La guerra en Europa -que ya lleva 2 años y medio- se profundiza. Ucrania avanzó sobre territorio ruso en la región de Kursk, y Rusia intensificó los bombardeos y avanzó hacia el oeste en la región del Donbass. Ucrania actúa con el apoyo de la OTAN, es decir, EE-UU y Europa, que la provee de armas municiones, servicio de inteligencia y decenas de millones de dólares para que aguante.
En Medio Oriente, tras el ataque de Hamás en octubre del año pasado, Israel que es la principal potencia militar de la región, desencadenó un brutal genocidio contra el pueblo palestino, masacrando sin miramientos a su población civil, atacando escuelas y hospitales, y desplazando a ciento de miles que buscan algun lugar en donde no ser blanco facil de las bombas israelíes. Este fin de semana, se cruzaron ataques con misiles y drones entre Hezbollah (desde el sur del Líbano) e Israel. Y está pendiente una respuesta militar por parte de Irán como represalia por el asesinato del principal dirigente político de Hamás en Teherán la capital de Irán.
El mar del sudeste asiático hay permanentes roces entre China y Filipinas que disputan la soberanía sobre las aguas por donde transita un 40% del comercio marítimo mundial. También Taiwán sufre constantes amenazas militares de China, que ha puesto el año 2027 como fecha límite para proceder a su anexión. Mientras que EE-UU, Japón, Corea del Sur, Australia, Reino Unido y Filipinas han formado un bloque contra China en esa región. Es decir, sea que China actuara militarmente para resolver el conflicto con Filipinas, o atacara a Taiwán, sería un detonante directo para la Tercera Guerra Mundial. Pero esta también podría estallar si en Europa, Rusia decidiera atacar con armas nucleares “tácticas” algún país miembro de la OTAN. O si se desencadenara una guerra más amplia en Medio Oriente que involucre directamente a Irán e Israel.
Hace más de 5 años que venimos advirtiendo que las crecientes contradicciones del capitalismo mundial nos van a arrastrar a una Tercera Guerra Mundial que va a ser catastrófica para la humanidad. Recientemente se conoció la noticia de que a principios de año Biden aprobó un documento secreto que reorienta buena parte de su arsenal nuclear contra China y que autoriza a realizar el primer disparo nuclear (de manera preventiva) sin haber sido atacado.
Las razones que llevan a la Tercera Guerra no dependen de hechos o conflictos aislados, sino de razones estructurales: con el capitalismo mundial en una crisis sin salida, por lo menos desde 2008, es decir, con “una torta” mundial que se achica, EE-UU y sus aliados, no están dispuestos a repartirla con las potencias que se han sentado recientemente a la mesa -sobre todo China aliada con Rusia- y exigen su parte. EE-UU no puede argumentar que lucha “contra el comunismo” como ha dicho durante la “guerra fría”, Corea o Vietnam, porque ni Rusia ni China son comunistas, sino que son potencias plenamente capitalistas desde hace décadas. La razón es clara: se disputan el mercado mundial y los recursos naturales.
Si esa guerra se desatara, ningún país quedaría al margen de las consecuencias, ya que inevitablemente derivaría en una guerra nuclear. Argentina tampoco estará “blindada” contra la guerra. Ni bien asumió el gobierno, Milei se alineó con EE-UU y con Israel. Los viajes de la General Richardson jefe del Comando Sur de las FFAA norteamericanas indican que nuestro territorio abastecerá de lo que necesite a EE-UU y será también asentamiento de instalaciones y bases militares, como ya está ocurriendo con la base naval “conjunta” en Ushuaia. Además, Milei también solicitó ser aceptado como “socio global” de la OTAN y la canciller Mondino firmó hace pocos días un acuerdo para con EE-UU sobre inversiones en minerales “críticos” -como litio y cobre- y energía. En otras palabras, estamos hasta las manos, metidos en el bando de los yankis. Lo mismo pasa con Israel, con cuyo servicio secreto -el Mosad- y la CIA Milei y Santiago Caputo están reorganizando la SIDE.
Ahora estamos sufriendo un duro ataque por parte del gobierno de Milei y todos los gobernadores; la situación social y económica de los jubilados, trabajadores y estudiantes es muy difícil, pero si estalla la Tercera Guerra Mundial será muchísimo peor que todo lo que conocemos. Por eso llamamos a los jóvenes y trabajadores a empezar a discutir y a organizarnos.
27/8/24