Daniel Yofra secretario general de la Federación de Aceiteros y desmotadores (Ftciodyara), es un dirigente sindical que tiene bastante reconocimiento en Rosario y sus alrededores y es conocido a nivel nacional, sobre todo cada vez que cierra una paritaria con salarios que equivalen a la canasta familiar calculada por los trabajadores del Indec, o como dicen los aceiteros, de acuerdo al salario mínimo vital y móvil tal como está establecido en la Constitución Nacional.
En la región el activismo valora mucho también el hecho de que la actual conducción conquistó la Federación haciendo valer los resultados electorales que le quería negar la vieja burocracia, enfrentando a la patota con los métodos del activismo obrero. También por la gran huelga de 25 días con piquetes en las principales exportadoras de cereales del cordón de San Lorenzo, contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, su ministro de economía Axel Kicillof y el ministro de trabajo “el compañero” (así le decía la burocracia peronista) Carlos Tomada, que se negaban a homologar el aumento salarial de 39% acordado por la conducción gremial de la Federación con las cámaras patronales, porque superaba el techo salarial que quería imponer el gobierno kirchnerista en las paritarias de ese momento. Los aceiteros protagonizaron otra huelga larga de 22 días realizada más recientemente a fines del 2020 durante el gobierno de Alberto Fernández, pero que fue con mucha menos participación activa de la base.
Yofra aprovecha las entrevistas radiales para explicar que los trabajadores deben discutir sus salarios partiendo de lo que necesita el trabajador y no de lo que dice la patronal que puede pagar o del techo que el gobierno quiera imponer. Normalmente su “discurso” gira alrededor de que la función sindical es velar porque la venta de la fuerza de trabajo se haga a su valor real (la canasta familiar) y no por debajo de ese valor, por lo que critica a otros dirigentes sindicales cuyos trabajadores tienen pisos salariales muy inferiores, pero sin nombrarlos.
Es decir, Yofra no cree que la función del sindicato sea cuestionar al regimen capitalista, que como el mismo explica, extrae plusvalía de los trabajadores para obtener ganancias y acumular capital. Cree que el sindicato solo debe luchar para que la fuerza de trabajo sea remunerada en base al costo de la canasta familiar como piso salarial mínimo. Es lo que se diría un sueldo mínimamente “digno”. En otras palabras: que el capitalista te explote, pero que te pague lo minimo que necesitas para vivir dignamente. Y así piensan muchos trabajadores. Pero Yofra no es un trabajador más, sino el dirigente de una importante Federación sindical, que seguramente tiene o debería tener una amplia formación política.
Recientemente, Yofra volvió a hacer interesantes declaraciones a distintos medios, que reprodujo en su página el diario digital Conclusión de Rosario. Allí dice que:
<El secretario general del gremio de los trabajadores aceiteros y desmotadores sostuvo que «este gobierno es una porquería» compuesto «propiamente de empresarios» y que «hay que profundizar el plan de lucha» para defender las conquistas históricas de los trabajadores.>
<Aseguró que el proyecto de ley ómnibus contiene una regresiva reforma laboral, junto a privatizaciones y entrega de patrimonio público y recursos naturales, con disolución de organismos del Estado y despidos masivos.>
<Y que la coyuntura “demuestra una vez más que gran parte de la política argentina, o los políticos argentinos, está comandada por empresarios”.>
En términos generales, si le agregamos la gran caída salarial de los trabajadores y jubilados, el diagnóstico de la situación está bien. También es muy cierto que habría que profundizar un plan de lucha, si fuera cierto que hubiera tal plan, pero no es lo que realmente ocurre, porque las acciones que convocó la CGT -que es a lo que se refiere Yofra- fueron acciones aisladas y no partes de “un plan de lucha”. Inclusive hace una correcta caracterización de clase cuando dice que “gran parte de la política argentina, o los políticos argentinos, está comandada por empresarios», algo que no dijo durante los gobiernos peronistas-K. Pero el problema es justamente que, para resolver ese problema político Yofra no propone ninguna alternativa. ¿Estamos condenados los trabajadores a tener gobiernos de políticos comandados por empresarios?
Despues de rozar esta cuestión del carácter de clase de los políticos y el gobierno, que para nosotros es la más importante, vuelve atrás a su condición de sindicalista y dice:
“Hay que empoderar al movimiento obrero a través de sus dirigentes, a través de la central más grande que hay en Sudamérica como es la CGT”, arengó Yofra y sostuvo que la acción sindical debe ser “incorporando a todas las centrales que quieran intervenir, pero me parece que en ese sentido nosotros (los sindicatos nucleados en la Confederación General del Trabajo) tenemos la oportunidad histórica de ser la verdadera oposición de este gobierno, que es muy agresivo contra los trabajadores, y de cualquier gobierno que quiera avasallar los derechos de los trabajadores” “La gente está buscando un lugar que les organice la bronca”.
Por empezar Yofra no explica cómo hacer para empoderar a los trabajadores a través de la conducción de la CGT, que está llena de viejos burócratas con más de 40 años de estar pegados en el sillón y que también están “comandados por empresarios”, e inclusive varios de ellos son también empresarios. Por otra parte, no parece que la CGT esté pensando en impulsar un plan de lucha, sino más bien lo contrario: está buscando profundizar la negociación y los acuerdos con el gobierno, como el que ya hizo con la reforma laboral. Si Yofra pretende que sea la CGT la que organice la bronca de los trabajadores para luchar contra el gobierno va a esperar sentado. En todo caso la CGT hará más paros aislados que sirvan de válvula de escape para que la bronca no sobrepase a los burócratas, como ocurre en Misiones. O para presionar a favor de los intereses de las patronales. En ese mismo sentido resulta llamativo para una conducción sindical que se pretende clasista (¿?) haberse entrevistado con los senadores nacionales por Santa Fe para conversar sobre sus posiciones respecto de le “Ley Bases”, acompañados de la cámara patronal más importante de la actividad, CIARA. ¿Será que la patronal avala los “paros por tiempo indeterminado” que convoca por algunas horas la Federación de aceiteros, para oponerse a la reposición del impuesto al salario? ¿Será que la cámara patronal también tiene intereses encontrados con la Ley Bases? Los dirigentes aceiteros deberían dar alguna explicación a sus representados, sobre cuál es el interés común que tendrían los trabajadores con la misma patronal que los explota.
Por otra parte ¿en qué consistiría la idea de ser la “verdadera oposición al gobierno” que propone Yofra? Una verdadera oposición aspiraría a gobernar. Siendo el gobierno de Milei, un gobierno de porquería contrario a los intereses de los trabajadores, que baja los salarios, provoca desocupación, privatiza y entrega el patrimonio público y recursos naturales, no hay que esperar 4 años, como no se esperó a que De la Rúa terminara su mandato. Hay que voltearlo con la huelga general. Pero ¿y después qué? ¿Qué propone Yofra? Expresamente ha dicho que “el movimiento obrero no tiene que transformarse en un partido político”. Y entonces ¿hay que dejar que gobiernen “los políticos comandados por los empresarios” como Scioli, Alberto Fernández o Massa? Los aceiteros deberían recordar, que en aras de apoyar el mal menor, Yofra en el 2015 llamó a votar a Scioli contra Macri, y ahora Scioli está en el “gobierno de porquería” de Milei. Llamó a votar a Alberto Fernández en el 2019 también contra Macri, y su gobierno junto con CFK y Massa, fue tan desastroso para los trabajadores y el pueblo, que terminaron allanándole el camino al triunfo de Milei. ¿Y entonces? Esta claro que la lucha sindical no es suficiente. Aun si la CGT fuera una “verdadera oposición” e impulsara un plan de lucha consecuente, quedaría planteado el problema del gobierno, es decir, el problema del poder político. Para eso necesitamos organizar un Partido de Trabajadores, para luchar por conquistar el poder e imponer un Gobierno de Trabajadores, para terminar con los gobiernos de los políticos comandados por empresarios. Ese Gobierno de Trabajadores podría resolver todas las injusticias y miserias que sufre la clase trabajadora organizando la sociedad en función de las necesidades de los trabajadores y el pueblo, en lugar de como es ahora que la sociedad y la economía están estructuradas para llenar los bolsillos de los capitalistas y el imperialismo. Para eso, los trabajadores en el gobierno y organizando un Estado Obrero basado en la democracia obrera, deberían expropiar los medios de producción y de cambio (Fabricas, tierras, bancos) nacionalizar el comercio exterior y las grandes cadenas comerciales para planificar la economía en función de las necesidades de la mayoría trabajadora de la sociedad. De esa manera habría salarios igual a la canasta familiar como piso, el trabajo se repartiría entre todos los que estén en condiciones de trabajar, se podría encarar un plan de obras publicas que resuelva el problema de la vivienda, que construya hospitales y escuelas. Solo un Gobierno de trabajadores que expropie a los capitalistas puede sacarnos de la miseria creciente a la que nos arrastra el capitalismo y luchar contra el imperialismo que se está preparando para hundirnos en una Tercera Guerra Mundial.
Dirigentes supuestamente autonomistas y apartidarios, pero que llaman a votar al peronismo como «mal menor»
AB, 27/5/24