Mientras se desarrolla esta farsa que llaman “elecciones”, los metalúrgicos volvimos a la lucha después de un largo tiempo, todavía algunos compañeros más viejos recuerdan el paro de la UOM del 2009. Y si bien lo conseguido no es suficiente, porque está muy lejos de cubrir la canasta familiar (a fines de junio, $363,570) y ni siquiera llega a la canasta básica total (CBT) (en junio $232.427) que supuestamente era el objetivo que la dirigencia de la UOM había propuesto para la medida de fuerza, para los jóvenes ha sido una experiencia importante, ya que es la primera vez que paran, y para los de más antigüedad, ha servido para sacarse un poco el “óxido” de sus huesos. Queda en evidencia, como lo fue siempre históricamente, que la herramienta más efectiva que tenemos los trabajadores para conseguir nuestras reivindicaciones, es a través de la lucha, no recorriendo los pasillos de los Ministerios de Trabajo o pidiéndoles favores a nuestros patrones y menos que menos yendo a votar. La primera conclusión es la validez de nuestro método como clase obrera: el paro, la movilización y el piquete.
¿En qué consta el acuerdo?
Hay que tener en cuenta que los siderúrgicos, todavía no terminaron de arreglar. El lunes próximo hay una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo. Directamente parecen otro sindicato. Que haya tantas ramas con tantas diferencias salariales, es otra de las tantas entregadas de estos dirigentes de la UOM. Por eso antes empezar a caer en los cantos de sirena de la burocracia de Furlán, Brunelli, Donello y cía, y creerles que fue un gran triunfo conseguido solo gracias ellos, analicemos qué y cómo se consiguió.
El acuerdo comprende un aumento del 20% a partir del 1 de julio de 2023, sobre el sueldo básico, de junio, un 9% en agosto, 9% en septiembre y unagratificación extraordinaria no remunerativa de $60.000 para todas las ramas y categorías que se abonará en dos cuotas de $30.000 con los sueldos de agosto y septiembre. Además, hay un aumento del 7% en octubre, noviembre y diciembre. Estos últimos tres, son como dijo el mismo Furlán, un buen alumno de los gobiernos capitalistas, para no complicar el “normal” desarrollo de las elecciones. No vaya a ser que los metalúrgicos se engolosinen con los paros y no terminen yendo a votar al candidato de Cristina, Sergio “panqueque” Massa.
En primer lugar, hay que ver bien de dónde venimos. La situación de los metalúrgicos es paupérrima, como dijo un compañero en UOM-Debate de Facebook: “No sé ustedes compañeros, pero yo estoy en 180 mil más o menos por mes, hace 10 años que trabajo en la misma empresa, mí categoría oficial múltiple y no tengo más en mí rama y la verdad estoy lejos de lo que uno necesita para vivir.” Y este compañero tiene toda la razón.
Toda la discusión se está haciendo sobre un supuesto sueldo que deberíamos cobrar pero que es totalmente insuficiente. Los dirigentes de la UOM, dicen que los metalúrgicos deberíamos llegar a cobrar la CBT (Canasta Básica Total) que en junio alcanzó un valor de $232.427, cuando en realidad deberíamos cobrar la Canasta Familiar, es decir $363.570*.
Por eso por lo que tenemos que luchar es por la canasta familiar, que es similar al Salario Mínimo Vital y Móvil, que se compone de $125.468 necesarios para adquirir la Canasta Alimentaria Mínima (CBA), más la CBT, es decir, $232.427 para acceder a otros bienes y servicios básicos. Siempre hablando una jornada normal de 8 horas, sin contar extras.
Los dirigentes nos mienten, ¡¡quieren que nos acostumbremos a cobrar sueldos de pobreza!!
La patronal -con la complicidad de los dirigentes de la UOM- nos paga sueldos miserables y por eso tenemos que vivir adentro de la fábrica, haciendo extras o sino hacer changas afuera!!
Otro tema son los compañeros contratados, que ninguno de la conducción nacional dijo ni media palabra y que cobran menos que los trabajadores de planta. Y en muchos casos están mucho más de 3 meses, algunos están años enteros. Después de 3 meses de prueba, todos deberían pasar a planta permanente a cobrar como mínimo, la Canasta Familiar.
Hay que tener en claro que si las empresas, tanto las grandes como las pymes, han hecho millones de dólares es gracias a que nosotros dejamos la vida en las fábricas y talleres. En la Pandemia, muchos fuimos considerados esenciales, y, sin los más mínimos elementos de seguridad, enfermándonos o a nuestra familia, fuimos a laburar arriesgando el pellejo. Se calcula que en estos últimos dos años (si bien durante el 2023, el aumento de la producción es menor que el 2022) la industria metalúrgica de conjunto se encuentra muy encima de los niveles de 2019. En las malas, los trabajadores somos socios, pero en las buenas, las ganancias son siempre para los empresarios.
Si tenemos estos sueldos de miseria y las condiciones de trabajo tan paupérrimas, es pura y exclusivamente responsabilidad de estos dirigentes actuales. Ahora, le quieren echar la culpa de todos los males a Caló, pero a no confundirse, estos dirigentes hace años que conducen las seccionales de las que provienen. Hasta el mismo entregador de Caló se los dijo en el Congreso de la UOM en abril, “no quieran mancillar mi nombre, que ustedes también acordaron conmigo los arreglos que yo firmaba”. Furlán hace rato que dirige la seccional de la UOM en Zarate. Naldo Brunelli, dirige la seccional de San Nicolás hace décadas. Ha dejado pasar cientos de despidos y acuerdos de flexibilización laboral. La más grande de todas fue a principios de los 90 en la privatización de SOMISA. Otro es Antonio Donello de la UOM Rosario que se ha encargado de reventar toda lucha de los trabajadores metalúrgicos de la región: Allocco, Mahle, Liliana, Mefro, etc. Un detalle que queremos mencionar es que el paro en las seccionales de Furlán y de Brunelli se hizo cuando había paradas obligatorias para hacer reparaciones ¿casualidad? Furlán, ahora se hace el combativo, pero siempre tuvo grandes vínculos con Paolo Rocca.
Otra de las conclusiones importantes que debemos sacar es cómo la burocracia llevó adelante el paro. En primer lugar, no fue discutido en la base, por eso a muchos compañeros los tomó por sorpresa. Solamente hubo asamblea en algunos lugares donde hay delegados combativos. Pero en general en buena parte de los talleres (aunque también en algunas fábricas más grandes) los compañeros querían parar, pero las patronales se lo impedían. Es que como todos sabemos en muchas no hay ni delegados, y si eso pasa es exclusiva responsabilidad de estos dirigentes que tranzan con la patronal. Tampoco se organizó a fondo garantizar los piquetes para que no ingresen los que no estaban convencidos de parar. Se ve que muchos de estos dirigentes están muy acostumbrados a recorrer pasillos de los Ministerios y no tienen ni idea como realizar un piquete.
Antonio Caló con Cristina
A prepararse para lo que se viene
Este paro fue muy importante porque pudimos enfrentarnos a los chupasangres de la patronal, pero la situación el año que viene va a ser muy complicada, gane quien gane las elecciones, porque tienen que rendir el acuerdo que tanto los peronistas como los macristas le firmaron al FMI. El ajuste, vía recortes o aumentos de tarifas, o vía inflacionaria, ya lo está llevando adelante el mismo gobierno nacional al cual responde esta conducción de la UOM, que ahora nos dice que votemos al mejor alumno de los yanquis: “panqueque” Massa. Entre otras cosas por eso, no hay que tener ninguna confianza en estos dirigentes, hace rato que están entregados a las patronales y sus gobiernos. Obviamente que si gana Larreta/Bullrich o Milei, tampoco hay diferencia. Todos pretenden ajustar y reprimir como hicieron en Salta y Jujuy.
Nosotros tenemos que aprovechar este envión del paro, para empezar a discutir cómo organizarnos, pelear por tener delegados clasistas en las fábricas o talleres donde no haya, exigirle a los delegados que responden a las direcciones seccionales que hagan asambleas y consulten a la base y si no la hacen, empezar a discutir cómo hacerlas. Y si esos delegados no están dispuestos a ir al frente porque ya están vendidos, entonces hay que organizarse para echarlos y elegir a otros que sí lo hagan. Mientras tanto a aquellos compañeros activistas que ya están viendo la perspectiva de lo que se viene debemos organizarnos política e independientemente de los partidos y agrupaciones sindicales pro patronales formando agrupaciones clasistas en las fábricas y talleres.
La inflación, la guerra, la pobreza, la descomposición social es el síntoma de un sistema capitalista que agoniza, por eso toda organización sindical, tiene que orientarse con una estrategia que luche por un gobierno de los trabajadores que expropie a los capitalistas. En ese sentido desde La Causa Obrera, mientras tanto, construimos el partido revolucionario.
Mariano López, 29/7/23
* Hasta los que supuestamente son delegados combativos, como el caso de Cristian Miguez de la Comisión Interna de Acindar plantean que los metalúrgicos deben ganar la CBT. https://politicaobrera.com/9851-el-plan-de-lucha-de-la-uom