El gobierno de Milei con su plan motosierra sigue avanzando en varios planos. La gran devaluación que realizó en diciembre, junto a la liberación salvaje de precios, provocó un brutal ajuste al pueblo trabajador que sufre día a día una caída del salario real y la respectiva pérdida de calidad de vida.
La promesa de que el ajuste “lo iba a pagar la casta” era una estafa. Milei se despachó́ con un DNU, cuyo eje es desregular la actividad económica, es decir, darle más “libertad” y ganancias a los empresarios, entregarles en bandeja negocios a los grandes capitalistas que apoyaron su campaña electoral y cumplir el acuerdo con el FMI, todo esto a costa de hundir más en la miseria con bajísimos salarios, precariedad laboral y más desocupación a los trabajadores, al pueblo pobre y a la clase media.
Este ajuste, también incluye a la educación pública en general y en particular a las universidades nacionales y regionales, para las cuales mantiene el mismo monto presupuestario del año pasado para el año 2024, un recorte presupuestario y salarial que ha agravado la situación de las Universidades, en la perspectiva del arancelamiento de la educación pública.
Esto afecta a más de dos millones de estudiantes, a miles de trabajadores docentes y no docentes, que ya venían con bajos salarios, muy atrás de la inflación, por las paritarias a la baja que se firmaron en el gobierno de Alberto Fernández.
Como consecuencia de este congelamiento presupuestario, el Rectorado anunció y decretó que en la Universidad Nacional de Quilmes (con la aprobación del Consejo Superior) ya hay cesantías con bajas de contratos a muchos docentes, recortes de horas extras a trabajadores no docentes y una reducción de la oferta académica, con un nuevo límite a las inscripciones de materias, pudiendo inscribirse sólo a 2 materias y cursos que eran gratuitos pasan a ser arancelados.
Esa fue la primera respuesta de las autoridades de la Universidad: hacer una denuncia del recorte del presupuesto, pero enseguida se dispusieron a gestionar el ajuste de Milei. Por su parte, las conducciones de los tres centros de estudiantes, Alianza Universitaria, que responden a la juventud de La Cámpora y al PJ, avalan en los hechos esta medida, apoyando la decisión política del Rectorado, sin llamar a realizar ninguna acción para tirar abajo este brutal ajuste.
Desde el Partido de la Causa Obrera llamamos a enfrentar este recorte del presupuesto a las Universidades y sus medidas con la más amplia unidad entre estudiantes y trabajadores de la Universidad de Quilmes, a impulsar asambleas y clases públicas entre los claustros para movilizarnos, coordinar acciones con estudiantes y trabajadores de otras universidades que se están organizando.
La movilización del viernes 15 al centro de Bernal, es un primer paso para un plan de lucha.
Dicen que no hay plata, pero se la llevan los capitalistas del campo, de la industria y de los bancos, nacionales y extranjeros. Creemos que para poder conseguir un aumento de presupuesto educativo que garantice el funcionamiento de la Universidades -que hoy debería ser el triple del actual o más, de acuerdo a los índices inflacionarios superiores al 200%-, para aumentar los magros salarios de los trabajadores docentes y no docentes, para frenar esta feroz ofensiva contra los trabajadores y el pueblo, hay que preparar una huelga general convocada por tiempo indeterminado, con el objetivo de tirar abajo el plan motosierra de Milei, las grandes patronales, el FMI y las burocracias sindicales cómplices. (Volante distribuido en la marcha del 15/3)
Richard y Buda, 13/3/24