La Paritaria de la UOM sigue sin arreglo

¿Como respondemos a la ofensiva del gobierno y las patronales metalúrgicas?

¡Plan de lucha activo, unir todas las ramas en una lucha nacional, discutido y votado por asambleas de fábrica!

La paritaria en discusión inició el 1 de abril de 2023 y termina este 31 de marzo.

Con la brutal devaluación llevada adelante por Milei del 118% en el mes de diciembre 2023 y el constante aumento de todos los precios, dejó peor aún el mísero salario metalúrgico sin llegar a cubrir ni siquiera la canasta básica (¡el salario del operario calificado rama 17 es de 380 mil pesos brutos!!). En este contexto, la dirección de Furlán-Brunelli salió a negociar un aumento salarial del 35% a partir de febrero y la incorporación de una cláusula gatillo para activar mes a mes en base a los datos del INDEC. La propuesta de las cámaras patronales es otorgar un anticipo del 15% «a cuenta de futuros acuerdos» a partir del 1 de febrero, argumentando que el acuerdo firmado en julio pasado finalizó el 31 de diciembre 2023. Una maniobra para dilatar hasta la próxima paritaria cualquier incremento salarial.

En respuesta al rechazo de la patronal, el Consejo Directivo Nacional de la UOM resolvió relanzar el plan de lucha «iniciado en julio del año pasado, bajo la consigna: PRIMERO LA DIGNIDAD» con un paro de 24 horas para el 6 de marzo, otro de 48 horas el 13 y 14 de marzo para finalizar en un paro de 72 horas el 19, 20 y 21 de marzo. La noche del 5 de marzo, el gobierno, a través de la secretaría de trabajo, aplica la conciliación obligatoria solicitada por las cámaras patronales y que la directiva de UOM acata, informando que el paro queda suspendido. Luego nuevamente prorrogan la conciliación hasta el jueves 21 de marzo estirando las negociaciones y que en el «mejor de los casos» cobremos la miseria ofrecida por las patronales retroactivo y licuada por la inflación.

Mientras tanto Furlán-Brunelli, con «la DIGNIDAD que los caracteriza» dejaron a los compañeros siderúrgicos luchando solos, llevando adelante el plan de lucha con el 70% del gremio en conciliación, con Acindar parada, con despidos de tercerizados y contratados, «retiros voluntarios» y con el salario planchado desde noviembre esperando la próxima reunión de la rama siderúrgica para el 25 de marzo y agregándole un nuevo condicionante, que no van a homologar paritarias por encima del 15% que fijó Caputo y que la secretaria de trabajo ahora dirigida por Cordero, abogado de Techint-Paolo Rocca quiere implementar. Las patronales con el aval del gobierno, juegan a la desesperación de los trabajadores, dilatan la negociación para encerrarnos con el hambre y la necesidad.

Por su parte, la burocracia ya ni siquiera se acuerda del emblema de la UOM que decía: «Todo nos une, nada nos separa». Con Caló y ahora Furlán-Brunelli se niegan a unificar al gremio tras un mismo reclamo y un sólo plan de lucha. Y ni hablar de movilizar a la base metalúrgica. Los salarios metalúrgicos, vienen perdiendo su poder adquisitivo de años, no sólo del 2016 a esta parte como ha señalado Furlán y es el resultado de las políticas salariales implementadas en acuerdo entre las patronales, la burocracia del gremio y el gobierno de turno. Ahora con la licuación salarial impulsada por el gobierno de Milei y los aumentos en los productos de la canasta familiar esa pérdida salarial se profundiza.

Después de 90 días de reuniones y conciliación algunos compañeros se preguntan: ¿Por qué el Consejo Directivo Nacional de la UOM lanzó este plan de lucha? Simplemente busca desgastar a la base y poner en la espalda de los compañeros la responsabilidad de un fracaso.

La opinión de un delegado da cuenta de esto: «La paritaria se está haciendo muy larga, los empresarios con Rocca a la cabeza no aflojan y amenazan. En el mejor de los casos los básicos seguirán muy lejos de las necesidades reales de los trabajadores. No alcanzaba solo con reuniones en la secretaría de Trabajo, y se logró que se avance con un plan de lucha con paros de 24, 48 y 72 horas algo que, por ejemplo, en Siderca viene teniendo un acatamiento del 100% algo que hace mucho no pasaba. Pero tampoco alcanza, hay que salir a la calle y movilizar. Y agitar en serio en cada lugar de trabajo para que se tenga conciencia real de lo que está pasando. La repercusión dentro de fábrica es más de esperar a ver que se consigue que de salir a luchar. Y en el gremio siguen esperando que los que votaron a Milei tomen conciencia del error que cometieron«. (Radio Grafica, Panorama Sindical. Sacrificio – 17/3/24)

Es decir, para la burocracia del gremio la responsabilidad es de los compañeros que votaron a Milei y no quieren salir a luchar. Como si votando a Massa no se hubiera aplicado el ajuste contra el pueblo o la exigencia de reforma laboral que es apoyada por Cristina Kirchner, Daer y Rodríguez entre otros. Ningún sector de la burocracia sindical se opone a los despidos, en el gremio ya son 7.000 compañeros en la calle según informa Furlán y no mueve un dedo, ni tampoco encaran una lucha seria contra la liquidación del salario. Pura cháchara, declaraciones y documentos, pero de acciones de lucha nada. El paro de la CGT mostró que la burocracia sindical no tiene la mínima intención de impulsar la lucha para derrotar el plan antiobrero de Milei. Convocaron al paro y la movilización solo porque el gobierno cerró cualquier atisbo de negociación. Sin embargo, se cuidaron de no activar demasiado la fuerza combativa de la clase obrera y la canalizaron hacia una presión «institucional» al Congreso y los tribunales.

Este es el problema que ven muchos compañeros y no dice ese delegado. Porque en la base metalúrgica hay bronca, pero también mucha desconfianza en la burocracia del gremio. Los trabajadores saben las dificultades que se plantean para mantener una huelga, saben de la dureza de la patronal y del gobierno y saben que la burocracia agita el paro desde sus sillones, pero no lo garantiza en las seccionales y fabricas, o queda en manos de los delegados y donde no son representativos de los compañeros o fabricas que no tienen, no se para o paran algunos compañeros y otros trabajan.

Sabemos que, en el congreso de delegados siderúrgicos del lunes 18 de marzo en San Nicolás, hubo delegados que alzaron la voz y llevaron el reclamo de sus compañeros. Eso es muy importante. Por eso es necesario que se levante la moción de que el paro ya definido se convierta en activo, con la participación de la base metalúrgica.

Pero lo que necesitamos es un plan de lucha activo, unir todas las ramas en una lucha nacional, discutido y votado por asambleas de fabrica.

Y ya que nos encontramos a pocos días del inicio de la paritaria 2024 y si vamos a salir a la pelea por nuestras condiciones de vida, que sea por un salario del ingresante que cubra la canasta familiar hoy en 1.100.000 pesos y sea la base para el resto de las categorías. Hay que luchar por el pase a planta permanente de los compañeros contratados y tercerizados, que también realizan tareas UOM y son el eslabón más débil en las fabricas. Que los congresos de delegados sean con el mandato votado en estas asambleas. Y enfrentar los despidos.

Los trabajadores metalúrgicos (y ni hablemos de los jubilados, los precarizados y los que no tienen trabajo fijo) nos encontramos en una de las peores situaciones en décadas y necesitamos comenzar a organizarnos para enfrentar esta feroz ofensiva capitalista del gobierno de Milei, de sus aliados patronales como Rocca y sus cómplices políticos y sindicales.

Quienes coincidiendo con estos planteos y otras iniciativas debemos avanzar en juntarnos, intercambiar opiniones y esfuerzos para formar una agrupación clasista en la UOM, desde la cual podamos impulsar la lucha ni bien los compañeros estén dispuestos, basándonos en asambleas, buscando la coordinación con otros sectores que ya estén en lucha o próximos a salir. Solo a partir de esa organización de clase, antipatronal y antiburocrática podremos potenciar nuestra fuerza y lucha. El objetivo debe ser preparar la huelga general por tiempo indeterminado para frenar esta feroz ofensiva contra los trabajadores.

Pero el problema no es solo salarial, es principalmente político. Por eso no basta sólo la lucha o la organización sindical. ¡Necesitamos organizar un partido de trabajadores, porque la única solución a nuestros padecimientos es luchar por un gobierno de trabajadores y abrir paso al socialismo! Te invitamos a conversar y organizarte con nosotros.

Darío Greda, 17/3/24

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