La “oposición” marca el paso en el mismo lugar, esperando que Alesso termine el trabajo sucio.
El resultado de la votación por el rechazo de la propuesta paritaria en Santa Fe sorprendió a propios y extraños. Es que estaba todo el escenario montado, cada uno ocupando su lugar, para un nuevo número de lo que ya hemos llamado “el folclore de las paritarias”. La Celeste, en su papel protagónico, va negociando con el gobierno, pone los parámetros de negociación y entra al escenario con su propuesta “aceptable”. Los “opositores” con Teres a la cabeza, ocupan un lugar secundario en este teatro. Discuten dentro de los márgenes que marca el guion de Alesso, sólo que espera durante todo el acto, para que una vez consumada la aceptación mostrar sus cartelitos de “rechazo” o en otros años “un día más de paro”… “asamblea provincial ya”.
Todos, tanto los protagónicos, como los “opositores” saben que esta obra siempre termina con el gobierno saliendo airoso, y cada cual intentando quedar bien con “su público”. La Celeste dirá “es una buena propuesta, lo mejor que se podía en un año de pandemia”. Y los “opositores” que se dicen “antiburocráticos” recitarán su “nosotros fuimos por el rechazo, la unidad de todos los sectores, pero la burocracia se impuso con maniobras y sin asamblea provincial”. Un show que tiene siempre los mismos perdedores: los trabajadores de la educación (que desde 2011 no dejamos de retroceder en nuestro nivel de vida).
Paro del 15 y 16: ¿Por qué deberíamos luchar y por qué estamos luchando concretamente?
La docencia hemos presenciado desde el comienzo del año una dilatada negociación entre el gremio y el gobierno de Perotti (y el nacional también). ¿Qué discutían tanto con Alberto como con Perotti? Un aumento que acordaron del 30% (35% en la provincia) y que las escuelas “que no estén en condiciones de comenzar” por el protocolo de Covid 19 puedan “no hacerlo”.
O sea, de entrada la dirigencia gremial no puso en discusión lo que para nosotros es central: que hasta que no esté vacunado el 70% de la población NO SE DEBEN COMENZAR LAS CLASES PRESENCIALES. Sostenemos esto en la opinión de una importante parte de la comunidad científica que dice que no son recomendable las clases presenciales por la alta circulación de personas que provoca y por la imposibilidad de mantener un protocolo de distanciamiento efectivo. Y de paso, esa dirigencia, acompaña al gobierno que quiere ocultar la falta de inversión del estado en tecnologías (antenas wifi, notebook o Tablet) para garantizar la virtualidad. Si esa inversión minina la hubieran hecho podríamos sostener estos meses las clases virtuales hasta que sea realmente seguro volver a las aulas.
Contrarios a esta posición el gobierno nacional y todos los provinciales han cerrado filas en una decisión política: para salvar la economía, hay que “Normalizar” la vida, a costa de la salud. Por eso, a pesar de que todos desearíamos que comiencen las clases, lo más razonable hubiera sido retrasar unos meses más el inicio hasta que estemos vacunados ese porcentaje de población. Pero por el contrario la discusión fue sólo salarial (a la baja) y por escuelas que están “supuestamente” en condiciones. Este comienzo traerá en poco tiempo el aumento de casos y la cada vez más elevada ocupación de camas, lo que deja en claro para quien gobiernan los Fernández: para los grandes capitalistas que cuentan los muertos en “porcentajes” aceptables.
Amsafe Rosario: ¿una mancha más al tigre?
La comisión directiva de Amsafe Rosario ya dejó hace mucho tiempo de ser un frente antiburocrático o una alternativa como “mal menor” frente a la Celeste. Desde el año pasado los docentes de La Causa Obrera venimos denunciando que la CTA Autónoma que cuya seccional Rosario dirige Teres se había pasado al bando del gobierno, firmando el “pacto social”. Esto a nivel nacional ha puesto al desnudo la gran contradicción de la política “frentista” de las listas Multicolor en las seccionales del Suteba o las listas del Frente Gremial en Amsafe. Es que junto con la CTA, también se había sumado al carro del Frente de Todos el PTP-PCR (Agrupación Mariano Moreno), quienes tienen cargos importantes en los frentes multicolores en todo el país y en la directiva de Amsafe Rosario dirigida por el Frente Gremial. Literalmente la izquierda del FIT-U, que a cambio de un puestito en el aparato sindical, minimizó este hecho, ahora es parte de una política completamente colaboradora con esta burocracia del pacto social con el gobierno.
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Este año nos llevan por el mismo camino. Confluyeron durante todo febrero, tanto la Celeste de Alesso, como el Frente Gremial de Teres en reclamar “condiciones” para comenzar. Lo que nos ha llevado a un callejón sin salida. Porque los docentes en la votación impusieron un rechazo a la propuesta, pero como la “oposición” está completamente adaptada al reglamento de Alesso, ese rechazo está restringido a mejorar solo dos puntos: acortar los tramos en que se da el aumento, y “que el cronograma de ofrecimiento y toma de posesión de IPE sea adelantado”.
Pero lo más grave es que la “opositora” dirección de Amsafe Rosario pretende luchar sin apoyarse en la base organizada y por lo tanto sin disputarle la dirección a Alesso. O sea, pretenden que luchemos en los marcos “formales” del estatuto burocrático que le permite a la Celeste (como en todas las anteriores ocasiones) maniobrar y hacer pasar la política del gobierno sin más problemas.
Que planteábamos
Los docentes del PCO hemos planteado desde la primera reunión otra política: realizar asambleas presenciales en las escuelas que voten delegados. Estos reunidos en un plenario recolectar lo debatido en la base y poder volver a “bajar” las mociones en las escuelas, en verdaderas asambleas resolutivas donde la base vote a mano alzada su mandato. Así se podría forjar realmente una herramienta de lucha y una representación verdaderamente democrática que no sea manipulable por Alesso y la celeste. Al mismo tiempo creemos que la unidad es entre todos los estatales. ¿A quién le conviene que negocien por separado ATE, Amsafe, SADOP, Siprus, Municipales…?: Al gobierno. Nosotros sosteníamos que para encarar una lucha seria y unitaria necesitábamos realizar un gran plenario de delegados de la CTA Autónoma Rosario en donde estén los delegados de las escuelas, de los hospitales y centros de salud, de las dependencias estatales. En ese plenario de la CTA podríamos votar entre todos un plan de lucha regional que sea un canal de organización y lucha de los trabajadores de toda la provincia. Así evitaríamos que las distintas burocracias sindicales negocien por separado y vayan arreglando individualmente como le gusta al gobierno. Pero como quedó demostrado, la política de la actual dirección de la CTA-A y de Amsafé fue completamente opuesta.
Pero las burocracias dividen y reinará Perotti.
En este cuadro de división entre los estatales, no es de extrañar que el gobierno de Perotti lance un ataque al paro diciendo que “descontará los días”, y presionando para levantar. Al mismo tiempo grupos reducidos de padres salieron a reclamar contra el paro. O sea, quieren doblegar esa voluntad de rechazo y aplastar cualquier reclamo.
La política “tibia y demagógica” de Amsafe Rosario no sirve para defendernos en los tiempos que corren. Necesitamos poner en pie una alternativa clasista en nuestro gremio. Ya las agrupaciones del FIT-U (principalmente Tribuna Docente y la Agrupación Marrón) han demostrado que priorizan el cargo, dejándose arrastrar por la política conciliadora de sus “aliados” (SUR-Teres y PCR-Agrupación Mariano Moreno) en el Frente Gremial y la CD de Rosario. No se animaron a romper el año pasado (cuando sus aliados ingresaron al Frente de Todos y suscribieron el pacto social), y durante todo este comienzo, no han sacado los pies del plato.
Las nuevas generaciones de activistas, deben sacar conclusiones de este proceso. Necesitamos una nueva dirección para los sindicatos. Una dirección clasista, que represente los intereses de los trabajadores enfrentando al capitalismo desbastador de la humanidad, del medio ambiente y de nuestras condiciones laborales. Para eso no alcanza con “discursos de democracia gremial” o “autobombo”. Necesitamos un reagrupamiento clasista, independiente de los partidos patronales (PJ, PS, PRO-UCR, etc.), y de todas las alas de la burocracia sindical.