Finalmente, el engaño de la “presencialidad cuidada” cayó por su propio peso. El impulso de esta política criminal reclamada por un sector de las patronales (incluyendo la iglesia y demás instituciones de la educación privada), ejecutadas por el gobierno de los Fernández y la oposición del PRO-UCR, y sostenida por las burocracias sindicales que dirigen CTERA, SADOP, ATE y la CTA Autónoma redundó en una disparada histórica de contagios de Covid y muertes innecesarias en el marco de la segunda ola.
El objetivo de esta política no fue el bienestar psíquico, físico y pedagógico de los estudiantes, sino el aumento de las ganancias patronales a costa de la circulación masiva de la población (“cuidar la economía”). El hecho de que el aumento exponencial de los contagios empiece, y escale, de la mano de las clases presenciales no fue azaroso, sino su consecuencia. Ante este hecho objetivo de la realidad el gobierno tuvo que desdecir sus mentiras y decretar, entre otras medidas de corto alcance, el cese por dos semanas de la presencialidad escolar en el AMBA; dejando la decisión de tomar medidas similares a los gobernadores. En Santa Fe, el gobierno de Perotti-FdT opina que la cantidad de muertos aún es “aceptable” como para volver atrás con la presencialidad.
Hasta el domingo 18 de abril, se contabilizaban al menos 36 trabajadores de la educación muertos por Covid en todo el país desde el retorno a la presencialidad. Con provincias o regiones más afectadas como el AMBA, Jujuy o Tucumán, en donde los docentes autoconvocados denuncian que muere un docente cada 5 días. En Rosario, tanto en las escuelas públicas como privadas, el 50% de las burbujas han sido aisladas, así como los docentes y asistentes aislados o contagiados por Covid. El diario La Capital anunció que en la semana del 17 al 21 de abril la provincia de Santa Fe sumó 600 contagios en menores de 19 años. En este escenario, Cantero anunció que el proceso de vacunación está concluido. Pero la verdad es que los reemplazantes no han sido vacunados, y que el sector de titulares que sí fue vacunado aún no tiene la segunda dosis.
Ni Alberto ni Cristina defendieron “primero la vida y la salud”.
Las medidas decretadas por Alberto Fernández no son medidas “para cuidar la vida”. Durante la primera ola las prioridades del gobierno fueron pagar la deuda externa y garantizar las ganancias empresarias. Nunca impulsó una política de testeos masivos, ni de evitar efectivamente los despidos, ni de sostener económicamente a la población trabajadora y a los cuentapropistas y precarizados que por las restricciones no pudieron trabajar u ofrecer sus servicios (al menos que se crea que tres IFE de $10 mil ayudan a una familia a sostener una cuarentena). Tampoco garantizó que solamente trabajaran las industrias y servicios esenciales, dando una asignación o IFE igual a la canasta familiar a los trabajadores no esenciales para evitar la propagación del virus; y ni siquiera garantizó las medidas de seguridad e higiene necesarias para que los trabajadores de las industrias no se contagien. Su política fue mantener el turismo, el espectáculo y la gastronomía cerrados o con horario reducido unos meses, y mantener el sistema educativo cerrado durante un año escolar entero para que el virus no avance de a saltos (como sucede ahora).
Llegado el verano el gobierno liberó casi todas las actividades, “pero con protocolo”, dejando a la población librada a la natural estacionalidad del virus (y su conteo de muertes) apostando sus fichas a las vacunas. Vacunas que llegan a cuentagotas porque se van masivamente a EEUU y Europa. Mientras acá necesitamos urgentemente esas vacunas, los millones de dosis producidas en el país en el laboratorio mAxience del grupo Insud, propiedad del burgués -amigo de Alberto Fernández-Hugo Sigman, son exportadas a EEUU. Esto es una muestra más de la subordinación rastrera del gobierno del PJ-FdT, y del conjunto de la burguesía nacional, al imperialismo. El aspecto fundamental del problema es que el gobierno no pudo ni puede tomar ninguna de las medidas que describimos más arriba, porque para eso es necesario enfrentar al régimen de la propiedad privada capitalista. Cosa que el gobierno y el PJ-FdT, por su misma naturaleza de clase capitalista, no puede hacer.
Decretan suspender las clases, (solo en el AMBA) cuando el colapso es inminente.
Las medidas que anunció el gobierno el 14 de abril, lejos de tener un motivo humanitario, fueron por puro cálculo económico y electoral. Ante la propagación masiva del virus, las patronales de Toyota y VW en Bs. As. tuvieron problemas para armar sus plantillas laborales, lo que las obligó a suspender turnos por el contagio masivo de sus obreros. Esto mismo está sucediendo en las distintas fábricas de los grandes conglomerados urbanos del país y por lo tanto se está afectando la producción y las ganancias de un sector patronal al que no le conviene la presencialidad escolar. Por otra parte, como es año electoral, y ante el colapso inminente al que se va en sectores del AMBA, el gobierno quiere evitar la foto o las filmaciones de la población muriéndose en las puertas de las guardias de las clínicas y hospitales; esto hace que los indicadores de su “muertómetro” mostraran la luz de alarma y niveles “no aceptables”.
En cuanto al cese de la presencialidad por dos semanas en el AMBA, creemos que un factor importante fue el descontento masivo de la base docente con esta política, y su rechazo por parte de una vanguardia docente enrolada mayormente en algunos de los SUTEBA Multicolor. Importantes sectores de la base y la vanguardia entendieron que no hay protocolo que aguante ni posibilidad de una “presencialidad cuidada” como les indicaban todos sus dirigentes (no sólo los Celestes sino también los partidos del FIT-U y el NMAS). Acá el hecho destacable es que, días antes del anuncio presidencial, esa vanguardia docente logró imponer, no sólo un paro de 24 hs a la burocracia de UTE-CTERA en Capital contra la presencialidad impuesta por su gobierno, sino también que logró imponer un paro de 96 hs en el SUTEBA Ensenada y uno de 48 hs en el SUTEBA Escobar a su dirección Multicolor que renegaba de oponerse a la presencialidad.
En Santa Fe vamos camino a ser “el nuevo AMBA”
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A renglón seguido, Sukerman nos aclara que “Santa Fe es la provincia que más actividad económica tuvo en la pandemia, con exportación de la cosecha”. Pero no dice nada que los empresarios la levantaron en pala el año pasado, y que por lo tanto el Estado recaudó; mientras que los empleados públicos no tuvimos aumento de sueldo en todo el año, miles de reemplazantes docentes y asistentes escolares quedamos en la ruina sin poder trabajar ni cobrar, mientras los estudiantes y sus familias no tuvieron garantizada computadores e internet, y mientras las escuelas se siguieron cayendo a pedazos sin que el gobierno realice obras.
No podemos esperar a que mueran docentes o no haya camas en los hospitales: organicemos la lucha por la suspensión de las clases presenciales
Queda demostrado que el gobierno pone los “intereses económicos de los empresarios” por encima de la salud de la población. Por eso debemos reaccionar a tiempo. Así como se autoconvocaron los trabajadores de salud de Neuquén, que mantienen una huelga histórica de más de 50 días, nosotros podemos empezar a organizarnos en nuestras escuelas. Realizar Asambleas de escuela que discutan la suspensión de la presencialidad; que elijan delegados con mandatos reales para imponerle a las comisiones directivas de los sindicatos (que van atrás del gobierno) Asambleas locales con los delegados mandatados, y abierta a la base, en donde se vuelque lo discutido en las escuelas; para así tener realmente mociones elaboradas por la base (y que no sean hechas por la mesa chica de las directivas y las agrupaciones afines) que se puedan volver a votar en esas asambleas por escuela, y cuya resolución sea acatada y ejecutada por la directiva. Para pelear por nuestra salud y la de la comunidad la base tiene que participar. Es necesario que luchemos todas las escuelas juntas. Así como ante la urgencia, los docentes de las seccionales de los Sutebas no esperaron a que Baradel convoque Asamblea Provincial para salir a luchar, en los departamentos como Rosario y La Capital, tenemos que hacer lo mismo.
Nadie discute que lo mejor es que los chicos vengan a la escuela. Pero aquí estamos discutiendo que el derecho a la vida es más importante. Como dijimos, la escuela abierta amplifica los contagios haciéndolos incontrolables. Por otro lado el derecho a la educación se puede garantizar, no hace falta que las escuelas estén abiertas, exijamos la inversión del gobierno en conectividad y dispositivos para garantizar la educación virtual, mientras pasa la ola de contagios.
Debemos unificar con los padres el reclamo de internet gratis en los barrios y dispositivos para las familias que lo necesiten. Así como con nuestros compañeros reemplazantes la pelea por dividir los cursos asignando grupos de estudiantes a cada compañero reemplazante. Esta es una forma de pelear por retener a los estudiantes en el sistema educativo; al mismo tiempo mejora las condiciones laborales y el aprendizaje de los estudiantes, al tener cada docente un número menor de estudiantes para poder acompañar.
Las clases presenciales, no sólo ponen en riesgo nuestra salud, sino que influyen definitivamente en la disparada de contagios, lo que terminará por saturar la atención hospitalaria, afectando al conjunto de la población. Por eso los docentes del PCO sostenemos, como desde el inicio del año, que hasta que el 70% de la población no este vacunada no hay condiciones de volver a una educación presencial.
Con estos puntos mínimos, podemos organizarnos en común para luchar por la ¡suspensión de la presencialidad ya!, por la inversión para garantizar la educación virtual, por las fuentes de trabajo de los reemplazantes y por la vacunación para todos.
Los docentes del PCO ponemos todas nuestras energías en esta dirección. ¡sumate!
Equipo docente PCO