Terminado el alegato, se conocieron en el día de ayer las penas solicitadas por el fiscal Luciani, contra los imputados en la causa llamada “Vialidad”. Para la principal responsable de los delitos de corrupción cometidos por la caratulada como “asociación ilícita”, la entones presidente CFK, el fiscal pidió 12 años de cárcel e inhabilitación de por vida para actuar en la función pública. Para los demás funcionarios de su gobierno involucrados en la causa, pidió penas menores.
Inmediatamente comenzaron a manifestarse posiciones de apoyo o de repudio a la actual vicepresidente. En términos generales el Frente de Todos salió de manera unificada a respaldar a CFK mientras que J x C apoyó la actuación del fiscal Luciani. Mientras tanto, los partidos llamados de “izquierda” que integran el FIT y otros tuvieron posiciones disímiles.
El PTS, por ejemplo, cuya posición -vergonzosamente oportunista- tuvo amplia difusión en medios periodísticos burgueses, “rechazó el pedido de inhabilitación para CFK y que no le hayan permitido ampliar la indagatoria” y reclamó “juicios por jurados” populares ante las acusaciones de corrupción, afirmando que “no se pudo probar un vínculo directo de Cristina Kirchner con los hechos” (LID, 22/8).
Para tomar posición como partido de la clase trabajadora, debemos ubicar correctamente cuáles son los intereses que están en juego en este juicio.
Permanentemente casi sin cesar se desarrolla la lucha de clases tanto en el plano nacional como en el internacional: Huelgas, levantamientos obreros y populares que voltean gobiernos como en Sri Lanka, o los ponen contra las cuerdas exigiendo solución a sus demandas como en Ecuador o Panamá. En nuestro país, huelgas como las de los trabajadores del Sutna (neumáticos), o los docentes autoconvocados -o no-, en varias provincias, etc.
Pero la situación política no se caracteriza solo por la lucha entre los trabajadores y la clase burguesa o patronal y sus representantes políticos en los gobiernos. También y sobre todo cuando la “torta” de las ganancias y los recursos del Estado se achica como ahora, los distintos sectores patronales luchan entre sí por el reparto de los recursos, y por los “espacios” de poder que les permitan una mejor ubicación para acceder a una porción mayor de esa torta. La “justicia”, es decir el poder judicial, no tiene nada de neutral e independiente en un doble sentido. Para empezar, es uno de los tres poderes del Estado, es decir, forma parte de los resortes que maneja la clase dominante, la burguesía, para actuar contra la clase trabajadora, para mantenerla sojuzgada. Pero tampoco es independiente partidariamente hablando, por lo que hay jueces y fiscales que actúan principalmente a favor de uno u otro sector político que representan los intereses de la burguesía, para una u otra de las coaliciones que se disputan el poder: El FdT en el gobierno y JxC en la oposición.
Así es que los trabajadores no solo “no podemos confiar” en “la justicia”, sino que se trata de uno de los poderes en los que se basan nuestros enemigos de clase.
En situaciones más o menos estables y de crecimiento económico, los distintos sectores de la burguesía dirimen sus disputas de poder y económicas en las elecciones y en las negociaciones parlamentarias. Pero cuando la crisis arrecia, la peleas por el “queso” y el poder entre sectores burgueses se juegan también en los tribunales. Es esto lo que está ocurriendo ahora con el caso de CFK y la causa “Vialidad”.
Lo que se está dirimiendo en la justicia, es una pelea entre bandas burguesas por los espacios de poder y económicos, para hacer esos negocios que junto con la explotación de la clase trabajadora le permite a la burguesía acumular su capital. Ninguna de esas peleas ni de esas bandas burguesas tiene nada que ver con la defensa de los intereses de los trabajadores.
¿Pero entonces esto quiere decir que las acusaciones son falsas? No. Es obvio para cualquiera que quiera ver, que durante los 12 años de gobierno kirchnerista desde el más alto nivel del ejecutivo, es decir, desde las presidencias de Néstor y Cristina, se impulsó un sistema de corrupción para financiar sus actividades políticas y también para beneficio personal. Porque nadie puede olvidar o desconocer que Florencia Kirchner tenía 4 millones de dólares en su caja de seguridad. Así como tampoco se puede desviar la atención de que José López que revoleaba bolsos con 9 millones de dólares era subsecretario de obras públicas de CFK, por más que sea cierto que hacía negocios con “Nicky” Caputo (amigo de Macri), de la misma manera que los K hacían negocios con Macri padre (y que por eso los apoyaba electoralmente, aún cuando su hijo Mauricio ya actuaba en política); o como la propia Cristina mencionó en su “defensa” de ayer, reconociendo que “Néstor” recibía a Sebastián Ezkenazi (Presidente de Banco San Juan y Vicepresidente de Banco Santa Fe, y ex CEO de YPF. Su padre es dueño del Grupo Petersen, uno de los “grandes grupos concentrados”) y a Héctor Magnetto (de Clarín), en la quinta de Olivos para hacer negocios: la fusión de Cablevisión-Multicanal, “el negocio más importante, mucho más que cualquier obra pública” (CFK). Podemos agregar también las condenas por corrupción al ministro de obras públicas Julio De Vido y a los secretarios de transporte Ricardo Jaime y Schiavi, así como al vicepresidente de Cristina Amado Boudou, que en los hechos fueron aceptadas por el kirchnerismo.
Por supuesto que en el gobierno de Macri también hubo corrupción. Para defenderse CFK aludió al soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, obra encarada por la famosa (por juicios de corrupción en su contra) Odebrecht, en asociación con Angelo Calcaterra, primo de Macri. Además de afirmar que el origen de los dólares que revoleaba José López, provenía de los negocios con Caputo, “el amigo del alma de Macri”, y otros empresarios como Eduardo Gutiérrez (del grupo Farallón-constructora-desarrollos inmobiliarios) y Juan Chediack (de la Cámara Argentina de la Construcción), CFK dijo enfáticamente que tampoco se investigó el destino los dólares de la deuda externa que contrajo Macri. Pero se olvidó de decir, que justamente fue su gobierno, este gobierno del FdT, que no solo no hizo nada para promover esa investigación, sino que la “legalizó” al firmar el nuevo acuerdo con el FMI. Cuando en su defensa CFK dice “en Argentina todo es así”, lo que está diciendo es que la corrupción y los negocios de los funcionarios políticos del Estado con los empresarios abarca a todos los gobiernos y a todos los sectores de la burguesía.
Macri y sus aliados de JxC son abiertamente defensores de los intereses de la gran burguesía y el imperialismo. Esto es bastante claro para la gran mayoría de los trabajadores.
CFK es más taimada. En su defensa de hoy argumentó que los 12 años de gobierno de “Néstor” y ella fueron los mejores de las últimas décadas para los trabajadores y el pueblo. Claro, omitió decir que tras la crisis general del 2000-2002 con epicentro en EE-UU y que tuvo repercusiones mundiales, hubo una recuperación también general que los Kirchner en el gobierno pudieron aprovechar después que Duhalde hizo el trabajo sucio de devaluar, y que fueron favorecidos por el “viento de cola” de los altos precios de las commodities en general y la soja en particular. Por eso cuando cambiaron las condiciones internas e internacionales, empezó a crecer la inflación, luego vino la crisis del 2009, después el estancamiento desde el 2011, y la declinación económica desde 2013 hasta el fin de su mandato.
CFK olvida decir, que cuando dejo el gobierno ya había un 30% de pobreza y una creciente caída de los salarios, un gran déficit fiscal, y devaluación de por medio en el 2014 de casi el 40%, que ahora dice que no quiere. Los trabajadores tampoco debemos olvidar que el fin del gobierno de CFK estuvo marcado también -entre otras cosas- por la represión que en la panamericana descargó su ministro de seguridad Berni contra los choferes de la 60 que luchaban por la reincorporación de más de 50 compañeros despedidos, y por la huelga de 25 días que tuvieron que hacer los aceiteros contra el techo salarial impuesto a las paritarias por CFK, su ministro de economía Kicillof y el ministro de trabajo Tomada.
Desde el inicio de su actual gobierno CFK venía apoyando al ministro Guzmán, hasta que perdieron las elecciones de medio término, el año pasado. Ahí CFK descubrió que Guzmán venía haciendo un ajuste del que ella no se había dado cuenta. Entonces lo empezó a sacudir y a tirarle toda la responsabilidad de la mala situación económica a Alberto Fernández. Tomó distancia como si fuera opositora al gobierno, pero no hizo nada para impedir que se concretara el acuerdo con el FMI. Solo una vez que fue concretado el acuerdo Máximo no quiso votarlo (sabiendo que se aprobaba igual), pero no porque estuviera en contra de hacer un acuerdo con el FMI, sino solo porque creía que se podía haber hecho un mejor acuerdo.
Cuando finalmente renunció Guzmán, CFK dio el visto bueno para que asumiera Batakis (ex ministra de Scioli y que al momento de su nombramiento era funcionaria de Wado de Pedro), pero se calló la boca y tomó distancia de sus anuncios ajustadores, similares a los de Guzmán y en sintonía de lo que pedía el FMI. Sin respaldo explícito de CFK y sin peso propio, Batakis no podía cumplir sus promesas de ajuste, y tras una nueva crisis fue reemplazada por Massa, obviamente con el acuerdo de CFK. Y que plantea Massa, un ajuste todavía más duro que el de Guzmán y Batakis.
Resulta ridículo escuchar a CFK cuando habla como si este no fuera su gobierno y como si no tuviera nada que ver con lo que pasa. Pero desde bambalinas viene garantizando que se aplique el ajuste del FMI y los “grupos concentrados», solo resguardando sus intereses políticos y los de los sectores económicos más afines.
¿Por qué entonces los trabajadores o los partidos de “izquierda” que se dicen de la clase trabajadora vamos a defender a uno de los sectores políticos entre los que se encuentra dividida la burguesía? ¿Acaso hay algo de progresista en CFK?
El PTS está en contra de que sea “la casta judicial” la que juzgue la corrupción de Cristina ¿Por una cuestión democrática? ¿Acaso el PTS se pronunció en contra de que los tribunales burgueses lo juzgasen a Menem? ¿O esa defensa es solo para CFK porque la cree “inocente”?
Está en contra que se inhabiliten políticamente a los corruptos ¿Por alguna deficiencia leguleya de la causa? Pero los militantes que se dicen revolucionarios no deberían caracterizar según las normas burguesas de los procedimientos judiciales como los abogados.
Al igual que otros partidos del FIT (como Izquierda Socialista), el PTS reclama jurados populares (que tampoco sería un jurado de nuestra clase porque no mencionan a los obreros), ¿Sería cómo los que hay en EE-UU? ¿Quiénes los elegirían? Su democratismo reformista queda en evidencia con esa consigna planteada en el marco del régimen burgués, cuando en realidad los tribunales obreros y populares que hagan una justicia de clase a favor de los obreros y el pueblo solo pueden ser factibles después de que los trabajadores derroquemos al régimen burgués, tomemos el poder e instauremos un Estado Obrero. Solo en esas condiciones será posible juzgar y condenar a todos los políticos y burgueses corruptos.
Este juicio puede también que sea parte de un plan político general, para fortalecer una “coalición de centro” que pueda aplicar el ajuste con menos contradicciones con su base electoral. O para que, así como en Brasil se desgastó políticamente Bolsonaro haciendo los ajustes en beneficio de la burguesía, CFK reaparezca como Lula, como la candidata popular perseguida, para tomar la posta, recargada para seguir sosteniendo al régimen burgués.
Esto habrá que verlo, primero si es condenada por el tribunal o no. Segundo si fuera condenada, quedan instancias de apelación por largos años en Casación y luego en la Corte Suprema. Mientras tanto, CFK no solo no va a ir presa, sino que puede seguir siendo candidata, así que la inhabilitación (contra la que también se pronuncia PO), en caso de que fuera sancionada, es abstracta. Por el momento esta acometida judicial solo ha servido para distraer la atención de la profundización del ajuste en curso que la propia CFK avala.
Parafraseando a Clausewitz podríamos decir, la lucha judicial es la política por otros medios ¿Por qué los trabajadores deberíamos defender a estos dirigentes políticos burgueses corruptos? Si entre bandas burguesas se pelean, los trabajadores no vamos a intervenir para defender a ninguna de ellas, así como no votamos por candidatos burgueses en las elecciones. Solo pueden hacer eso quienes viven engañados todavía con el kirchnerismo y el peronismo en general. Con la posición del PTS puede ser que gane algunos votos peronistas en las próximas elecciones, pero mimetizándose como un aliado, yendo como su furgón de cola, en lugar de desenmascarar consecuentemente el carácter de clase burgués patronal de CFK y el peronismo. El oportunismo del PTS no tiene nada que ver con una política de la clase obrera.
24/8/22
Igualmente los otros trotskistas , ponen por igual a Cristina y a la Justicia Burguesa.
Es verdad todo lo que dicen camaradas.
Pero estos días el centro había que ponerlo en que Cristina vaya presa!!!
Porque ka realidad demuestra que sin un Estado Obrero ,con lucha y movilización los genocidas fueron presos y los condenó y metió en cana edta misma justicia corrupta.
Si Cristina fuera presa, sentaría precedente para el resto, tanto empresarios como políticos, además entraría en una crisis sin retorno todo el PJ , quienes junto a la Burguesía y el FMI meten el ajustazo.
Temblaban todos cuando habló ella, descontrolada por su propia situación.
Es un error no llamar claramente a que vaya presa ya!!!
Juntamente con plantear que todo el pj con ella a ña cabeza meten el ajustazo y llamar a rechazarlo en la calle.
Sin dejar de denunciar la corrupción judicial y de todo el régimen y el Sistema Capitalista.
Nadie lo dice contundentemente.
Ustedes quedan en una posición similar al MST, y a IS aunque no mencionen Jurados populares.
Tampoco es seguro todo lo que plantean de volver a postularse etc.
Si fuera presa sería ejemplificado, pero para eso hay que luchar.
Lo de tod la izquierda del Fitu incluso Nuevo Más, ni hablar, ya son oírte del régimen, sus planteos rozan la traición.
Habría que diferenciarse, los trabajadores no tienen dudas de que debe ir presa ella, y sus cómplices.
Abrazo fraternal.