTA A CLASES PRESENCIALES hasta que termine el proceso de vacunación y el virus deje de ser una amenaza, porque de lo contrario se masificará la circulación del virus, poniendo en riesgo la salud de docentes, auxiliares y de la comunidad en general que verá reunido sus hijos en la escuela.
Debemos plantear un programa para enfrentar al gobierno. Que debe contener los reclamos salariales y edilicios. Pero que también debe contener el reclamo del “ejército de desocupados” -de compañeros reemplazantes- que no tienen cargo ni horas y al mismo tiempo darle una salida transitoria a esta situación de no presencialidad en las escuelas:
Desdoblamiento de cursos para incorporar a todos los reemplazantes con salarios fijos y estables. Ese desdoblamiento permitiría la estabilidad laboral de miles de compañeros, y un trabajo de cada docente con grupos reducidos de estudiantes. Que no sólo beneficiaría a las comunidades más postergadas que no tiene todos los recursos tecnológicos disponibles, sino que permitiría mejorar las condiciones laborales y de aprendizaje en general. Creación de cargos de asistentes escolares para mantener las escuelas en condiciones.
Pero este planteo no se gana en paritarias, ni con asambleas virtuales, como reclaman los departamentos “opositores” de Amsafe. Para esto debemos realizar asambleas presenciales en cada escuela y zona (en los patios, con distanciamiento). Elegir delegados con mandato y extender la unidad con el resto de los trabajadores estatales para lograr una asamblea o plenario de delegados de todos los trabajadores. Necesitamos luchar junto a los trabajadores de la salud, los municipales, y el resto de los estatales. Este es el rol que debiera jugar la CTA Autónoma, que con el verso de “no cortarse sola” durante todo el 2020 se dedicó a dividir los reclamos y las luchas parciales. Ahora mismo están las negociaciones de ATE por un lado, Amsafe por el otro… algo que sólo beneficia al gobierno.
Por ultimo queríamos plantear que la pandemia que estamos sufriendo es una muestra más del declive del capitalismo. Una muestra más de la barbarie a la que nos está arrastrando este sistema social que ya no tiene nada más para ofrecernos; solo crisis económica, descomposición social, desastre ecológico y amenazas al conjunto de la humanidad con una nueva guerra mundial. Solo la clase trabajadora organizando su propio partido, independiente de todos los sectores patronales y dando una lucha revolucionaria que termine con el capitalismo, expropiándolo, y construyendo Estados Obreros que organicen racionalmente la producción nos podrá salvar del desastre al que nos están llevando el capitalismo. Desde el PCO militamos por esta perspectiva y te invitamos a debatirla.
7/2/21