Y preparemos la derrota del gobierno de Milei y todo el régimen capitalista
La presentación del presupuesto 2026 por parte de Milei en cadena nacional, bajando 20 cambios en su retórica siempre agresiva, demuestra que es un gobierno que esta contra las cuerdas, acorralado por las causas de corrupción de la “alta coimera” Karina, y por la amplia derrota sufrida en las elecciones de la provincia de Buenos Aires del 7 de septiembre. Pero a pesar de que no haya habido insultos como otras veces, y recurriendo al siempre remanido “lo peor ya pasó” (Macri, De la Rúa, SIC), dijo varias veces que el equilibrio fiscal no se va a tocar, o sea, que el ajuste para el 2026 va a ser igual o peor que este año.
Según las primeras estimaciones, el presupuesto estipula, un 33% menos de inversión en Educación, un 24% menos en Salud y un 6% abajo en jubilaciones, en relación al presupuesto del 2023. Lo proyectan con una inflación mentirosa del ¡10% para todo el 2026! parece una joda, pero no, ya nada es un chiste en este país, ni siquiera una broma de mal gusto, porque con esos números, seguirán pagando con su vida, los jubilados, personas con discapacidades y también todos los trabajadores y nuestros hijos. Es que, en 2026, se viene un récord de vencimientos de pagos de la deuda con los acreedores internacionales (FMI, entre otros), con la economía que está en un pozo cada vez más profundo, los despidos arrecian por todos lados, las ventas están por el piso y la inflación que vuelve a despuntar impulsada por la suba del dólar.
Entre los capitalistas hay diferencias acerca de cómo salir del atolladero en el que se encuentra una economía que, salvo excepciones, está prácticamente en recesión. Un sector de los grandes capitalistas, están presionando para devaluar, por eso la devaluación es un hecho. Pero todos están de acuerdo que el ajuste se debe mantener, es decir que lo sigamos pagando nosotros: los trabajadores, estudiantes y jubilados. Es más, todavía no les alcanza, porque la lógica del capital es absorber más y más ganancia de nuestro esfuerzo, por eso quieren ir a fondo con la reforma laboral, previsional e impositiva.
Pero dudan de que el gobierno tenga el apoyo suficiente para imponer esas reformas reaccionarias, pagar la deuda y al mismo tiempo impulsar una recuperación de la economía. Abiertamente los medios discuten si el gobierno llega o no a fin de año. Y se manejan diferentes posibilidades en un hipotético gobierno de transición. Pero un cambio de gobierno impuesto desde arriba por los factores de poder no va a beneficiar en nada a los trabajadores y al pueblo pobre.
Todos los partidos patronales y la burocracia sindical se juegan a condicionar al gobierno, pero ninguno quiere que el gobierno caiga por la acción de los trabajadores y estudiantes; es decir que se juegan a que la movilización quede encorsetada y regimentada dentro de los canales institucionales del régimen capitalista. Es lo que vamos a ver en esta movilización, rectores, decanos y autoridades universitarias, junto con las agrupaciones estudiantiles, el COAD que nuclea a los docentes, los cuales responden al kirchnerismo, al radicalismo, y al reformismo en general, convocando a esta movilización, para llevarnos a mirar en una pantalla cómo los diputados representantes de los capitalistas en el Parlamento, rosquean cambiando votos por plata e interés electoral
Párrafo aparte le cabe a la burocracia sindical que nuclea a los trabajadores de Salud, siendo que estamos en el medio de la emergencia pediátrica, ni ATE, ni el Sindicato Municipal, ni AMRA, ni Siprus, varios de los de los cuales la van de combativos, llama a organizar un plan de lucha consecuente. Todos nos llaman a que nos movilicemos y en octubre votemos “bien”, es decir a los diputados y senadores del PJ y sus aliados. Hasta la “izquierda” (FITu), en modo socialdemócrata, pide el voto para tener más diputados en el Congreso, recreando una ilusión reformista. En lugar de desenmascarar al Parlamento esa institución putrefacta del régimen capitalista, la presenta como si fuera una alternativa popular para derrotar la política del gobierno.
Así como en las elecciones bonaerenses del 7/9, en las nacionales de octubre muchos trabajadores no irán a votar, como una manifestación de rechazo pasivo a todo el sistema político. Es una acción defensiva y desde nuestra posición un llamado a la independencia de clase, un mensaje para el conjunto de los trabajadores, que dice “no dejemos que nos sigan engañando” por los partidos patronales y los que colaboran desde la “izquierda” con el régimen capitalista. Prepara el terreno para encontrar una salida a nuestra situación por el único camino posible, que no es votando, sino mediante la lucha y la organización, hasta derrotar a Milei y a todo el régimen capitalista.
Nosotros nos movilizamos en unidad de acción, porque consideramos que hay que defender la cada vez más retaceada educación y salud pública, porque tenemos en claro, que antes de que llegara Milei al poder, y estando gobiernos peronistas y en Santa Fe del Partido Socialista, ya era un desastre, pero principalmente porque es un paso en el sentido activo, de la movilización, porque para que las cosas vayan a favor de la clase trabajadora, los estudiantes y el pueblo pobre, hace falta que los trabajadores conscientes nos organicemos, no solo en agrupaciones para las luchas sindicales, estudiantiles o populares, sino en un partido socialista y revolucionario para preparar la lucha por el poder.
16/9/25