El gobierno aparece paralizado para la política en general, sobre todo después de los misiles que le lanzó CFK, no precisamente usados para ganar la guerra contra la inflación, sino para volcar la relación de fuerzas electoral interna del Frente de Todos hacia su corriente “kirchnerista”.
Sin embargo, aun en medio de su crisis, una vez firmado el acuerdo con el FMI, el gobierno ha dado luz verde a los empresarios para que avancen según se los permita la relación de fuerzas contra los trabajadores. Un flanco claro de ataque es la baja del salario por medio de la inflación, que la burocracia sindical deja correr sin mover el culo de los sillones, y que cuando se “reabren” las paritarias parece inalcanzable. Muy atrás, tan lejos que parece haber sido dicho hace años, queda la promesa de “Alverso” Fernández de que en este año los salarios le ganarían a la inflación. Pero la realidad indica que para la gran mayoría de los trabajadores el salario viene perdiendo con la inflación hace 5 años seguidos, abarcando tanto los dos últimos de Macri y todo lo que va del gobierno “popular” de los Fernández, y por lo que no se le puede achacar la culpa ni a la pandemia ni a la inflación.
Arrancan las luchas por el salario
Es por eso que tras un largo periodo durante el cual casi no hubo luchas, la clase trabajadora ha vuelto a mover sus músculos, ante los efectos de la política económica del gobierno, que ha provocado un gran retraso del salario respecto de la inflación.
En algunos casos, cuando las patronales y la burocracia ni siquiera amagan con reabrir las paritarias, el retraso del salario frente al costo de vida es tal, que estalla el conflicto, de manera “autoconvocada” pasando por arriba de la burocracia sindical.
Es el caso de los docentes de La Rioja, y un poco antes las de San Juan y Misiones. Pero también fueron a la huelga los docentes de Chubut encuadrados gremialmente en Atech, contra la burla del gobernador “massista” del Frente de Todos que ofreció en la mesa paritaria un 15% en tres cuotas. Los resultados de las luchas son dispares: los docentes misioneros fueron derrotados, represión mediante; los de San Juan consiguieron arrancarle al gobierno un aumento por encima del pactado por la burocracia en la negociación paritaria. En La Rioja, aunque el gobierno quiere imponer un acuerdo que consiste en un aumento de $15 mil en tres cuotas firmado con la burocracia sindical, la lucha de los autoconvocados sigue con paros y cortes de ruta.
Gobiernos y patronales impulsan reformas laborales sector por sector
Es importante destacar que los gobiernos de CABA y provinciales han comenzado una ofensiva contra los docentes para imponer una reforma laboral. El gobierno de Larreta ya impuso la reforma en CABA, ante una débil respuesta de la burocracia sindical Celeste-peronista con apenas un paro el mismo día de la votación. Es decir, la dejaron pasar. Paralelamente el diputado Finocchiaro de JxC presentó un proyecto en el Parlamento nacional para limitar el derecho de huelga de los docentes. Pero la ofensiva reaccionaria contra los docentes no es exclusiva de la coalición opositora JxC. También en San Luis, provincia gobernada por los peronistas Rodríguez Saá, está planteada la reforma del estatuto docente y un avance significativo de la privatización de la educación, por medio de la expansión de las escuelas “generativas”, que son financiadas por el Estado, pero administradas por fundaciones, asociaciones, ONG, o empresas que nombran una coordinación general, y funcionan como escuelas privadas, con personal docente contratado sin derechos laborales ni sindicales, con personal auxiliar y no docente constituido por beneficiarios de planes sociales (es decir, utilizados para precarizar el trabajo y liquidar el salario), y en donde cada escuela tiene su propio “proyecto” educativo.
Pero no es solo en docentes o en algunos sectores estatales (municipales de Santa Fe) en donde avanza la reforma laboral. Es sabido que dado el rechazo y la contundente movilización de vanguardia de fines de 2017 que impidió la votación de una reforma laboral bajo el gobierno de Macri, la línea del gobierno y las patronales acordada con las burocracias sindicales es hacerla pasar fabrica por fabrica o gremio por gremio.
Sobre todo, las grandes patronales vienen queriendo imponer un nuevo régimen de horas de trabajo, extendiendo la jornada laboral obligatoria a los fines de semana.
Ese régimen laboral, ya pasó en Toyota, avalado por la burocracia de Pignanelli. También en las fábricas del neumático, cuyo gremio, el Sutna, lo dirige el PO.
En este momento los obreros del Sutna, encabezados por su dirección sindical, están desarrollando un plan de lucha, reclamando que las jornadas laborales del fin de semana se paguen al 200%, el lugar de al 100% como es ahora.
Pero también en la fábrica Bagley (Arcor) de Córdoba, está en curso una lucha contra la obligación de trabajar los fines de semana, aunque ahora el Ministerio de Trabajo les dictó la conciliación obligatoria.
Trabajadores de la salud también luchan
Los trabajadores de la salud están en lucha en varias provincias. En este sector avanzó mucho la precarización laboral a través de los contratos de diverso tipo. Encabezados por la Junta interna de ATE los trabajadores del hospital Gamen está luchando con asambleas y paros reclamando por la falta de funcionamiento de la calefacción, los pases a planta de los monotributistas y la finalización de los contratos COVID; Trabajadores del SIES Rosario y Santa Fe, por las condiciones de trabajo y el pase a planta de los contratados; lo mismo que los trabajadores monotributistas del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria (Santa Fe). Y los trabajadores de la salud pública (ASSPUR) de Río Negro, por salarios en el marco de las discusiones paritarias.
¿Qué quiere el partido Obrero de Moyano?
También hubo importantes movilizaciones de las organizaciones sociales de trabajadores desocupados (llamados piqueteros) no oficialistas, encabezadas por el Polo Obrero, la Unidad Piquetera y el MST.
El dirigente Belliboni del Polo Obrero, junto con otros dirigentes de la Unidad Piquetera, se reunieron con la CGT en una cita aparentemente concertada con Pablo Moyano, a la que este no acudió y en su reemplazo los piqueteros fueron recibidos por un burócrata de la segunda línea Plaini (sindicato de canillitas) para plantearle que la CGT convoque un paro nacional. Paralelamente Crespo (PO) del Sutna se reúne y se saca fotos con Moyano, el que a su vez no tiene ninguna vergüenza en sacarse fotos con el embajador yanki. Cuál es el sentido de esta forreada a la burocracia moyanista de la CGT, no se sabe. Omar Plaini es integrante del PJ bonaerense bajo la dirección de Máximo Kirchner y ambos Plaini y Moyano entusiastas aplaudidores del discurso de CFK en la CTA de Avellaneda, en donde la “jefa” se pronunció contra los movimientos sociales, casi al unísono con la feroz campaña de la derecha contra el PO y otras que se movilizan. Así la pretendida “táctica” del PO y el Polo Obrero (¿de exigencia a la burocracia sindical?) cae en el más absoluto ridículo.
El engaño del imperialismo verde
Es muy importante para los trabajadores entender como se mueven algunos sectores de la burocracia sindical, ante las líneas que les tiran sectores importantes del imperialismo para promover la conciliación de clase, y fundamentalmente los nuevos negocios, por ejemplo, en este caso los vinculados a la nueva economía “verde”.
Esta nueva línea se despliega para involucrar a los sindicatos con las reformas del medio ambiente, y en consecuencia se ha formado el Frente de Acción Ambiental, integrado en Rosario Amsafe, Ate, Siprus, Sindicato de Prensa, Sindicato de Municipales, COAD (Docentes universitarios), la Bancaria, Aceiteros y Jaboneros. Este frente tiene el financiamiento del imperialismo alemán a través de la fundación Friederic Ebert que responde a la socialdemocracia alemana y la bendición del Papa. Hay que destacar que, Amsafe, Ate, Siprus y Municipales, se juntan para llevar una banderita común en defensa del medio ambiente, pero nunca pudieron juntarse para pelear en común un salario que cubra la canasta familiar para los trabajadores estatales que supuestamente representan.
Otra línea que ha calado hondo en los sindicatos es la promoción del feminismo, también impulsado por sectores del imperialismo. Por ejemplo, las jornadas de capacitación de ATE fueron auspiciadas por la fundación Rosa Luxemburgo que esta bancada por Die Linke (La Izquierda) que como su nombre lo indica proviene de una ruptura de la socialdemocracia alemana, con un discurso más a la izquierda, pero que no sale para nada de los marcos del régimen burgués imperialista de Alemania.
Así es que tenemos a unos cuantos sindicatos dirigidos por una burocracia reformista, que “llora” diciendo que los salarios pierden con la inflación y por no tener una política clasista y revolucionaria, lo único que hacen son declaraciones de su impotencia, que en los hechos es pura complicidad con el sistema capitalista. Estos burócratas verdes, azules y celestes y blancos, se envuelven en banderas progresistas, pero solo para marchar ritualmente en cada aniversario del día de la mujer trabajadora (8 de marzo) o en el día del medio ambiente (5 de junio). En el resto del año “hacen como que luchan”, con actitos a los que van los militantes gremiales, o alguna que otra movilización.
Inclusive, sindicatos dirigidos por una burocracia afín a los partidos reformistas como el Partido Socialista o el Partido Comunista chilenos, y nuevas coaliciones políticas, como las que llevaron a Boric al gobierno en Chile, se encubren detrás de la defensa del medio ambiente y la salud de la población para hacer avanzar una política de privatización, por lo menos parcial, de la empresa estatal minera del cobre, Codelco.
Agrupaciones clasistas y gobierno de los trabajadores
Para que los trabajadores podamos desarrollar nuestra lucha, los trabajadores más conscientes y activos debemos organizarnos en una agrupación clasista. A partir de esa organización, según sean la predisposición a la lucha de la gran mayoría de los compañeros podemos impulsar asambleas para luchar por nuestras reivindicaciones. Peleamos contra las patronales y los gobiernos municipales, provinciales y el gobierno nacional que defienden los intereses patronales. Pero también peleamos por derrotar a la burocracia sindical, para poner al sindicato como herramienta de lucha al servicio de los trabajadores. Si la situación lo plantea como una necesidad inmediata y real por las condiciones de la lucha, el movimiento podrá ser autoconvocado y será dirigido por un comité de lucha electo en la asamblea misma. Lo importante es tener en claro que los intereses de los trabajadores son antagónicos a los de las patronales y sus gobiernos, y que es por eso que no se pueden conciliar. Y que la lucha sindical sin una perspectiva política de clase, solo nos lleva para atrás, a la impotencia de sufrir una mayor explotación. Por eso, debemos plantearnos como estrategia, la lucha por un gobierno de trabajadores, que expropie a la burguesía, para imponer un Estado y una economía obrera planificada para responder a las necesidades de la clase trabajadora y el pueblo.
Modesto Castellá; 27/6/22