A menos de un año de las elecciones se agudiza la lucha interna del MAS. Necesitamos construir un partido revolucionario de los trabajadores.

Una Tregua tras 3 semanas de bloqueos:

Hoy, viernes 8 de noviembre, cuando se cumplían 24 días de bloqueos en Bolivia, los manifestantes decidieron suspender la medida por 72 horas. “Vamos a hacer una pausa con vigilia y vamos a levantar momentáneamente los bloqueos”, anunció en conferencia de prensa el dirigente campesino Humberto Claros (CSUTCB).

La protesta comenzó el lunes 14 de octubre en respaldo al ex mandatario que enfrenta una posible aprehensión por no haberse presentado a declarar ante la Fiscalía en una investigación que lo acusa de trata de personas y estupro. Busca además la validación de un congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) de mediados del 2023 que ratificó el liderazgo de Morales y lo proclamó candidato a la Presidencia en 2025. Como cobertura discursiva fueron sumando demandas socioeconómicas.

El 27 de octubre cuando Morales se dirigía a su programa de radio, su vehículo fue baleado con al menos once disparos, en una acción que denunció como un intento de asesinato deliberado ordenado por el presidente Arce y que el Gobierno justifica argumentando que la comitiva de Morales se saltó un retén antinarcóticos, atropelló a un policía y abrió fuego contra los agentes. Más allá de una u otra versión, de lo que no quedan dudas es que esta vez no fue un show, la balacera fue real.

A esto continuó la toma de un cuartel en el Chapare por los manifestantes y la presunción de un estado de sitio en dicha región. Lo cual finalmente no ocurrió.

El viernes 1 de noviembre, el ex presidente ya había pedido a las organizaciones sociales que se replieguen pero éstas mantuvieron al menos 15 piquetes, la mayoría en el departamento de Cochabamba. Repitió la petición el pasado martes 5. A pesar de estos llamamientos públicos cuesta creer que la medida de fuerza haya continuado sin la venia del jefe del MAS.

Las 6 federaciones del trópico de Cochabamba (cocaleros afines al evismo) anunciaron que domingo 10 de noviembre convocarán un ampliado para determinar nuevas medidas de presión.

Un año signado por la lucha interna del MAS:

Este bloqueo no es un hecho aislado, todo el año ha estado signado por la pugna entre la fracción evista y el gobierno por el control del partido. Recordemos que en enero ya hubo 12 días de bloqueos.

Luego, el 26 de junio tanquetas militares cercaban la plaza Murillo e ingresaban al palacio de gobierno al mando del general Juan José Zúñiga. La alerta por un golpe de estado en curso repercutió rápidamente en el país y toda la región. Pero con el correr de las horas todo quedó en un gran signo de interrogación de que haya sido un montaje del propio gobierno, argumentos no faltan.

Lo cierto es que Zúñiga era los días previos el más ferviente enemigo de Evo Morales con un protagonismo y un nivel de confrontación mediática que quizá Arce haya juzgado excesivo, habiendo tomado la decisión de apartarlo del cargo. El hecho nunca quedó esclarecido del todo, si fue un auto golpe o una aventura golpista mal calculada de un General resentido (hasta Añez y Camacho se desmarcaron de él a pesar de que prometió liberarlos), lo que es innegable, aun cuando la variantes mencionadas sean tan opuestas, es que en los hechos concretos terminó siendo un capítulo más dentro de la lucha masista por el poder del Estado.

Vale aclarar que no le restamos importancia a lo que significa un intento de golpe de estado, (siempre desde la perspectiva de las organizaciones de la clase obrera y no de las instituciones “democráticas” de la burguesía), pero debe valorarse en qué se apoya para que sea un caso serio. La ausencia de evidencia del imperialismo como agente propulsor, sea organizando directamente, financiando, instruyendo, apoyando, etc. La falta de apoyo de todo sector de la burguesía nacional, la ausencia de un ambiente social convulsivo (aunque la crisis sea fuerte) donde la pequeña burguesía oscila a derecha y la clase obrera queda parcialmente paralizada. Son todos elementos característicos que favorecen el intento y el éxito de un golpe, y cuya inexistencia dieron al acontecimiento una expresión caricaturesca, sea como montaje o como aventura. Y por tanto, es necesario señalarlo como un episodio dentro de una pugna en curso de más amplitud.

En todo caso, la facilidad con que un destacamento militar puede tomar el palacio de gobierno ante la mirada atónita de la población, se debe a la fragilidad de la cobertura democrática capitalista donde las armas están monopolizadas por las fuerzas represivas. Es decir, el show o la aventura son respectivamente creíbles o posibles por la naturaleza del capitalismo y no por los fundamentos del caso particular.

Entonces, para que el árbol no nos tape el bosque, es importante encontrar la vinculación entre estos destacados acontecimientos.

Hace año y medio escribimos:

En Bolivia no hay alternativas políticas para los trabajadores. Todos los partidos responden a diferentes sectores empresariales. Es en este sentido que se deben analizar los conflictos internos del partido de gobierno. El MAS sufre una fractura interna que se hizo pública el 3 de septiembre de 2022, cuando Morales denunció que era víctima de “un plan negro” de parte del Gobierno […] Por ahora, la debilidad de la oposición —política y regional— hace que la disputa se desarrolle en el interior del oficialismo […] .

Tanto en ese artículo de julio de 2023 como en el artículo https://causa-obrera.org/index.php/2024/02/16/bolivia-tras-12-dias-de-bloqueos-se-instaura-un-cuarto-intermedio/ de febrero de este año, explicamos de forma pormenorizada la lucha interna del MAS y los detalles de la gestión de la crisis por el Gobierno a favor del capitalismo y en contra del pueblo trabajador. Es importante releerlos porque nuestros pronósticos de entonces se han ido cumpliendo uno tras otro.

Que el árbol no nos tape el bosque. Un recuento necesario:

Por eso, tan pronto como los destacados acontecimientos de este año son analizados en torno a la pugna al interior de MAS por el poder estatal, en un contexto de crisis y ajustes del gobierno a los trabajadores, todo cobra mayor claridad. Es necesario recalcar varios puntos importantes:

1 – La crisis política al interior del MAS es la pugna de sectores burgueses nacionales que succionan al Estado para acumular capital.

2- Como burguesías de un país de capitalismo atrasado son serviles del imperialismo mundial, testaferros, socios menores, lacayos.

3- El MAS no es un gobierno propio del imperialismo yanqui, pero siempre le aseguró sus ganancias. También protegió los intereses de China (deuda, obra pública), Japón (Sumitomo), Alemania (litio), España (Repsol), Canadá (Panamerican Silver), por nombrar algunos.

A la burguesía agroindustrial (sojeros, ganaderos, madereros) a pesar de su oposición política le dio todo, ampliación de la frontera agrícola con una tasa de deforestación de 100mil has anuales (3° mayor del mundo), leyes (de chaqueo, legalización de desmontes) que favorecieron los incendios de 2019 y de este año que fueron verdaderas catástrofes ambientales. Naturalmente Añez también hizo mucho por este sector, del que es representante directa, en su breve paso por el palacio de gobierno.

2019 demostró que sigue siendo el partido más conveniente para seguir expoliando al país, porque es el que todavía mejor puede contener el movimiento de masas.

3- En ese sentido la victimización de Arce o de Morales no tiene nada que ver con un ataque del imperialismo como cada uno afirma, porque no tienen nada de anti imperialistas. Cuando vemos vehículos blindados en plaza Murillo o llover balas a un auto en el que va Evo es fácil vender la idea de que esta el imperio yanqui detrás de todo, pero es falso. Aunque cada facción del imperialismo tenga siempre sus preferencias y sigan todo atentamente, las balas que están corriendo, aun cuando realmente sean de plomo y no de fogueo, es entre las facciones masistas por definir cuál de las dos se va a sentar en el palacio quemado en 2025.

4 – El pretendido anti imperialismo del MAS fue una serie de débiles concesiones a la clase obrera y populares para sofocar su fuego revolucionario que tuvo como punto más álgido octubre de 2003 en la guerra del gas. El resultado fue salvar al capitalismo de sus crisis.

5 – Incluso el mayor logro en materia de “soberanía”, el más publicitado, y por el que más dinero ingreso, fue una falsa nacionalización de hidrocarburos. Las 9 transnacionales de tiempos de Goni siguieron operando y dominando la política hidrocarburífera.

6- El Estado vivió de la renta petrolera, su lema para las petroleras era “exporten más que les conviene a ustedes y nos conviene a nosotros”. A medida que la crisis mundial derrumbaba los precios de las materias primas, el gobierno alentaba cada vez más el extractivismo.

7 El extractivismo  tuvo su correlato en la ausencia de exploración y perforación. Siempre es más barato llenar barriles y abrir una válvula que buscar reservas. El resultado lo previmos y alertamos hace una década, las reservas se agotarían.

8- En definitiva, la crisis económica actual en Bolivia es producto de la política capitalista del MAS en el contexto de la crisis capitalista mundial. Pero no capitalista para industrializar creando una fuerte burguesía nacional, tal perspectiva para un país semi colonial solo existe en los libros de Linera, sino capitalista subordinada al imperialismo, expoliando los recursos naturales.

9 – Esa crisis se expresa en: a) Crisis energética, se importa en diésel más de lo que se exporta en gas (el 85% del diésel consumido en el país es importado, así como el 58% de la gasolina). Esto amenaza con una quita de subsidio (gasolinazo) como ya intento infructuosamente el MAS en 2010. En ese entonces un levantamiento espontaneo de la población obligo al gobierno a dar marcha atrás en apenas una semana.

b) Deuda externa histórica superior a los 13mil millones de dólares. Los agentes de crédito consideran al país un deudor de alto riesgo y por tanto, si se le presta, es a mayor interés. Bolivia ya está en riesgo de caer en default.

c) Deuda interna histórica de 9400 millones de dólares; el principal acreedor es el Banco Central (54%) pero el gobierno debe controlar los dólares del BCB para que el tipo cambiario no se dispare (hasta ahora subió un 50%, de 7 a 10,5), por eso recurre a la siguiente fuente más jugosa de dólares, el fondo de pensiones que fue estatizado y maneja directamente mediante una administradora, al punto que ya abarca el 42% del total. La única riqueza que se socializa en Bolivia es la que incluso según la propia ley burguesa es de los trabajadores. Mediante inflación o devaluación el Estado nos devolverá solo una parte.

d) El dólar, si bien frenó su alza el último semestre, trepó lo suficiente para llevar al límite a la población cuentapropista precarizada, que es mayoría en el país, porque vive de la venta de productos importados al menudeo y se han encarecido, elevando su costo de compra y reduciendo su demanda.

e) Inflación. Este 2024 ya es de 7,26%, el doble de lo pronosticado por el gobierno. Suena baja si se la compara por ejemplo con Argentina donde actualmente esa cifra es bimensual, sin embargo hay que considerar que más del 80% de la población trabaja en el sector informal donde no existen ni paritarias ni legislación laboral como cumplimento del salario mínimo, mientras que en el sector formal la COB firma acuerdos anuales por lo que la pérdida del salario real no tiene ninguna compensación a lo largo del año.

(Para un análisis más profundo de estos puntos sugerimos leer los artículos mencionados más arriba)

10- Ninguna de las facciones del MAS, ni ningún otro partido burgués, es capaz de mitigar los efectos de la crisis, mucho menos cuando estamos a las puertas de una guerra mundial que exponenciará las calamidades que sufrirán los pueblos. Un nuevo ciclo de acumulación capitalista en Bolivia deberá pasar previamente por un gasolinazo, o una serie de devaluaciones, o un default, o un robo descarado a los fondos de pensiones o de pequeños ahorristas, o una combinación, o incluso todo eso junto. Para efectuarse ese programa deberá vencer primero la resistencia de la clase trabajadora. Aunque haya grandes dificultades, y la primera es la inexistencia de un partido revolucionario, no anticipamos la derrota de nuestra clase ante un programa de ajustes tan brutal. La  vanguardia debe organizarse en partido revolucionario porque la salida socialista es la única viable para nuestra clase.

11- Por eso, la pugna masista por el poder, no tiene nada que ver con dar solución a nuestros problemas, su único interés es seguir succionando de todos los negocios que el Estado burgués les permita. Pero, como quien gobierne deberá continuar aplicando el programa de ajuste en curso, en los hechos aspiran a ser los gobernantes que nos sepulten en una miseria aún mayor.

12- Es por estas murallas, que el propio sistema creó y que ahora tiene que derribar, que el Estado se prepara para grandes convulsiones sociales, y comienza a hacerlo mediante el discurso. Lo que se critica de Evo, desde todos los medios de comunicación, desde el gobierno y desde todos los demás partidos políticos, e incluso desde la iglesia, no es la hipocresía repugnante con la que en realidad defiende intereses empresariales, sino sus métodos para demostrar su fuerza.

Pero esos métodos, bloqueos, huelgas, toma de instituciones, son propios de nuestra clase debido a que luchamos contra un Estado burgués cuya democracia nos impone como válidas solo las vías muertas que se ajustan a sus libros de contabilidad. Por lo que para imponer nuestros intereses debemos trascender los límites de la legalidad burguesa.

Por eso, el propio Morales atacó esos métodos cuando fue la clase obrera la que los utilizó contra su gobierno (ej. 2010 gasolinazo, 2012 en la lucha contra la ley de pensiones). Mientras que los representantes políticos de la burguesía tradicional (agroindustria) no tuvieron empacho en aplaudir esos mismos métodos cuando pudieron encabezarlos y dirigirlos contra el gobierno de Evo en 2019 luego del fraude electoral.

Que algunos de nuestros enemigos de clase y/o sus representantes políticos los utilicen de vez en cuando contra otros de nuestros enemigos de clase en el poder, no les resta legitimidad como métodos nuestros, al contrario, si los usan es porque son efectivos. Los trabajadores debemos rechazar esa opinión pública que pretende modelar nuestro comportamiento con prejuicios que la propia burguesía nunca respeta.

13- Ante la falta de un partido que exprese y defienda los intereses de los trabajadores, toda protesta actual parece orquestada por el evismo. Pero la crisis económica es fuerte y golpea duro. Al Gobierno y a la oposición de Oriente les conviene señalar a Morales como el diablo generador de todos los males, para mejor disimular la gestión de la crisis ajustando al pueblo trabajador. Al evismo también le conviene porque esto hace creer que tiene mayor apoyo y fuerza de lo real.

14- En necesario crear el partido revolucionario de los trabajadores en Bolivia, de otro modo el descontento social se canalizara una vez más a través de alguna de las variantes patronales. Es el fracaso gubernamental ante la crisis capitalista la que revitaliza figuras desgastadas como la de Evo y de los referentes de la burguesía tradicional, Camacho, Tuto, Manfred, Costas, Doria Medina, Mesa. Como ya dijimos todos ellos están deseosos de ser el próximo que nos ponga su bota contra el cuello.

15- Solo un partido revolucionario puede hacer que la crisis la paguen quienes la generaron, pero como se explicó no puede ser dentro del capitalismo. Es necesario expropiar los grandes medios de producción. Todas las petroleras, mineras, todo el agro. Sin embargo, la revolución boliviana no tiene perspectiva sino es como repúblicas socialistas de América Latina que combaten por la revolución mundial. Esto no significa que las revoluciones en los países de la región deban ser simultaneas, tal cosa es imposible, significa que la clase obrera se debe organizar en un partido internacional y que tan pronto como logre conquistar el poder en algún país lo utilice como palanca para apoyar al proletariado de los demás países en su lucha contra el capital por la destrucción del Estado burgués y la creación de Estados obreros, herramienta necesaria en la lucha por una sociedad socialista mundial que acabe con la explotación de clase.

Joaco, 8/11/24

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