El gobierno a los tumbos

El gobierno ya venía a los tropezones. Tuvo que aumentar a niveles altísimos las tasas de interés que pagan las Lecaps (Letras capitalizables del Tesoro Nacional) para evitar que los pesos de los bancos fueran a comprar dólares y aumentaran su cotización. Milei-Caputo no quieren que aumente la inflación justo antes de las elecciones. Tuvieron que obligar a los bancos a comprar forzándolos con un aumento del encaje. Aun así, el dólar trepó varios escalones y la inflación subió más de lo que dice la estadística trucha del Indec.

Junto con este aumento de la inflación que golpea los bolsillos de los trabajadores, las altísimas tasas de interés hacen crecer la morosidad de las tarjetas de crédito y afectan a las empresas profundizando la recesión, con su consecuencia de despidos, suspensiones, problemas para el pago de los sueldos, etc.

Este mar de fondo indica que la actual política económica no se puede sostener, y preanuncia cambios para después de las elecciones que afectarán a los trabajadores. El “plan” del gobierno de usar el dólar barato y la recesión como anclas antinflacionarias está en crisis. Los dólares que esperaban de las inversiones extranjeras no sólo no llegan, sino que varias empresas se van. Los dólares que salen desde que se abrió parcialmente el cepo en abril son equivalentes a los 14 mil millones dólares que entraron con el salvataje que le tiró el FMI. Las patronales industriales y agroexportadoras presionan por una devaluación y la rebaja de impuestos. Después de octubre el FMI volverá a presionar para que el gobierno compre dólares para pagar los vencimientos de la deuda en 2026. Es decir, que lo más probable es que el gobierno deje subir el dólar hasta “su valor de mercado”.

En otras palabras, devaluación y con ello más inflación. Más hundimiento en la miseria. Y salarios a la baja, para aumentar las ganancias patronales. Siempre es a costa de un mayor sacrificio de los trabajadores. La crisis capitalista es una frazada corta, o sube la inflación y el costo de vida o sube la desocupación. Mientras esto ocurre los especuladores se llenan de plata y crece la deuda que nos quieren hacer pagar a latigazos.

En medio de esta situación crítica desde el punto de vista económico y financiero, estalló como una bomba el asunto de los audios de Spagnuolo que enchastran hasta la coronilla a los Menem, a Karina y a Milei. Esta denuncia casi opacó el caso del fentanilo adulterado que provocó la muerte de más de 100 personas. De pronto, los que habían creído que Milei era diferente a los políticos corruptos de “la casta” y no les había alcanzado el caso Libra, ahora están cayendo en la realidad. La banda de los libertarios resultó tan corrupta como los kirchneristas y los macristas. Es que la corrupción es propia de los negocios de los empresarios con el Estado, en todos los gobiernos capitalistas.

Al día de hoy es dificil prever las consecuencias de esta crisis que llegó hasta la cúspide del poder gubernamental y todavía tiene al “triángulo de hierro” atontado, sin saber cómo responder. Es que no solamente fue muy contundente e inapelable la denuncia, sino que todavía no se sabe muy bien de donde viene el garrotazo y hasta adonde pretende llegar. Tan es así que los Milei y los Menem, todavía no han podido argumentar una defensa coherente. Hasta ahora todavía se están preguntando quien está detrás de esta denuncia ¿es solamente algún despechado de la LLA? ¿Es una disputa de “negocios” entre laboratorios? ¿O viene de alguno de los factores de poder afectados por la política económica del gobierno?

Si estos audios tienen más de un año como dicen, hacerlos públicos ahora revela la intención de afectar electoralmente al gobierno ¿Será para evitar que a Milei se le suban los humos a la cabeza y pretenda cortarse solo sin negociar con otros sectores? ¿Será para favorecer al “club de los gobernadores”? O ya le están preparando la sucesión. Todavía no está claro.

Milei, como boxeador grogui, se ríe y dice “no me dolió”: así fue al acto que le organizaron en Junín a ratificar su amor por Karina “el jefe” y a decir que “los kukas están molestos porque le estamos afanando los choreos”. Luego se agarran desesperadamente de las cuerdas y miran al rincón del manager imperialista: “Declaran organización terrorista al Cartel de los Soles” para hacerle gamba a Trump en su ofensiva contra el gobierno de Maduro esperando su apoyo en reciprocidad.

Parece que nadie quiere mover mucho el bote por miedo al naufragio. Macri y los principales dirigentes peronistas (Máximo Kirchner, Kicillof y Massa) todos están callados. Un sector de empresarios le tiró un tibio salvavidas: “La entidad (IDEA) realizó una encuesta entre ejecutivos de la que surge que casi el 60% espera un avance “moderado” de la actividad el año próximo”. Según el medio LPO “Sólo Galperin, Eurnekian y Bulgheroni salieron a respaldar al presidente. Sugestivo silencio de industriales, banqueros y los laboratorios….Las escasas muestras del establishment a Milei en su peor momento ponen en evidencia un giro muy fuerte respecto al abrumador apoyo que los empresarios le dieron al presidente durante todo el primer año de su mandato. Ese apoyo, evidentemente, ya no es tal”.

A los audios de Spagnuolo se le empiezan a agregar denuncias de otros hechos de corrupción como los chats que comprometen al Gobierno en un plan para quedarse con la obra social de Uatre. Lo último es que apareció un audio de Karina grabado en la Casa Rosada, con la amenaza de que hay más.

El bochornoso episodio de la frustrada caravana electoral por el centro de Lomas de Zamora, que terminó en huida apresurada de Milei, Karina y Espert ante los insultos de manifestantes opositores, muestra a un gobierno debilitándose a saltos.

Esta situación seguramente se va a expresar en las elecciones del 7 de septiembre, con un alto porcentaje de la población que no va a ir a votar y en una derrota segura de LLA, más amplia que la esperada hasta hace poco.

Muchos trabajadores tienen expectativas en que el gobierno caiga. La combinación de un mal resultado electoral, un agravamiento de la situación financiera, en un marco de acusaciones de corrupción es evidentemente un terreno muy desfavorable para Milei y le ha provocado una crisis política. El gobierno da manotazos en el agua como quien caminó demasiado lejos de la orilla y ya no hace pie. Pero si el gobierno tiene posibilidades de salir a flote, es porque esta crisis se desarrolla sobre una situación de gran chatura de la lucha de clases.

La burocracia sindical se ha encargado de desinflar la voluntad de lucha y desmoralizar a los trabajadores. El kirchnerismo juega dentro del sistema, esperando recuperarse en las elecciones de 2027. La “izquierda” (FITu), en modo socialdemócrata, pide el voto para tener más diputados en el Congreso, recreando una ilusión reformista. En lugar de desenmascarar al Parlamento esa institución del régimen burgués, la presenta como si fuera una alternativa popular para derrotar la política del gobierno.  

Cualquier crisis impulsada desde arriba por los factores de poder que obligue al gobierno a renunciar será resuelta también por un nuevo gobierno puesto desde arriba. Por el momento todo indica que la gran patronal y el imperialismo todavía no le sueltan la mano al gobierno de Milei, solamente porque no tienen listo un recambio adecuado con que reemplazarlo y porque quieren sacarle todavía más provecho esperando que en los próximos meses avance con las “reformas estructurales”, la laboral, la previsional y la impositiva.

En las elecciones bonaerenses del 7/9 y en las nacionales de octubre muchos trabajadores no irán a votar, como una manifestación de rechazo pasivo a todo el sistema político. Es una acción defensiva y desde nuestra posición un llamado a la independencia de clase, un mensaje para el conjunto de los trabajadores, que dice “no dejemos que nos sigan engañando” por los partidos patronales y los que colaboran desde la “izquierda” con el régimen capitalista. Prepara el terreno para encontrar una salida a nuestra situación por el único camino posible, que no es votando, sino mediante la lucha y la organización, hasta derrotar a Milei y a todo el régimen capitalista.

Para pasar de un defensivo y pasivo rechazo, a la ofensiva para cambiar las cosas a favor de la clase trabajadora hace falta que los trabajadores conscientes nos organicemos, no solo en agrupaciones para las luchas sindicales, estudiantiles o populares, sino en un partido socialista y revolucionario para preparar la lucha por el poder.

1/9/25


			

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