Milei, el “capitán Veto” va contra la educación

Otra vez, tal como hizo con la ley de movilidad jubilatoria, ahora Milei ya anunció que vetaría la Ley de Financiamiento Educativo. Quizás lo haga para demostrar frente al capital financiero internacional que es contundente a la hora de defender el ajuste con el cual hasta agosto había acumulado $899.660 millones de superávit, pero el 99,6% de esa suma, $896.130 millones fueron usados para pagar intereses de la deuda.

El superávit sale del recorte en el gasto público que en agosto se redujo a $7,8 billones, una caída del 23,7% en términos reales (ajustada por inflación) en comparación con el mismo mes de 2023. Mientras que por la tremenda recesión que atraviesa casi toda la actividad económica, la recaudación se redujo casi 14%.

Además del recorte en las jubilaciones (-11%), las prestaciones de PAMI (-21%) y la obra pública (-72%) que dejó muchos obreros sin trabajo, el ajuste en las universidades fue del 31%.

Si bien aseguró que iba a vetar esa ley, Milei también barajó otra posibilidad: con su habitual cinismo dijo que de todas maneras si no vetara la ley quedaría en un limbo de hecho ya que no especifica de donde saldrán los fondos para el financiamiento. Con esto se refiere al reciente presupuesto para el año 2025 presentado para su aprobación por el Congreso (el domingo a la noche que hizo sapo de rating) en el cuál queda reducida a la mitad el presupuesto destinado a financiar las universidades. El recorte en la educación es todavía más abarcativo, ya que establece la suspensión por un año la obligación establecida por ley de invertir en educación el 6% del PBI. También anula el 0,45% del PBI en ciencia y tecnología y el 0,2% del PBI en educación técnica profesional, recorta en formación docente (-63%), construcción de jardines de infantes (-97%), becas estudiantiles (-64%), infraestructura y equipamiento (-69%), entre otros ítems.

La marcha del 2 de octubre está plenamente justificada, no solo en contra del veto presidencial sino contra ataque a toda la educación. Probablemente la marcha sea multitudinaria quizás tanto como la anterior. Expresará también el descontento que ha ido creciendo entre los trabajadores y sectores de clase media, cada vez más ahogados económicamente. No solo porque los salarios quedaron en el fondo del mar en relación a los precios, sino porque van aumentando los despidos y suspensiones a causa de la tremenda depresión económica provocada a propósito por el gobierno para bajar la inflación. La política del gobierno es como si para arreglarte una rotura de meniscos te amputaran la pierna.  Pero la manifestación va a ser multitudinaria también, porque la mayoría del pueblo trabajador ya se dio cuenta que lo del ajuste a la casta es un verso, y que los recortes van contra los jubilados, los trabadores y sus necesidades más apremiantes.

No se trata de que sea “insensible” o “cruel” -que lo es- como les gusta decir a los políticos kirchneristas. Y aunque pueda tener algún trastorno mental, no se trata de que esté loco. Es que gobierna al servicio del capital financiero internacional y de los sectores más fuertes de la burguesía, y por eso está dispuesto a cortar todas las cabezas que haga falta con su motosierra, aunque también perjudique a sectores más débiles de la burguesía.

Para imponer su politica, a cada paso busca establecer acuerdos con la “casta” política. El recorte en la educación en general incluyendo el de la universidad se basa en la “emergencia educativa” incorporada en la Ley “Bases” aprobada por mayoría en el Congreso. Como es sabido, para que no le rechazaran el veto a la movilidad jubilatoria en diputados, negoció -en el amplio sentido de la palabra- con unos cuantos diputados, algunos de los cuales se ausentaron y otros -algunos radicales- directamente votaron en contra lo que antes habían votado a favor. Vergonzoso despliegue de cinismo, cuando los votos que antes se compraban a escondidas, ahora se hace abiertamente a la luz del día. Y a esos tránsfugas -lo más podrido de la casta- ahora ¡Milei los llama héroes!!  

Máximo Kirchner, el escudero de Milei

La interna kirchnerista está picante. La derrota electoral los golpeó mucho. De gran estratega CFK paso a ser la gran organizadora de derrotas. Fue ella la que designó a Scioli como candidato contra Macri en 2015 y perdió. Para colmo Scioli ahora es funcionario de Milei. Después lo eligió a Alberto Fernández. En ese momento todos alababan la “jugada magistral” de Cristina. Y después posó su dedo elector sobre Massa, que gobernaba de hecho el último año con el aval de CFK, y ganó Milei. Después de tantas derrotas Kicillof habiendo ganado la gobernación, se sintió con autoridad para desafiar a CFK: “hay que componer una canción distinta”, dijo.

Pero, ni CFK ni Máximo van a regalar su cuota de poder sin dar batalla. Convocar a la lucha contra el gobierno no está en sus planes, sino todo lo contrario. Su terreno es la rosca preelectoral. Ella misma se ocupó en descartar incluso la posibilidad de hacerle a Milei juicio político, cuando consiguieron los 2/3 en senadores para rechazar el veto jubilatorio. Pero Máximo fue más claro en su discurso en el club Atenas de La Plata frente a la base militante de La Cámpora: “Milei ganó con el 56% de los votos y el veto es una facultad presidencial, hay que dejarse de patalear”. Más claro echarle agua. El kirchnerismo llama a respetar las instituciones por más reaccionarias que sean y disputar exclusivamente en el terreno electoral. Lo demás, las marchas y manifestaciones, son para desgastar políticamente al gobierno, pero no para imponer un triunfo contra el gobierno. Claro, Nestor y Cristina también gobernaron por decreto como ahora hace Milei. Y Cristina vetó la ley de glaciares para favorecer a las mineras imperialistas. Al fin y al cabo, Néstor; Cristina; Scioli; Alberto Fernández; Massa, eran TODOS menemistas, solo que al igual que Kicillof cambiaron de canción cuando hizo falta. Y Milei es un admirador de Menem y Cavallo. Si hasta está de “novio” con “yuyito”.

CFK, es el colmo de cara dura. Hace el balance de la derrota y cuestiona a todos los demás, pero ella no se hace cargo de nada. Y toda la autocrítica de su balance significa que debieron haber ido más a la derecha. En su último documento y a su manera, toma varios aspectos del programa común de las patronales: la necesidad del equilibrio fiscal, de una reforma laboral, etc. Además, CFK está dispuesta a hacer acuerdos con Milei sobre la integración de la suprema corte, para darle mayoría a Milei, a cambio de zafar de recibir más condenas. Es decir, si hay que hacer nueva canción kirchnerista, la quiere escribir ella. Siguiendo esta nueva melodía, Wado de Pedro, que estuvo propuesto a candidato presidencial antes de que CFK se decidiera por Massa, en un auditorio frente a empresarios, se autocriticó, no porque no le prestaron suficiente atención a los problemas de los trabajadores y los pobres, sino porque “en 2015 teníamos un ministro de economía que no hablaba con los empresarios”, apuntando contra Kicillof.

El kirchnerismo, por tanto, se le cae un poco la careta, y deja ver parte de su verdadero rostro: que es un partido del régimen burgués. Volver a un gobierno Kirchnerista no sirve para los trabajadores. Si queremos dejar de dar vueltas en esta calesita en la que nos mete el regimen burgues, en la que cada vuelta que damos estamos peor, tenemos que dejar de confiar en los partidos del régimen capitalista y organizar nuestro propio partido independiente. La tarea de todos los trabajadores y jóvenes conscientes es organizarse en agrupaciones clasistas para impulsar la lucha contra el ajuste y toda la politica de Milei. Pero la necesidad fundamental, sin la cual no tenemos ninguna perspectiva, es organizar un Partido de Trabajadores, para luchar por el poder, para instaurar un gobierno de trabajadores. Esa sí sería una revolución de los trabajadores y el pueblo, contra todos los parásitos empezando por los acreedores y los grandes capitalistas que defiende Milei, contra todos los que engordan sus bolsillos a costa de nuestra explotación y el sacrificio de nuestras familias. Tomando en nuestras manos todo el aparato productivo organizaríamos la economía en función de nuestras necesidades y no como ahora que está controlada por un puñado de grandes burgueses y empezaríamos un camino hacia el verdadero socialismo, el de Marx-Engels, Lenin y Trotsky.

28/9/24

Deja una respuesta