Cuando los radicales llegaron al poder en el `83 se encontraron que los planes económicos de la dictadura militar (cuyo ministro de economía fue el liberal Martínez de Hoz) habían producido el cierre de cientos de fábricas dejando al 15% de la población en la pobreza. En ese entonces fue un escándalo. La Argentina industrial con su “orgullosa clase obrera”, tenía cinco millones de pobres. Tuvieron que implementar la tristemente recordada “caja pan” para que esa población pudiera subsistir. Los mismos radicales terminaron entregando el poder anticipadamente con una hiperinflación que llevó el número de pobres al 47,3%. Tras la experiencia peronista de la convertibilidad (1peso = 1 dólar) y su explosión bajo el gobierno del radical De la Rúa, la pobreza alcanzó el 54% en 2002.
El reseteo cruel del fin de la convertibilidad produjo un rebote económico que le permitió al kirchnerismo construir su relato progresista mientras se crecía a “tasas chinas” (muy elevadas). Después vino la crisis económica mundial en 2008 y un estancamiento económico prolongado. Después el macrismo, que casi todos sabemos el desastre que significó. Después Alberto y Cristina y la pandemia… A septiembre de 2021 el país cuenta con un 42% de pobres según las estimaciones más optimistas. En niños y jóvenes la pobreza llega al 56%. Esto significa que, de cada 10 jóvenes, 6 son pobres.
“A cada vuelta de la calesita de la crisis argentina, un tendal de pobres queda ahí para ya nunca más volver”, dice el periodista Martín Rodríguez. Y lo que es peor, las recesiones le agregan cal y cemento a esta nueva estructura de clases. Pasamos de tener un 5% de pobres antes de la dictadura a tener a la mitad del país bajo la línea de pobreza en la actualidad.
La necesidad de un “Outsider” para el régimen capitalista
Con una economía absolutamente detonada, con una burguesía sin plan y sin perspectivas, tras el deplorable papel del macrismo, con el peronismo obnubilado tras una nube de pedos, con una izquierda atrapada en los debates parlamentarios, era bastante obvio que un sector de la juventud y del electorado no encontrara un espacio de representación.
Al final, la inmensa cantidad de dólares que la “Atlas Fundation” destinó a pregonar las ideas del liberalismo más talibán, van dando sus frutos. Pero tiene que haber un sector que las escuche. El conjunto de los comunicadores, intelectuales, artistas, etc del mainstream oficialista no termina de comprender el fenómeno Milei. Se muestran preocupados, y hasta incluso horrorizados por la convocatoria que tuvo el mediático economista. ¿y a qué conclusión llegan? Que los jóvenes libertarios son unos frustrados sexuales… Brillante el periodismo de Página12.
Por supuesto la pauta estatal obliga a callar que el peronismo (así como la oposición cambiemita) terminó por convertir el país en un merendero a cielo abierto. Millones de personas reciben subsidios del Estado, planes asistenciales que se vienen multiplicando desde hace décadas, récord de trabajo “en negro”, inflación de dos dígitos desde que se tiene uso de razón, salarios africanos. Pero resulta que, para esa caterva de intelectuales y escribas del régimen, que muchos jóvenes y no tanto, de sectores acomodados o medios, así como trabajadores y de sectores populares como los que acompañaron a Milei en su recorrida por la Villa 31, son “célibes involuntarios” llenos de rencor.
Las crisis económicas siempre generan polarización política. Y a Milei lo vienen paseando por todos los canales de televisión en los horarios de mayor audiencia. A los gritos, con los ojos inyectados en sangre, vocifera contra la “casta política” que por medio de impuestos roban al trabajador. Tiene un mensaje simple y efectivo, por más que su ideología pretenda subyugar a los trabajadores bajo el férreo látigo del capital.
Milei, ¿antisistema?
Milei es empleado de Eurnekián, titular de la Corporación América, representante de la burguesía prebendaria que se enriqueció gracias a los contratos con el Estado Argentino que tanto desprecia este político “antisistema”. También en su currículum figura su paso como asesor de Antonio Domingo Bussi, el criminal condenado por delitos de lesa humanidad en Tucumán. Entre los secuaces que acompañan al referente “libertario” esta Villaruel quien reivindica a los militares del 76, y Delfina Ezeiza que reclama por el regreso de Videla.
Mas que antisistema estos personajes son garantes de “última instancia” del mismo. No cabe duda que serían los primeros en ir a golpear la puerta de los cuarteles en caso de que el pueblo ponga en entredicho al “sistema” capitalista.
The drug is commander cialis http://twomeyautoworks.com/?attachment_id=246 used in the medicine is actually sildenafil citrate acts to protect cGMP enzyme and block PDE-5 enzyme in corpus cavernosum. Saw Palmetto, Horny Goat Weed, Licorice Root are used to kindle sexual craving cialis 40 mg and perk up penile function. They also claimed that these groups of men and women are more likely to smoke. levitra 40 mg http://twomeyautoworks.com/item-7851 By the by, it it order cialis uk is made of Sildenafil citrate.Milei hasta antes de lanzarse a conseguir un puesto político, sólo se dedicaba a lanzar insultos contra la “casta”, y recitaba toda la perorata de la ortodoxia económica ultraliberal. Ahora tuvo que adoptar un discurso político y ya no solo económico. Por eso se tuvo que poner el poncho ideológico de la Alt Right norteamericana, referenciándose en Trump, Bolsonaro y los filo fascistas de Vox – España. De ahí su rechazo al derecho al aborto (con citas bíblicas mediante), su convicción de que el calentamiento global es un “invento comunista”, o que Macri, Larreta y Vidal son “socialistas”.
En la ensalada ideológica de la mente atormentada de Milei, resulta que ahora estaría dispuesto a negociar un acuerdo político electoral con Patricia Bullrich para las presidenciales de 2023. El que venía a destruir a la casta política de repente negocia con la principal saltimbanqui del sistema político argentino.
Todo es comunismo
En las redes muchos bromean diciendo que “comunismo es cuando el Estado hace cosas”. Pero lo que es un chiste, para este sector “liberal – libertario”, es cosa seria. Literalmente sostienen que hay un “avance del comunismo”, que Rodríguez Larreta es un gusano socialista (es obvio que no es socialista), que los científicos que alertan sobre el cambio climático son marxistas, etc.
Llegado a este punto la discusión se hace difícil, sino imposible. El capitalismo tiene como fundamento la propiedad privada de los medios de producción. La producción social es llevada adelante justamente por los trabajadores (que solo poseen su fuerza de trabajo) pero la apropiación de los productos es individual (se los apropia el capitalista). Por el contrario, en el socialismo no existe propiedad privada de los medios de producción y por lo tanto los hombres no están divididos en clases sociales (propietarios vs no propietarios). ¿Dónde ve Milei socialismo en Argentina? ¿Dónde ve que el gobierno de Alberto Fernández o el de Rodríguez Larreta, o en su momento el gobierno de Macri, hayan atentado contra ese principio elemental del capitalismo que es la propiedad privada de las fábricas, de los transportes, o la tierra?
Al parecer eso no es suficiente, porque en el anarco capitalismo mileiísta hasta las veredas deberían ser privatizadas (esto lo sostuvo muy convencido en una entrevista). ¿Se imagina usted teniendo que abonarle a algún cretino para poder caminar por la calle?
Por último, y paradójicamente, Milei y los libertarios sostienen que el origen de todos los males es el Estado. Decimos paradójicamente, ya que es el Estado el garante último, a través de sus fuerzas represivas, del sistema político económico capitalista. Históricamente el Estado nació de la necesidad de tener a raya los antagonismos de clase y por regla general, el Estado lo es de la clase más poderosa, es decir, de la clase económicamente dominante. El Estado es el producto y la manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase
Por eso Engels sostenía que el “moderno estado representativo es instrumento de explotación del trabajo asalariado por el capital”. También Marx, sostenía que el gobierno “no es más que un comité para dirigir las cuestiones comunes a toda la burguesía”.
Sí, el Estado es un instrumento de explotación de los trabajadores por los capitalistas. Somos los marxistas los que estamos por la destrucción del Estado capitalista.
Millones de personas no llegan a fin de mes, los salarios de la gran mayoría de la población están por debajo de la canasta básica familiar. Proyectar algo a futuro se ha convertido en una utopía, ya no hablamos de acceder a una vivienda propia, el mismo hecho de alquilar se hace imposible. Millones de jóvenes ven un futuro sombrío. Es el destino que nos depara la sociedad capitalista, por más que Milei culpe a un socialismo que sólo existe en su cabeza.
Luciano Andrade 12/10/2021
Excelente compas. Abrazo.