México y Argentina: la postración del “progresismo”

El “progresista” AMLO a los pies de Trump

A poco de asumir como presidente Alberto Fernández (AF) emprendió su primer viaje como jefe de Estado. Su destino, Israel. Allí participó en el Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo, en el que también estuvieron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el príncipe Carlos de Gales, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el presidente de Alemania Frank-Walter Steinmeier. Durante su estadía compartió, la cena reservada sólo para jefes de Estado, en la que también estuvo el vicepresidente norteamericano Mike Pence. Pocos días después realizó una gira por Europa. Allí mantuvo reuniones con el Papa, con el primer ministro y el presidente de Italia, Giuseppe Conte y Sergio Mattarella, la canciller de Alemania Angela Merkel, los presidentes de España Pedro Sánchez y de Francia Emmanuel Macron.  Los motivos de este itinerario están claros. Restablecer las relaciones con el sionismo, buscar apoyo para la renegociación de la deuda externa, a la vez que dar una demostración afinidad con el imperialismo europeo.

Sin embargo, su primer viaje al exterior, el 1 de noviembre aun antes de asumir, pero siendo ya presidente electo, y hasta ahora único viaje por el continente americano, fue a México.  También esa fue una señal política para representar, en la persona del presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la moderación de su política exterior. Contra las chicanas opositoras que pretendían obtener de Fernández su confesión de apoyo a Maduro y a pesar de las declaraciones de este y de Diosdado Cabello, exultantes con el triunfo peronista, Fernández eligió la moderación centrista de AMLO.

Ya en tierra mexicana, AF dijo que ambos (AF y AMLO) comparten «la misma visión sobre los desafíos que América Latina enfrenta”.

Pocos días después, para el 8 de noviembre, estaba anunciada en Bs As la segunda reunión del Grupo Puebla. Quizás haya sido por eso, el apuro de AF por viajar a México, aun antes de asumir.

Según Telam, el Grupo de Puebla buscaba “sumar al actual gobierno mexicano, pero como su presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de no abandonar su país por viajes al extranjero, a Buenos Aires llegará Yeidckol Polevnsky, la presidente de MoReNa, el partido en el gobierno”. Sin embargo, finalmente la representante de AMLO no concurrió a esa segunda reunión del Grupo, curiosamente fundado en la ciudad mexicana.

Durante la reunión del Grupo de Puebla realizada el 9 de noviembre de 2019 (realizada entre los festejos por la liberación de Lula, y la caída del gobierno de Evo Morales) AF destacó su visita a México, y sostuvo que ese país fue el ejemplo para retomar la senda del progresismo en el continente. Es el primer presidente mexicano que en décadas vuelve a poner la mirada en América Latina», aseguró. Pero la realidad indicaba, que ni su representante estaba en esa reunión.

Unos meses más tarde el 26/6, el presidente AF compartió una teleconferencia con el ex mandatario de Brasil Luiz Inácio «Lula» Da Silva, y remarcando sus diferencias con la mayoría de los actuales presidentes de la región, consideró que sólo el mexicano Andrés Manuel López Obrador y él quieren «cambiar el mundo».

Y nuevamente la realidad contradijo las expectativas de AF. AMLO cambió su “decisión de no abandonar su país por viajes al extranjero” para asistir a la reunión a la que fue convocado por Trump. Quizás por casualidad el viaje de AMLO (su primer viaje al exterior en 19 meses de gobierno) a EE-UU coincidió con el aniversario de la creación del Grupo de Puebla. Así que mientras que AMLO se reunía con Trump, AF hacia su video conferencia con Lula para conmemorar dicho aniversario.

Ya en tierra del imperialismo yanki, Andrés Manuel López Obrador le dijo al presidente de EE-UU: “Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí. Para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”. “Usted nunca ha tratado de imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía”.

AMLO, que lamebotas!! Por no utilizar otras expresiones más groseras, aunque se las merece. ¿Este es el presidente con el cual se siente identificado AF?

De pronto parece que ante el imponente mausoleo de Abraham Lincoln AMLO hubiera olvidado los agravios racistas de Trump contra su pueblo, cuando ha acusado reiteradamente a los inmigrantes mexicanos de criminales, violadores, traficantes y hasta de animales. 

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Pero la sumisión al imperialismo yanki, no es sólo política, sino por supuesto también económica: El T-MEC, que tiene aún mayores ventajas para el capital estadounidense que el anterior tratado. 

Siendo que no había ninguna razón ni necesidad relacionada con el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) utilizado como excusa para la reunión, por lo cual el presidente de Canadá –también invitado- no asistió, la única explicación del viaje y del comportamiento de AMLO, es que su objetivo fue ayudar a Trump a ganar votos del electorado mexicano que abarca el 25%, el grupo más numeroso de los 45 millones de inmigrantes que habitan EE-UU. Gran parte de los mexicanos, instalados mayoritariamente en California y Texas, trabajan como obreros agrícolas y en la construcción, en frigoríficos, restaurantes, etc. Y como ocurre en todos los países con los inmigrantes, trabajan con sueldos muy bajos y sin derechos laborales, especialmente los indocumentados, muchos de los cuales llevan más de una década en esa condición.

AF, silbando bajito, da pasos por el camino de AMLO

¿Será entonces que AF se quedó solo, como el único que quiere cambiar el mundo? No parece, para nada.

Como muchos trabajadores están empezando a ver, AF le habla de una manera a los empresarios y a los gobiernos de las potencias imperialistas, y mantiene otro discurso para “la tribuna”, es decir para su base de apoyo electoral.

Ante las recientes críticas planteadas por Hebe de Bonafini por los invitados elegidos para la conmemoración del día de la independencia, los empresarios representantes de 6 cámaras patronales (incluyendo a la Sociedad Rural), y el “gordo” Héctor Daer, uno de los burócratas de la CGT más sometido (tanto a este gobierno como al anterior de Macri), AF le respondió: “Mi compromiso fue y es el de siempre: con los que menos tienen”.

Después de sonreírle a la gran patronal de la industria y el comercio, y a la “oligarquía” agraria y financiera, ahora AF se apresta para seguir el camino de sumisión emprendido por AMLO. El aperitivo de esa orientación, fue la posición del Gobierno en torno a Venezuela, expresada hace unos días por el embajador argentino ante los organismos internacionales, en Ginebra al manifestar su profunda preocupación por las violaciones de derechos humanos en Venezuela e instar a cumplir con las recomendaciones de la ONU y pedir “elecciones justas y creíbles”. El contenido real de esas declaraciones hechas en el lenguaje diplomático, fue felicitado por Patricia Bullrich hoy considerada “el ala dura” del PRO: «Es un reconocimiento tardío pero correcto», dijo. También causo beneplácito en el gobierno yanki, que consideran estas declaraciones como un aval a sus ataques al gobierno de Maduro. 

Y no es que no sean ciertas las violaciones a los derechos humanos y la persecución a activistas y dirigentes del movimiento obrero que se atreven a hacer huelgas o manifestaciones reclamando por necesidades elementales de los trabajadores. Pero un amplio sector del kirchnerismo interpretó estas declaraciones como lo que son, una agachada ante el amo yanki: “Se hace intolerable algo como lo de Venezuela, ver a un Gobierno que uno imaginó de centroizquierda, de rodillas frente a los Estados Unidos, frente a Trump”, dijo el periodista kirchnerista, Víctor Hugo Morales.

Luego de reiterar que “Estamos preocupados por los derechos humanos en Venezuela”, Alberto Fernández expondrá sus “intenciones” de acercamiento y buena voluntad al capital financiero yanki el 21 de julio en una tele-conferencia del Council of Américas, un importante foro empresarial de Estados Unidos.

Mientras AMLO se arrastra con Trump, hasta tal punto que se declaró su “amigo” (“Fallaron los pronósticos, somos amigos”, dijo), México ya ha superado a Italia en número de fallecidos por coronavirus, al alcanzar las 35.006 muertes y se ha situado como el cuarto país más afectado por la pandemia a nivel mundial en cuanto a decesos.

Y mientras AF quiere ir a pedir la escupidera allí mismo donde AMLO se arrastra, la pobreza en Argentina ya supera el 40% y subiendo, y desde que comenzó la cuarentena se perdieron 900 mil puestos de trabajo, entre formales e informales, independientes, etc.

Del imperialismo norteamericano ni de ninguna potencia imperialista o capitalista, Argentina puede esperar ayuda. Menos todavía en el marco de la pavorosa crisis que se desarrolla en el plano mundial. Si la intervención de Trump puede ayudar a que el FMI no nos ahorque, eso será pura y exclusivamente en su conveniencia, para seguir saqueando la riqueza que producen los trabajadores argentinos. Pero una cosa es segura, el flujo de dólares que va a parar a las arcas del capital financiero imperialista es mucho mayor que los “prestamos” usurarios que reciben y dilapidan los gobiernos capitalistas de turno. 

AB, 17/7/20

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