Ante el 1° de Mayo, el problema del partido revolucionario

En cada 1° de mayo los lectores de La Causa Obrera saben que nuestro objetivo no es “homenajear” a los mártires de Chicago, sino que aprovechamos esta fecha para discutir la situación política más general y de la clase trabajadora. En todo caso el mejor homenaje que podemos hacerles a los mártires de la lucha por la jornada de 8 horas, o a los tantos otros que en el mundo, han ofrendado su vida por la causa obrera y por la revolución socialista, es tratar de interpretar correctamente, es decir con el método del marxismo, cual es la situación actual, para así poder intervenir en la lucha de clases y construir el partido revolucionario.

Cuando fue la lucha por las 8 horas (el proceso de huelgas iniciadas el 1° de mayo de 1886, que tuvo el punto más alto, el 4 de mayo, en la famosa Revuelta de Haymarket) es decir, 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para el ocio, hacía 3 años que había muerto Carlos Marx. Por eso su amigo y compañero Federico Engels, escribió en el prólogo a la edición alemana de 1890 del Manifiesto Comunista, que, de haber estado vivo, hubiera estado muy contento de ver a la clase obrera luchando de nuevo, golpeando como solo puño, contra la burguesía y su Estado.  “Hoy, primero de Mayo, el proletariado europeo y americano pasa revista por vez primera a sus contingentes puestos en pie de guerra como un ejército único, unido bajo una sola bandera y concentrado en un objetivo: la jornada normal de ocho horas, que ya proclamara la Internacional en el congreso de Ginebra en 1889, y que es menester elevar a ley.  El espectáculo del día de hoy abrirá los ojos a los capitalistas y a los grandes terratenientes de todos los países y les hará ver que la unión de los proletarios del mundo es ya un hecho. ¡Oh, si Marx estuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!”

Engels se alegraba porque la clase obrera volvía a luchar 15 años después de la Comuna de París de 1871. Y si bien la lucha por las 8 horas era una lucha económica, la clase obrera golpeaba con un solo puño, no solo en EEUU, sino también en Europa. Fue por eso que la Segunda Internacional, estableció el 1º de mayo como jornada de lucha internacional de la clase obrera, en recordatorio de aquella lucha y de los “Mártires de Chicago”, denominación que les dieron a los activistas que fueron ejecutados por el gobierno yanky en el marco de ese proceso de huelgas.

Esta jornada que se hace en simultaneo en muchísimos países, puede verse plasmado en la realidad lo que decimos siempre los marxistas, que la clase obrera es una clase internacional. Eso significa que no tiene propiedad privada de los medios de producción ni intereses diferentes divididos por fronteras nacionales. Los Estado-Nación, representan los intereses de cada burguesía nativa, las cuales han inventado una nacionalidad -expresada en un ejército, un himno, una bandera, etc.- y una frontera que es la demarcación del mercado en el cual actúa como clase dominante, y en la cual extraen la mayor parte de sus ganancias.

Pero no todas las burguesías son iguales. La de los países semicoloniales, como las de América Latina, están subordinadas al imperialismo y son sus socias menores. Es decir, en los países como los nuestros la mayor parte de las ganancias que se obtienen de la explotación de la clase trabajadora se las llevan las burguesías de los países centrales.

Desde la misma época que se produjeron las huelgas por el primero de mayo, el capitalismo empezó a cambiar su carácter, transformándose en imperialista. Esta época de decadencia, llevó a dos guerras en las cuales se disputaron quién iba a ser el país imperialista dominante. Fue la Segunda Guerra Mundial, la que definió a uno como dominante exclusivo o hegemónico, el imperialismo yanky.

Pero esa “hegemonía”, que desde el punto de vista económico se mantuvo hasta entrado el nuevo milenio, pasando por varias crisis, la fue perdiendo a manos de otros países imperialistas, como Alemania (y la Unión Europea de conjunto) y otras potencias regionales como China.

Ahora estamos viviendo una mayor profundización de la crisis económica que comenzó del 2008/9, que se expresa en una crisis furibunda en Argentina, con niveles de pobreza que aumentan conforme al aumento descontrolado de la inflación. Destruir a la competencia está en la génesis del sistema capitalista, en un marco donde las ganancias son cada vez más estrechas, los tambores de una nueva guerra mundial suenan cada vez más fuertes, es por eso que se avizora un nuevo reparto del mundo por parte de las potencias imperialistas.

Los actos de la burocracia sindical en Argentina durante este 1° mayo

En la época de Marx y Engels surgieron los sindicatos (que recién tenían un desarrollo incipiente en Inglaterra con las trade-unions). Los dirigentes de estas organizaciones hoy en día cumplen un papel fundamental para mantener la gobernabilidad, la famosa “la paz social”, que no es sino la paz, pero de “los cementerios”. Es la burocracia sindical, así como también otro tipo de burocracia, la de los movimientos sociales, algo nuevo, propio de la decadencia del capitalismo.

En Argentina van a realizar diferentes actos. La CGT lo va a hacer el 2 de mayo. Su objetivo, es el mismo de siempre, que los trabajadores sigan agachando la cabeza, resignándose a la situación cada vez más oprobiosa que se vive. En la convocatoria dicen que hay que cuidar la “transición” de un gobierno a otro, llaman a la “cordura” ante una situación social que está muy “complicada” y a punto del desborde… ¡No vaya a ser que la situación se desmadre y ellos sean parte de los colgados de la plaza! No hay palabras para describir lo arrastrados que son a los capitalistas y sus gobiernos, por eso son un pilar fundamental del sostenimiento del régimen capitalista semicolonial del país.

Párrafo aparte es para Pablo Moyano que es parte del triunvirato que dirige la CGT. Hay que recordar como Daniel Yofra, dirigente de la Federación de Aceiteros, decía el año pasado que venía a “renovar” la CGT…Vaya renovación ¿no? Por otro lado, se ve que ahora la Federación de Aceiteros también va moderando su principal “bandera” de “que ningún trabajador gane menos del mínimo vital y móvil” ya que según el diario digital Conclusión, el acuerdo firmado por la Federación para los desmotadores “contempla aumentos en febrero, marzo, mayo y julio, el salario inicial de un trabajador de una jornada normal (200 horas mensuales) de la categoría inferior -peón- entre salario básico y adicionales llegará a $263.583 a partir del 1° de julio de 2023”, cuando según el Indec (ATE) la canasta familiar para fines de febrero ya estaba en 273 mil y pico.

La CTA Autónoma también convoca a su acto, para el mismo día 1° de mayo junto al Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Ellos dicen que va a ser un acto contra del FMI… Es increíble que hablen en contra del FMI cuando son parte integrante del Frente de Todos que gobierna el país, que convalidó el acuerdo firmado por Macri y aplicó el ajuste negociado con el FMI. Hasta hace unos pocos meses tenían a Claudio Lozano como uno de los directores del Banco Nación y ahora encima lo llevan como candidato a presidente dentro del mismo Frente de Todos. Un detalle importante es que el Movimiento Evita participó de las listas de Rolando Figueroa que ganó las elecciones en Neuquén, es un ex MPN que tuvo apoyo político del mismísimo macrismo.

En Rosario la CTA A y sus aliados también organizan un acto del 1° de Mayo, van a participar del mismo los dirigentes del Frente de centro-izquierda encabezado por Carlos Del Frade, que incluye todo un abanico de organizaciones reformistas entre las que está el PCR-CCC, Libres del Sur, un sector de la UCR y una parte del PS-(Bases). Entre los principales dirigentes tienen a Claudia Balagué, PS-Bases, quien fuera Ministra de Educación en el gobierno de Miguel Lifschitz, o sea, que fue funcionaria del Estado provincial, o lo que es lo mismo de la patronal de los docentes y empleados provinciales. Este frente “casualmente” no presenta candidatos a gobernador, solo a cargos legislativos. Es un guiño claro al kirchnerismo con el cual buscan convivir pacíficamente, porque son parte integrante del armado nacional del Frente de Todos. Son direcciones reformistas, completamente impotentes para enfrentar al régimen capitalista en crisis. Las direcciones sindicales que integran y dirigen la CTA-A Rosario, tanto en AMSAFE Rosario (Casiello-Terés) como en ATE Rosario (Almirón), son furgón de cola de la burocracia, tanto de Alonso como de Hoffman, y no han hecho más que llevar a la derrota las luchas que dirigieron.  

El acto del FIT-U

El FIT-U también organiza su acto para, obviamente, presentar sus listas a las elecciones. En la invitación al mismo hacen un tibio llamado a que gobiernen “las y los trabajadores”. En las próximas elecciones podrán sacar alguno voto más que otras veces, pero ya no despiertan el interés de antaño entre los jóvenes trabajadores y activistas.

Su programa no nos prepara para enfrentar la crisis que estamos viviendo y que se profundiza; tienen un discurso cada vez más lavado, cada vez más adaptado al régimen capitalista La independencia de clase que expresaban en su momento, ahora hay que buscarla con microscopio. Llamaron a votar al PT en Brasil, a Boric en Chile, tanto el MST como IS están en la trinchera de la OTAN en la guerra de Ucrania y encima todos los partidos del FIT- U, plantean una Asamblea Constituyente como salida, es decir, democratizar el régimen burgués, cuando la democracia burguesa está podrida de cabo a rabo.

Irán a las elecciones, con candidatos que parecen más estrellas de pop, que militantes marxistas, haciéndonos creer que teniendo un diputado más vamos a resolver el problema de los trabajadores. Como no plantean nada que vaya seriamente contra el capitalismo, por eso no podemos esperar nada ellos.

Un partido de trabajadores para preparar la revolución

La lucha por la jornada de 8 horas, había sido durísima y si bien el capitalismo ya estaba entrando en su fase imperialista, era una época en la que podía entregar concesiones duraderas. Como dice Trotsky, el capitalismo retrasaba solo de manera relativa el desarrollo de las Fuerzas Productivas, por eso también dice “que si hubiera sido posible en la segunda mitad del siglo XIX organizar la economía sobre bases socialistas sus ritmos de crecimiento hubieran sido muchísimo mayores”.

Pero si el régimen capitalista era relativamente reaccionario en esta época, a partir aproximadamente de la 1era Guerra Mundial se transforma en un régimen reaccionario en términos absolutos. Esta transformación tomó su forma definitiva con el nombre de imperialismo capitalista y convirtió a nuestra época en la época de crisis, guerras, revoluciones. En esta época el partido revolucionario, pasó a ser fundamental para que el proletariado destruya el aparato militar burocrático del Estado burgués y conquiste el poder.  

Durante el siglo XX no han faltado luchas de distinta magnitud y algunas de carácter revolucionario en la que multitudinarias masas populares han dado sobradas muestras de combatividad, hasta entregar sus propias vidas. Pero los partidos y movimientos burgueses o pequeñoburgueses conciliadores que los dirigieron los llevaron a la derrota. Por eso en esta segunda década del siglo XXI, ya no hay posibilidades de cortar camino, ninguna de las variantes reformistas o del nacionalismo burgués sirven para enfrentar al capitalismo en descomposición, todo lo contrario, son los que implementan directamente los planes de ajuste y de mayor sumisión al imperialismo. Tampoco el centrismo trotskista es una salida, por eso no queda otra que construir un Partido de Trabajadores, marxista revolucionario.

Podemos ayudar a preparar las luchas, pero no podemos “crearlas”. El comienzo de un nuevo ascenso revolucionario es un proceso relativamente objetivo, que no depende de nuestra voluntad. Lo que sí depende –hasta cierto punto- en gran medida de nosotros, de la vanguardia de la clase obrera, es la construcción de un Partido Revolucionario, que es una tarea tan enorme como decisiva, porque si ese proceso de luchas no es fecundado por un programa y una estrategia marxista revolucionaria, en un período de grave crisis capitalista como el actual, más ahora cuando resuenan cada vez más cerca los tambores de una guerra mundial y los plazos se aceleran, termina inevitablemente en derrota. 

Como cualquier obrero sabe, para construir es fundamental hacer bien los cimientos. Esto significa en relación a la construcción de un Partido, comprender la experiencia histórica e interpretar correctamente, según el marxismo, los problemas actuales que se nos presentan. No se trata de crecer en cantidad al costo de diluir nuestro programa, ni de la unidad por la unidad misma, para aumentar la fuerza, porque esto sólo se lograría cuando los que se unen –teniendo unidad de principios y de métodos- empujan en la misma dirección.   

Mariano López, 23/4/23

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