El pasado 29 de diciembre se realizaron las elecciones para la Junta Interna del Hospital Anselmo P. Gamen de Villa Gobernador Gálvez, donde ganó, por amplio margen, la lista independiente N° 1. De un padrón de 167, votaron 110 trabajadores; y la lista N°1 que expresa una posición independiente del gobierno (o sea independiente de la patronal) y de todas las alas de la burocracia, obtuvo 91 votos. La lista de la burocracia Verde y Blanca (correspondiente al CDP de Santa Fe) sacó apenas 19 votos. A pesar de ser un día a fin de mes y entre las fiestas, la concurrencia de compañeros fue bastante buena. Evidentemente el resultado de la votación expresa que los trabajadores del Hospital Gamen, están dispuestos a defender la principal herramienta que han construido en estos últimos años: La Asamblea.
Una elección con muchas irregularidades
Los compañeros de la lista N° 1 presentaron todos los papeles en tiempo y forma, respetando los plazos que la Junta Electoral (JE), dirigida por la seccional de ATE Rosario, había establecido. Sin embargo, la JE, con el verso de que ellos eran “democráticos” y que por eso dejaban presentar a ambas listas, avaló la lista de la Verde y Blanca no respetando los acuerdos de las 2 últimas elecciones a Junta Interna (2019/2021).
Es que para la dirección actual de la seccional de ATE Rosario, la democracia es una pose. Se llenan la boca hablando de que respetan a la base, pero de haber ganado la Verde y Blanca hubieran hecho que el Gamen y los Centros de Salud se quedaran con menor representación gremial. Ya que en vez de tener los 9 representantes del Hospital (que en realidad eran 12, porque la JE en un primer momento les exigía 3 compañeros más para ser vocales), más los 5 delegados de los Centros de Salud, o sea que en vez de 17 o 14 representantes gremiales, hubieran quedado solo 9, dejando prácticamente sin representación sindical a los compañeros de los Centros de Salud.
Pero la maniobra no solo quedó ahí. Permitieron que la oficialización de la lista Verde y Blanca se hiciera fuera de los plazos establecidos por la misma Junta Electoral, y ni siquiera pusieron al corriente de este hecho a los compañeros de la Lista N° 1, y hasta demoraron la entrega de los padrones oficializados. Ante eso tuvieron que hacer asambleas en el Hospital y recorrer los Centros de Salud, explicando que había una maniobra acordada entre la Verde y la Verde y Blanca, con el objetivo de eliminar la representación gremial independiente que expresa la lista N° 1. Todo esto sin contar la campaña de desprestigio y calumnias sobre algunos de los compañeros.
Como si fuera poco, trataron a los compañeros como si fueran tontos, se creyeron que entregando útiles escolares (sí, útiles escolares en pleno diciembre!!!) y hasta equipos de mate, los iban a votar. Pero no, los compañeros entendieron perfectamente el valor de tener una asamblea, de tener delegados que los representen de verdad, esto vale mucho más vale más que un objeto “regalado”, que por otro lado sale de los descuentos que les hacen a los trabajadores y que la burocracia los utiliza discrecionalmente según sus propios intereses.
Tiempos convulsionados
Los tiempos que se están viviendo son complicados para la clase trabajadora en general y para los estatales en particular. Pero esta situación no comenzó con Milei y Pullaro, sino los trabajadores no los hubieran votado tan ampliamente. En la Salud, durante el gobierno peronista tanto nacional y provincial los trabajadores pasaron de ser héroes de la Pandemia a ser tratados como basura, sufriendo salarios de miseria, así como malas condiciones de trabajo. Desde la Junta Interna anterior (que es la base de la actual lista ganadora), siempre se denunció a todos los gobiernos ya sean peronistas/socialistas/macristas, y esa coherencia también explica por qué buena parte de los compañeros los volvieron a votar. Muchos otros, a pesar de no compartir la totalidad de las ideas, también los votaron, porque saben que tendrán siempre la garantía que estos delegados van a hacer respetar el mandato de la asamblea.
Por eso es importante que mientras se da la pelea por las cuestiones más elementales dentro del Hospital, también hay que tener en cuenta la dura lucha por el salario y por la continuidad laboral que ya estamos padeciendo. Y para eso hay que construir una unidad por la base, haciendo asambleas que voten medidas concretas de acción con todos los trabajadores de la salud, sean municipales o provinciales, de los otros hospitales y de los Centros de Salud, y también con otros trabajadores estatales, incluyendo por ejemplo a los docentes. Al mismo tiempo proponerles estrechar todavía más la unidad a los compañeros del SIES y del Hospital Eva Perón, que vienen dando importantes luchas en la salud provincial; y también con las direcciones sindicales, siempre y cuando estén dispuestas a hacer asambleas y a empujar la lucha.
Mariano López, 7/1/24