Democracia y dictadura, dos regímenes al servicio del capital

A medida que la crisis, tanto en el plano nacional como a nivel internacional, se agrava, la burguesía y el imperialismo, las clases dominantes a nivel mundial, fueron reemplazando sus regímenes “democráticos” burgueses por regímenes más o menos dictatoriales. Algunos ingenuos creen que hay una oposición absoluta entre democracia y dictadura, y que cuando la democracia es suprimida por la dictadura, esta operación es realizada “desde afuera” de las instituciones, por agentes externos al régimen. Pero esto no es así. Basta recordar aquel trágico acontecimiento histórico cuando el partido de Hitler (fíjense que, engañosamente, se llamaba nacional “socialista”) ganó las elecciones en Alemania y posteriormente, por la crisis, Hitler es convocado a asumir la cancillería (el primer ministro en ese país) por el presidente Hindenburg.

En el caso de Argentina, hay que recordar que antes de dar su golpe de Estado en 1976, las FFAA fueron autorizadas a actuar para defender “la seguridad interior”; la orden era exterminar la guerrilla. El decreto presidencial contiene la firma de Luder y Ruckauf porque Isabel Perón estaba con licencia. Luder fue posteriormente candidato a presidente por el peronismo en las elecciones de 1983, y Ruckauf ocupó cargos importantes en el gobierno de Menem; con Duhalde, fue uno de los responsables de la masacre de Avellaneda donde la policía reprimió con balas de plomo una gran manifestación de desocupados y asesinó a Kosteki y Santillán en la estación de ferrocarril. Pero el camino al golpe del 76 empezó a abrirse cuando el propio Perón autorizó a López Rega (su mano derecha) a organizar la Triple A -que eran bandas fascistas- para asesinar activistas obreros y militantes de agrupaciones de izquierda. Posteriormente también el radicalismo hizo su contribución al golpe cuando su principal dirigente, Balbín, llamaba a terminar con la “guerrilla” fabril, refiriéndose al activismo obrero. Luego durante la propia dictadura, peronistas y radicales (así como otros partidos burgueses) pusieron funcionarios en los municipios y gobernaciones para que el régimen pudiera funcionar.

Ahora vemos, a partir del triunfo electoral de Milei, expresión clara de una crisis que se arrastra desde 2008 y se fue agravando a través de los sucesivos gobiernos, cómo la democracia va entregando sus funciones para favorecer la instalación de un régimen cada vez más autoritario. Es el mismo Parlamento, institución eje de la democracia burguesa, en la cual reside supuestamente la representación popular, la que le cede por ley al presidente del ejecutivo (Milei) la facultad de gobernar por decreto en una serie de áreas, políticas, económicas y de seguridad. Al mismo tiempo, la propia Constitución le concede al presidente la facultad del “veto” cuando una ley aprobada en el parlamento no le conviene. Es decir, la facultad que en los regímenes de monarquía constitucional le corresponde al monarca. El propio Máximo Kirchner llamó a sus militantes a respetar esa facultad sin protestar. En otras palabras, los partidos patronales que coexisten en el Parlamento le dieron a Milei facultades de monarca para que lleve adelante las reformas estructurales y el “ajuste más grande de la humanidad” contra los trabajadores y el pueblo.

Obviamente, ahora Milei fortalecido, va por más. Ya hubo un intento de militarizar la represión cuando arreciaban los asesinatos del narco en Rosario. Ahora la excusa es el reciente video aparecido de un supuesto grupo narco con amenazas a Bullrich y al gobernador de Santa Fe Pullaro: “Con cautela y analizando diferentes alternativas, el Gobierno avanza en la redacción de un Decreto para permitir que las Fuerzas Armadas tengan más capacidad de acción y, entre otras cosas, puedan combatir contra organizaciones terroristas y narcotraficantes, especialmente en las zonas de frontera. De acuerdo con lo que confirmaron a Infobae fuentes oficiales, si bien todavía no hay un texto definido, el ministro de Defensa, Luis Petri, y su equipo legal intensificaron en los últimos días el estudio de esta iniciativa que se viene gestando desde el inicio de la administración libertaria, asesorándose con expertos en la materia. La decisión de acelerar la medida se dio luego del video en el que cuatro presuntos narcos amenazan con armas de guerra a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.” (Federico Galligani, Infobae, 4/12).

¿Alguien cree que al gobierno de Milei y Bullrich le interesa realmente combatir el narcotráfico? Si fuera así controlarían el puerto de Rosario, la hidrovía y algunas rutas nacionales por la que circula impune la gran mayoría de la droga. Asi como ocurre con otros gobiernos, lo que se impone es un reparto del territorio y de la cantidad que circula, entre las bandas narcos -que en nuestro país por ahora solo se dedican al “narcomenudeo”- y los respectivos gobiernos nacionales y provinciales. De allí que en el referido video los narcos hablan de la banda de la Bullrich-Pullaro y los fiscales.

Pero como es sabido, el objetivo de desplegar las tropas del ejército no tienen el objetivo principal de combatir el narco, sino que con esa excusa ocupar determinados barrios para tener un control territorial preventivo, para evitar que ocurran estallidos sociales y saqueos. Esto es lo que le vienen advirtiendo al gobierno desde distintos sectores burgueses y desde las propias iglesias: “ojo con la situación social”. Se lo dicen como advertencia, como aliados, para que el gobierno se prepare con tiempo. Es la cara “B” del plan de contención que ya despliega la Iglesia junto con los movimientos sociales, ambas CTA y algunos sindicatos que se aprestan a rearmar el MTA, que organizaba marchas contra Menem a mediados de los 90, y luego cumplió un rol fundamental para encaminar el levantamiento obrero y popular en los marcos del régimen burgués, primero con Duhalde y después coronado con la asunción de Néstor Kirchner en el 2003. Engaño y represión, con esos métodos dominan la burguesía y el imperialismo. La proporción en que se usa uno u otro método varía según la gravedad de la crisis y la respuesta que plantee con sus luchas la clase trabajadora.

Al mismo tiempo el equipo ultrarreaccionario de Milei avanza con un proyecto de Ley llamado “Proyecto de ley de promoción de inversiones y empleo”, para eliminar impuestos a las inversiones industriales, pero también para hacer pasar las mismas reformas laborales del decreto 70/23, que fueron trabadas en la instancia judicial. Algunos intentos de las patronales que ya se anticiparon pretendiendo imponer cambios en el sistema de turnos (por ejemplo, en Fate) fueron rechazados por los trabajadores. El recorte de medicamentos en PAMI, el arancelamiento de la Universidad y el cobro de la atención en los hospitales para extranjeros, etc., etc. Es lógico que el gobierno que encabeza semejante ofensiva contra los trabajadores refuerce el aparato represivo y trate de ampliarlas con las FFAA para “atender” las movilizaciones y huelgas, que piensa que se pueden desarrollar en su contra. ¿Qué tiene de democracia un régimen que gobierno imponiendo mayor explotación contra los trabajadores?

Paralelamente en el plano del régimen electoral están tratando de imponer reformas para ir a un sistema de dos partidos como el que existe en EE-UU. Sin PASO garantizadas por el Estado, sin financiamiento estatal para las campañas de los partidos y sin publicidad gratuita en los medios estatales, sólo podrían prevalecer electoralmente los partidos financiados por los grandes empresarios. El gobierno de Milei ha podido rosquear con éxito en el parlamento, porque hay un acuerdo de fondo entre todos los sectores de la burguesía y el imperialismo para hacer pasar la parte del plan de Milei que los beneficia a todos y ataca conquistas que a los trabajadores les costaron años y décadas de lucha. Pero ya empezaron algunas tensiones y fraccionamientos, porque ya el plan de Milei empezó a mostrar que no puede contener a todos los empresarios, que algunos (sobre todo los que producen para el mercado interno y no pueden competir con los importados) van a quedar en el camino. Si esto -que por ahora es un forcejeo superestructural entre la UIA y el gobierno- se traslada a la lucha de clases y de allí al parlamento, bloqueando los acuerdos que Milei encara hasta con CFK, o en el marco del estallido de una guerra mundial, no sería de extrañar que pensaran en algún plan para dejar de lado al Congreso, introduciendo un régimen de excepción, como quiso hacer De la Rúa o el presidente de Corea del Sur. Y se repetirá la historia: la gallina “democrática” una vez más habrá empollado a un cocodrilo. La última palabra no la tendrán los partidos del régimen que se llenan la boca hablando de democracia, pero le ponen la alfombra para que avancen los dictadorzuelos con aspiraciones fascistoides como los Milei, la banda de los Caputo o Villarruel. La última palabra la vamos a tener los trabajadores y el pueblo que, para impedir cualquier intento de imponer nuevas dictaduras, deberemos derrotar a la burguesía y su aparato represivo, instaurando un gobierno de trabajadores que los expropie e inicie la lucha por el socialismo.

Pablo D Varela, 4/12/24

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