Sin acuerdo concreto en la cumbre Trump-Putin

La reunión de Putin con Trump ha sido un acontecimiento político muy importante, no solo por la guerra de Ucrania, sino por lo que sucederá en los próximos meses, en una situación internacional que está cada vez más tensa. Esta cumbre tuvo un segundo capítulo que la complementa, la del lunes 18 de agosto, con los principales dirigentes del imperialismo europeo y Zelensky.

Hasta ahora, no se ha llegado a ningún acuerdo concreto para llegar a la paz, todo hace suponer que se definirá en el campo de batalla el destino de Ucrania y en el mismo sentido, hacia donde se dirige la dinámica de la situación general. Es lo que venimos planteando desde el 2019 en La Causa Obrera y el Manifiesto Internacional del Comité de Enlace, el capitalismo atraviesa una crisis sin salida, llevando a la humanidad a una nueva guerra mundial. En esta nota intentaremos analizar cómo es el estado actual de las alianzas entre las potencias imperialistas.  

Trump, sin ambages, rumbea hacia China

La cumbre Trump-Putin hizo pasar casi desapercibido, que el 19 de julio, el general Alexus G. Grynkewich, recién nombrado jefe del Comando Europeo de los EE. UU y de sus aliados de la OTAN en Europa (dirigiéndose a una reunión de líderes militares y representantes de la industria de defensa de los 32 países de la alianza) decía que sus ejércitos deben estar preparados para afrontar la posibilidad de conflictos militares que involucren en simultáneo tanto a Rusia como a China en 2027. Una división de tareas. Destacamos “en simultáneo”, ya que indica la clave de la situación internacional, es decir, como pretende el imperialismo yanky, que está a la ofensiva, ir a la guerra para mantener su hegemonía global. 

Trump les dice a sus aliados del imperialismo europeo que la guerra en Ucrania a partir de ahora va a ser un tema solamente de los europeos. En palabras de J. D. Vance (vicepresidente) “Estados Unidos tiene que centrarse más en Asia oriental. Ese va a ser el futuro de la política exterior estadounidense durante los próximos 40 años, y Europa tiene que adaptarse a esa realidad”. El problema es que Europa, ha caído en la cuenta que, para afrontar una guerra contra Rusia sin el apoyo directo de EEUU, necesita tiempo para prepararse. Pero tiempo es el que no tiene Trump, que necesita cuanto antes ir a fondo contra China.

Es que las políticas de aranceles no han servido de mucho, al contrario, hasta le han jugado en contra con su propia burguesía imperialista (y encima ha golpeado en la línea de flotación en algunos de sus aliados anti China, como la India*).  El problema es más de fondo, la economía de EEUU, se mantiene en crecimiento débil, ni siquiera la IA (la panacea, para algunos pseudo-marxistas de que el sistema capitalista tiene crecimiento ilimitado) le ha permitido aumentar la tasa de ganancia a las principales empresas yankis. “Estados Unidos tiene… un gasto ilimitado en capacidad de IA por parte de los gigantes tecnológicos, junto con un fuerte aumento del endeudamiento para financiarlo; pero aún no hay señales de ingresos o beneficios significativos procedentes de la IA y, además, una ralentización del resto de la economía, un déficit comercial en bienes cada vez mayor y un aumento del desempleo y los precios. Todo ello al entrar en la segunda mitad de 2025.” (Michael Roberts)

Por otro lado, el frente interno es cada vez más insostenible. Todos los índices sociales están a la baja, y el descontento con el gobierno es creciente, hay que recordar las movilizaciones de los inmigrantes latinos, que hubo California (éstas también permitieron ver las contradicciones al interior de la propia burguesía imperialista en los encontronazos de Trump con el gobernador Gavin Newsom).

Trump, ya no tiene tiempo, necesita cerrar filas lo antes posible, para enfocar todo en Asia Oriental. Tanto Pete Hegseth, secretario de Defensa, como Marc Rubio en sendos viajes por Asia, para reforzar las alianzas contra China, les dijeron a sus aliados de la “OTAN del Pacífico” (Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Filipinas) que hay que “disuadir la agresión de la China comunista” y que la amenaza de China “es real y podría ser inminente” para todos ellos, en particular para Taiwán. Sin embargo, no son solo palabras, se preparan para la guerra contra China, demostrando con acciones cada vez más agresivas su poderío militar en Asia-Pacífico, como el ejercicio denominado Talisman Saber realizado a principios de junio, en el que participaron fuerzas militares de 19 países, el mayor hasta la fecha, diseñado específicamente para ensayar la guerra con este país.

El imperialismo europeo, en una encrucijada

Trump, no le deja alternativa a la burguesía imperialista europea, van a tener que hacerse cargo ellos solos de la guerra en Ucrania (y, sino que firmen la paz con Rusia, pero sabiendo que eso no va a ser posible, porque las pretensiones de Putin son inaceptables para la UE+UK). Encima con un ejército ruso que está en una posición ventajosa en el plano militar (hasta los diarios ingleses, que siempre han mentido descaradamente en el resultado de la guerra a favor de Zelensky, están diciendo que Rusia avanza a un ritmo cada vez más acelerado principalmente en el Donbas) va a tener consecuencias políticas y económicas.

Lo que le dice el imperialismo europeo a Trump que, si tienen que hacerse cargo de esta parte de la división de tareas, de la que habla el general Grynkewich, (o con un menor apoyo del ejército yanky) necesitan más tiempo de preparación. Esa es la cuestión. Es cada vez más evidente que mandarle solamente armamento a Zelensky ya no alcanza, el ejército ucraniano esta prácticamente diezmado, van a hacer falta tropas europeas en el terreno. Pero eso es un riesgo muy grande porque implicaría entrar a la guerra directamente como OTAN, activando el famoso artículo 5 (el principio de defensa colectiva). A no ser que el ejército ruso, termine de romper las líneas de defensa ucranianas, y avance sobre un mayor territorio del Este ucraniano, los europeos, van a mantener la dinámica actual de no involucrarse directamente, es decir que van a esperar que estalle la guerra en Asia.

Es evidente que la burguesía europea hizo un muy mal cálculo, pensando que Putin caería pronto, con la guerra y las sanciones, y como eso no ocurrió, ahora han quedado desubicados. Es decir, quedarán peleando solos, en una guerra que viene cuesta arriba, y encima sin el gas barato ruso. Esto sin dudas, traerá un creciente aumento en la lucha de clases ya que más gastos en armamento implica recortes en la asistencia social y mayor explotación para los trabajadores. La clase trabajadora europea va a defender lo que queda del estado de bienestar, principalmente en Alemania y en otros países del norte de Europa. Pero también van a aumentar las contradicciones al interior de la propia burguesía imperialista europea. En Alemania se fortalecen políticamente los sectores pro rusos como la AFD y otros grupos menores como el de Sahra Wagenknecht.

Otro elemento importante es que la UE+UK no solo viene perdiendo la guerra en Ucrania sino también está debilitándose política y económicamente a nivel global; el caso más notorio es Francia, que hasta hace poco era -junto con Alemania- la potencia más fuerte de Europa, pero ha perdido la influencia que mantenía en sus ex colonias de África a manos de Rusia y China. Hasta ahora el imperialismo europeo, ha actuado, como una rémora de EEUU, pero como les sucede a esos peces, solo pueden sobrevivir, si permanecen pegados a un tiburón.

Rusia ha dejado girones en la guerra con Ucrania

La cumbre con Trump, ha permitido que Putin salga del aislamiento político en occidente, fue un revés político, para Zelensky y la UE+UK, pero también para el imperialismo yanky. Aunque también le ha servido a Trump para constatar en qué situación se encuentra Putin y Rusia.

El plan inicial de EEUU (que ya había comenzado con Obama) era meter una cuña política económica entre Rusia y Europa, principalmente con Alemania, y al mismo tiempo mantener a Putin en una guerra que lo debilitara de tal forma en su alianza con China en la guerra en Asia. El primero de los objetivos se consiguió, y el segundo en parte, porque nunca esperaron que luego de 3 años Rusia, estuviera ganando, a punto de quebrar algunas de las últimas líneas de defensas ucranianas en el Donbas.

Ahora, que esté ganando no significa que no tenga profundas consecuencias. Una guerra de este tipo, ha significado un gran gasto militar y en vidas humanas para Rusia (no hay datos precisos, pero las bajas tienen que ser importantes). La economía rusa tampoco puede seguir resistiendo mucho tiempo, por más apoyo que tenga de China. Las reservas financieras de Rusia se están agotando, sus ingresos energéticos están disminuyendo y cada vez hay más escasez de mano de obra y tecnología importada.

El imperialismo yanky más sus aliados de la OTAN del Pacífico, ganarían en una guerra contra el imperialismo chino, pero contra China más Rusia no sería nada sencillo. Trump calcula que Europa sin su apoyo directo puede enfrentarse a una Rusia debilitada tras tres años y medio de guerra. Pero los europeos saben que no pueden hacerlo en estas condiciones actuales. Necesitan tiempo. Pero el que no lo tiene es Trump, y por eso los está obligando a tomar la iniciativa.

Trump calcula que le alcanza para llegar con ventaja en la guerra con China, ya que Rusia está debilitada (desde el punto de vista económico y con importantes bajas). Además, Trump ha creado una “cuña” en el Cáucaso, territorio siempre bajo la influencia imperialista rusa, firmando un acuerdo donde EEUU es el “garante de paz” entre Armenia y Azerbaiyán. O sea, es un posible frente contra Rusia que al mismo tiempo le queda a tiro, para golpear a Irán en el caso de que nuevamente se desate un conflicto en Medio Oriente. 

Sin embargo, un elemento importante a tener en cuenta, es que la guerra con China no va a ser igual que la ucraniana. En Ucrania la guerra es aérea-terrestre, en Asia será más bien aérea-marítima, y ahí Rusia estaría en mejores condiciones, porque tiene prácticamente intacta su flota. Pero, además Rusia tiene todo su arsenal nuclear y todo el armamento de misiles hipersónicos y otras armas misilísticas más sofisticadas (Oreshnik) para apoyar a China.

La crisis económica también llega a China

Si hablamos del problema económico, la economía global de conjunto permanece en un callejón sin salida. Desde la crisis del 2008, el capitalismo permanece en un estancamiento prolongado, donde lo único que aumenta es la deuda de los Estados. Aunque el crecimiento de su PIB sigue siendo mayor que el de EEUU, ya no volverá a los niveles de las décadas anteriores. El de este año es el peor rendimiento de la economía china desde 1990 (si se dejan de lado los años de la pandemia) y eso que el gobierno chino no hace más que inyectar dinero. Según algunos analistas, hace 10 años, con una inyección así de dinero, la economía china estaría creciendo al 7 %, pero la cifra oficial estimada de cierre de 2024 es de un 4,8 %. Sin embargo, los cálculos no oficiales hablan de una cifra mucho más cercana al 3 %.

Eso sin tener en cuenta los altos niveles de endeudamiento que se vieron reflejados en la crisis inmobiliaria de Evergreen hace 2 años.  Esto coincide, además, con que cada vez se conceden y se demandan menos créditos que se destinen a la compra de viviendas. Por otro lado, los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística del PCCh, confirman el problema en el consumo interno. Las ventas minoristas, crecieron un 3,5% en 2024, un importante retroceso respecto al 7,2% del 2023.

Esto explica por qué aumenta notablemente su patrullaje militar en toda su zona de influencia: por un lado, los ejercicios navales Joint Sea hechos a principios de agosto con Rusia en el mar de Japón, así como también, los recienten enfrentamientos (apuntando con láseres) a buques de guerra filipinos, en torno al Banco de islas Scarborough (Filipinas que parece ser la “Polonia de Asia” de EEUU, también realiza ejercicios militares con la India).

Mientras tanto China prepara un mega desfile para el 3 de septiembre, que celebrará el 80° aniversario de del fin de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición del Imperio Japonés, movilizando a decenas de miles de personas y exhibiendo armas nunca antes vistas, mostrándole al mundo, pero principalmente a la “OTAN del Pacífico” que están preparados para lo que se viene.

* Modi (presidente indio) jugando a ambas bandas, juega con fuego. Mientras tiene reuniones bilaterales con China, luego de que Trump, impusiera aranceles a las importaciones indias, realiza ejercicios militares conjuntos y sella acuerdos militares con Filipinas.

Mariano López, 29/8/25

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