En la asamblea del 28 de agosto algunas de las agrupaciones integrantes del Frente 4 de abril propusieron un llamado público a las comisiones directivas de los departamentos opositores para organizar un “Plenario Provincial de delegadxs convocado por las seccionales opositoras” con el objetivo de unificar un plan de lucha conjunto. A la asamblea siguiente del día 3 de agosto la CD de Amsafe General López (integrante del Frente Gremial 4 de abril) envió por medio de una carta su “Respuesta de los compañerxs de la CD de General López a la invitación de la asamblea del 28”.
En esa carta decían que: “Estamos atravesando una crisis económica sin precedentes, quizás, peor que la de 1930”. Estamos de acuerdo con eso. Es más, opinamos que, en la actualidad, el capitalismo en su fase imperialista ha agotado históricamente, toda posibilidad de traer progreso, de elevar el nivel de vida de la clase trabajadora y de desarrollarse pacíficamente.
No sabemos si coinciden con esta caracterización. Pero tenemos una visión común acerca de que “El panorama se ha tornado muy duro para la clase trabajadora”, y que por lo tanto “será difícil obtener mejoras en esta situación”. En lo que no estamos para nada de acuerdo es en las conclusiones que desprenden de esa caracterización, ya que a partir de ella Uds plantean que frente a las dificultades hay que retroceder, abandonar la lucha y esperar a que puedan ir acumulando fuerzas, a través de la militancia gris y cotidiana, y por medio de las elecciones, algún día ganar la conducción provincial del gremio. Es decir, para Uds solo se puede luchar cuando es fácil, cuando el capitalismo esté en condiciones de dar concesiones. Y cuando la cosa está difícil, lo que hay que hacer es recular, dejando a los trabajadores a merced del gobierno y las patronales. Es la misma lógica de cualquier burocracia sindical.
Para nosotros si “el panorama se ha tornado muy duro para la clase trabajadora” y es más “difícil obtener mejoras”, lo que hay que hacer es fortalecer la lucha, uniendo y concentrando más fuerzas dispuestas a enfrentar el ataque de las patronales y los gobiernos. La famosa “unidad de los trabajadores” o frente único como la llamamos los trotskistas. Pero esa unidad sólo se puede realizar con los que quieren luchar, y no con los que tiran para atrás la lucha porque su objetivo principal es apoyar al gobierno y no defender los intereses de los trabajadores que dicen representar.
Por eso nuestro planteo fue muy simple: frente único de los sindicatos estatales que están siendo atacados por el gobierno al anular la paritaria con la pretensión de imponer como “aumento” una suma fija en negro. Ese “aumento” no sólo rebaja el salario en relación a la inflación, sino que, al no ser remunerativo, congela la suma que perciben los jubilados de cada gremio y afecta la financiación de las cajas jubilatorias que tienen que asumir los pagos de una mayor cantidad de jubilados incorporados en estos meses, con la misma recaudación. El aumento del déficit de las cajas también es una política pensada de exprofeso por el gobierno para presionar a los sindicatos por su nacionalización.
Estando en lucha con paros parciales de dos o tres días por semana, tanto Amsafe Rosario, como Ate Rosario, Siprus, y los municipales; habiendo ya confluido en una “movilización” conjunta en forma de caravana de autos y motos, ¿cuál sería la razón para retroceder de esa primera acción unitaria, para volver a resolver acciones cada gremio por su cuenta, por separado, aunque incidentalmente confluyan en el tiempo?
Esa actitud sólo sirve para que cada directiva termine arreglando por su cuenta y por separado con el gobierno, como acaban de hacer los dirigentes provinciales de ATE y UPCN. Ate Rosario, al igual que Amsafe Rosario, sabían que esto iba a pasar, y que después de estos gremios irá a negociar con el gobierno Amsafe provincial. Los paros previos de Amsafe y Ate de Rosario, decididos de manera aislada, cada gremio por su cuenta, sólo sirven para posar de combativos, para responder a la inquietud de los trabajadores de base de sus sindicatos, pero no representa ninguna medida efectiva de lucha. Porque el gobierno también sabe, que después de algunos días de paro para descomprimir la presión que pueda venir desde los trabajadores, los burócratas sindicales se sentarán a negociar en los términos que el gobierno ha planteado. En esta traición a nuestros intereses como trabajadores, se concreta el “pacto social” firmado por los dirigentes de ambas CTA, la UIA y el gobierno de los Fernández. Ate Rosario y Amsafe Rosario, tampoco sacan los pies del plato de ese pacto firmado para colaborar con el gobierno que ajusta a los trabajadores. La directiva rosarina de Amsafe, y el Frente 4 de abril en su conjunto, miran para otro lado cuando denunciamos ese pacto social. Callan, se hacen los desentendidos. Mejor no revolver el avispero, total los trabajadores de base de eso no saben nada, para que vamos a entrar en esa discusión. Así funciona la burocracia “bordó” de Amsafe Rosario. El sequito de oportunistas disfrazados de trotskistas (FIT-U + Tendencia PO) tampoco quiere entrar en esa discusión, porque de lo contrario su ubicación subordinada en la alianza oportunista con Teres (De Gennaro) y el PCR quedaría expuesta.
Pero una dirección realmente combativa hubiera luchado por concretar esa unidad, ese frente único, a nivel regional. La dirección de Amsafe Rosario tenía todos los medios a su alcance, porque su dirigente –Teres es además dirigente de la CTA Autónoma. Y ya han hecho varias acciones unitarias por diferentes motivos con algunos de los gremios que hoy están en lucha. Por ejemplo, a principios de año, el 19 de febrero, hubo una movilización y un acto conjunto en la Bolsa de Comercio, en “defensa de las paritarias” y “contra” el FMI. Allí participaron los sindicatos organizados en la CTA-A junto con los que se agrupan en el llamado Frente multisectorial 21-F (municipales, camioneros, etc.). ¿Porqué de esas acciones conjuntas retrocedieron a estas acciones separadas, cuando la unidad era más necesaria?
El frente único que nosotros proponemos es para impulsar y fortalecer la lucha. Para ello es indispensable el control de los trabajadores de base sobre ese plan de lucha y que sean ellos quienes decidan hasta donde tienen fuerzas para pelear y en qué momento hay que levantar la lucha. Por eso hemos planteado que esa unidad tenga como organismo resolutivo un plenario de delegados que venga en representación de asambleas de base, en las cuales se discutan todas las mociones que surjan y sus fundamentos, y se mandate a los delegados sobre las resoluciones a adoptar.
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Pero resulta que, los que “la van de democráticos”, hacen lo mismo. Se llenan la boca haciendo gárgaras de “democracia” e inflan sus pechos declarando que todo lo resuelven por el voto directo de los docentes (un docente un voto), pero en la realidad los docentes sólo pueden resolver sobre las mociones que se proponen en una asamblea minoritaria, en la cual participan normalmente las agrupaciones y muy pocos docentes independientes. En las escuelas no hay asamblea, por lo tanto, tampoco puede surgir de allí ninguna moción diferente. En las escuelas no se discuten en asamblea los fundamentos y las implicancias de las distintas mociones, antes de proceder a la votación. No, sólo se puede optar -y cada docente individualmente- por una u otra cantidad de días de paro. Esto es un régimen plebiscitario, propio de los “bonapartismos” es decir de regímenes burocráticos que de vez en cuando “consultan” por si o por no.
Con este método, la CD de Amsafe Rosario, también se arroga la posibilidad de suspender el “plan de lucha” “votándolo” en una asamblea minoritaria, que es prácticamente una reunión ampliada de la 4 de abril. Ahí no hubo ni siquiera apelación al voto directo de los docentes, tan cacareado por Teres y cía. La democracia se presenta en dosis y a medida de las circunstancias. Para ver que hacen los otros gremios. Los otros gremios decidieron parar en esta semana y arreglar muy posiblemente la próxima como hicieron Ate y UPCN. ¿Qué hará Amsafe Rosario? Por lo pronto viene preparando su capitulación a Amsafe Provincial, aun sin la formal consulta a las bases por medio del voto directo, aceptará el “estatuto” antisindical de Alesso-Moroni.
Esa es la política que recomienda la CD de Gral. López. O sea, es una política de capitulación completa a la burocracia y al gobierno. O un apoyo disimulado.
Si la CD de Gral. López espera para luchar que “el panorama” sea mejor siguiendo el histórico consejo de Perón: “desensillar hasta que aclare”, digamos que, con esa consigna, Perón se “mando a guardar” mientras los obreros peronistas asumían el peso de la lucha, de la resistencia a la dictadura “gorila”. Las mejores condiciones vinieron sobre los huesos, la sangre y los padecimientos de los trabajadores.
La posición capituladora de la CD de Gral. López, es la misma de Teres que, como el que calla otorga, se siente representado por esa posición y se refleja en ella como en un espejo. No es solo una cuestión de interpretación, es la política que aplica en los hechos. Ahora, en la situación actual, y en otras, como cuando fue la huelga con piquetes de los aceiteros. Hace años que Teres/PCR dirigen la CTA-A, pero nunca hubo ni siquiera un paro regional, para apoyar una lucha en curso, como la de aceiteros de 2015.
Por eso, no tratamos de convencer a la burocracia reformista, ya que esa misma caracterización implica su adaptación al régimen capitalista. Nos dirigimos a los trabajadores. No se trata de pasar un mal momento, no se trata de “pasar el invierno”. La crisis capitalista mundial es muy profunda y como la crisis de los años ’30 también traerá profundas conmociones sociales. No es sólo un “panorama más duro”. Hoy, en la actual crisis económica que estamos viviendo, el capitalismo no tiene más “válvulas de escape”, como fue hace tres décadas con la restauración capitalista de los ex Estados Obreros. Es una “crisis sin salida”. Y mientras la competencia entre los capitalistas y sus estados se exacerba, en disputa a muerte por los mercados, empujan cada vez más a la humanidad a un nuevo reparto del mundo, como hicieron en la segunda guerra mundial, o sea a una tercera guerra mundial.
Si los trabajadores no nos preparamos para pelear, los gobiernos capitalistas nos van a pasar por arriba. Pero para prepararnos para la pelea hace falta forjar una dirección política y sindical que esté a la altura de las batallas que tenemos por delante. Con dirigentes que piensan sólo en como retroceder, pero sin que sea tan evidente su recule, traicionando los intereses y necesidades –tanto salariales, como de condiciones de trabajo y jubilatorias- de los docentes, tenemos la derrota asegurada. Por lo tanto, hay que forjar una nueva dirección, que defienda fundamentalmente los intereses de los docentes como clase trabajadora, es decir, una dirección clasista. Que se base en una democracia sindical real, no como la ficción de democracia que hay ahora en Amsafe. Y una dirección a la que no le tiemblen las rodillas para apelar a una lucha conjunta, coordinada en plenarios de delegados unitarios con otros sectores de trabajadores rompiendo las fronteras gremiales que las burocracias respetan y defienden como su propio territorio de caza, en donde obtienen sus prebendas. Y una dirección dispuesta a impulsar un plan de lucha regional cuando las condiciones, como en este caso, lo reclaman. Una dirección dispuesta a ser parte del torrente revolucionario para derrocar el régimen capitalista que hace agua por todos lados, y abrir paso a una sociedad, socialista, que abra una nueva perspectiva para la humanidad.